— Creí que debía tenerte paciencia — decía el rubio mientras acariciaba mi acalorado rostro.
—Idiota — tomé una pausa para girar y quedar frente a él — Es que me encantas, es un hecho y no puedo hacer nada contra eso. Ya no hay razones para evitarlo. Simplemente me decidí.
— Me agrada esta versión de Ri — decía sonriente — ¿Confías en mí?
— Si...Creo que ni cuando me ocultaste que eras policía dejé de hacerlo. Sólo dolió. — respondí frente a sus intensos ojos.
— Lo siento de nuevo por eso — respondió observando mi rostro de forma seria y determinada.
Era casi el mediodía del domingo, luego del intenso encuentro en el Jeep, los arrumacos, caricias e intensas horas de sexo se estaban comenzando a repetir con frecuencia. Nos encontrábamos simplemente estirados en su cama, disfrutando el uno del otro. Tenía puesta su sudadera gris, mientras que Charlie se encontraba con un short de color negro y el torso descubierto.
Tan sólo hace unos minutos el pequeño Toby se había incorporado, se había pasado la mañana corriendo de un extremo a otro por todo el departamento, aullaba de vez en cuando. Con Charlie aprendí que los husky no ladran del todo, ya que, si hubiese estado completamente sola, habría creído que algo estaba fallando en él. Pequeñín.
— Hay algo que quiero preguntarte Ri — habló cuando mis manos recorrían sus formas tribales, por el otro lado tenía a Toby quien iba calmando su respiración luego de su agitada mañana — Espero no estar acelerando mucho todo esto.
Me incorporé observando su rostro desde la cercanía, tenía una clara idea de lo que se refería, era el gran paso que no había dado desde Brad. El gran paso que me prometí realizaría segura y sin culpas cuando se sintiese bien hacerlo — Dime Charlie.
— ¿Puedo llamarte mi novia, no? — finalmente habló mordiendo su labio inferior, viéndose increíblemente guapo.
— Eres muy chapado a la antigua Larson. Pero si necesitas una respuesta, es sí — reí, él se relajó dejando caer su cabeza al almohadón sin quitar su mirada de encima, me acerqué para besarlo con suavidad, hasta que supe que debía hacerlo, no podía ser su novia y seguir manteniendo el sello y el recuerdo distante — Hay algo que te quiero contar.
El rubio asintió y esperó que me trasladara hasta mi ex habitación de invitada. Entre mis cosas logré dar con mi agenda, dentro de ella tomé la foto que traía conmigo siempre. Ahí estaba Brad, el lindo Brad. Era un jugador de fútbol americano, muy exitoso en la secundaria, por muchos años habíamos sido mejores amigos, era difícil creer que podría haberse fijado en mí, pero lo hizo en aquellos y distantes tiempos.
Caminé con seguridad hasta el descubierto rubio, como nunca había logrado llegar hasta un punto increíblemente nuevo en mi vida, un punto donde comenzaba a superar un tema, donde me volvía fuerte. Me senté a su costado, con Toby separando nuestros cuerpos. Le pasé la foto a Charlie, quién la miró intrigado por largos segundos — Ese es Brad, mi "ex novio" — gesticulé.
Las dudas seguían presentes en su rostro, por lo que procedí a continuar — a Brad lo conocí en el jardín de niños, así de pequeños. Fuimos amigos en la primaria, luego en la secundaria y así seguía. A pesar que salí con más chicos, siempre había amado a Brad ¿sabes? más que como un amigo. Era guapísimo, exitoso, jugador de fútbol americano y al parecer él también lo había hecho conmigo, el estar "enamorado". En los últimos meses de la escuela comenzó a demostrar su interés, fuimos a la fiesta de graduación juntos, todo salió perfecto. Cada persona que conocíamos decía que parecía estar destinado a ser.
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Las decisiones de Riley [TERMINADA]
Romance[UNA NOVELA DE ROMANCE Y ACCIÓN] Riley es una Enfermera de 26 años con una vida normal y un pasado difícil, o así lo creía hasta que se reencontró con un viejo conocido de su escuela en Jacksonville, quién finalmente cambió su vida por completo. Lo...