Un gran plato de pastas con una exquisita salsa de camarones se posaba en mis piernas. Luego de haber funcionado automáticamente durante el día jueves, el viernes por la noche mi espíritu ya se sentía mejor. Literalmente no recordaba si Sandy Summers se había pasado por la oficina estos días, mi cabeza había estado inserta en los papeles que me obligue a tener en exceso. Sentía que podía respirar sin atormentarme, excepto en aquellos momentos donde recordaba que tan sólo hace una semana había sido parte del maquiavélico plan de Charlie Larson de encontrarse, conocerme y sacar toda la información provechosa que necesitase. La forma dramática de decir que sólo estaba cumpliendo con su trabajo con un par de recesos amorosos.
— ¿Aún tienes tu teléfono apagado Ri? — preguntó Becka.
— Si, aún. Sólo lo estoy prendiendo para llamar a mis padres — respondí apagada.
— Esta pasta está exquisita Becka — agregó Ashley intentando cambiar el tema de conversación.
Tomé un gran puñado con el tenedor para introducir en mi boca, me aseguré que varios camarones fueran en él — Tiene razón Ashley, esto está buenísimo — agregué antes de masticarlos. A medida que el sabor se sentía en mi boca, miraba la pequeña copa de champagne que se posaba en la mesa de centro. Podría haber sido un alocado viernes por la noche, pero no habría nada más cercano que eso — la copa de champagne — a una noche animada. Por un lado, Becka se encontraba desanimada luego de la video llamada con Matt, la hacía feliz unos minutos y luego la dejaba miserable. Si hablábamos de mi era cuento conocido. Pero ¿Ashley? Ella también estaba apagada.
— ¿Ashley? ¿Qué sucede? O estoy demasiado amargada o a ti también algo te tiene mal — pregunté posando mi atención en la rubia.
Sus piernas en pantalón de pijama a rayas se cruzaron en posición de buda sobre el sillón, junto con sus brazos una vez que dejó su plato casi vacío en el mesón.
— Es sólo mi periodo, me siento como la mierda — dijo Ashley, ahora tomando lo que quedaba de su copa de champagne — es increíble como todo lo gris se alinea de una vez.
— Es sólo el universo pidiéndonos que suframos juntas — agregó Becka — sólo que esta vez definitivamente no saldremos en busca de un poco de diversión. Sólo sufrimiento, sólo eso. Nada de Underground y todo lo que ya sabemos.
— Salud por el sufrimiento — dije levantando mi copa.
El coro de copas chocando se hizo sonar en la sala de estar del departamento, junto con la película que corría en la pantalla plana. Unos minutos en silencio bastaron para que Becka fuera la última en terminar los restos de pasta que quedaban de su porción. Ashley no tardó en levantarse para recogerlos cuando el estruendoso timbre característico del departamento se hizo sonar. Ashley con el salto apenas pudo sostener los platos que se salvaron de romperse en mil pedazos — debemos cambiar ese horroroso timbre, joder.
— Iré a ver quién es, quédate ahí Riley. Aún sigues siendo la más penosa de todas — dijo Becka burlándose, le respondí con una lengua burlona.
Mientras mi mirada se posaba en la película romántica que había elegido Ash, pude sentir como un silencio incómodo se apoderó de la sala. Apenas pude reclamar unos segundos en mi mente por la protagonista indecisa entre dos varones que se peleaban a muerte por ella. Llevé mi mirada a la puerta y allí estaba otra vez, Charlie Larson. ¿Era peor que apareciera Charlie o prefería que apareciera Savack? Definitivamente prefería a Larson, pero no era momento de preferirlo, debía mantenerme firme, enojada.
— ¿Qué haces aquí Charlie? — dijo Becka intentando ser cordial.
— Necesito hablar con Riley — agregó Charlie intentando llevar su mirada a la sala de estar. Y allí me encontró y en sus ojos azules apareció una chispa de esperanza — Riley...
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Las decisiones de Riley [TERMINADA]
Romance[UNA NOVELA DE ROMANCE Y ACCIÓN] Riley es una Enfermera de 26 años con una vida normal y un pasado difícil, o así lo creía hasta que se reencontró con un viejo conocido de su escuela en Jacksonville, quién finalmente cambió su vida por completo. Lo...