Después de casi dos años a Madame Tacchinardi , no le pareció, el que yo fuera demasiado listo como para no caer en sus trucos baratos al igual que los demás jóvenes que había en el hogar. Fue una noche sin Luna , lo recuerdo vagamente además de ser un invierno muy crudo y no poseer mas que un abrigo algo raido. Eso fue lo único que le pude sacar a la señora .
Ella con la simple excusa de que ya estaba yo muy ¨mayorcito¨ para que me siguiera aprovechando de su muy ¨generosa¨ hospitalidad me dijo; bueno , !ni siquiera me dijo! solo me dio mi maleta con algunas de mis cosas ya que tan aprovechada era ella que me quito todo lo que me regalaron y solo me dejo lo viejo, y de este modo; me echo y después no quise saber jamás de ese lugar.
Creo que Dios no me dejaría desamparado y me dio a un amigo para compartir mi desdicha, se que no suena lindo compartir ese tipo de mala pasada, pero al punto que quiero llegar es que LaVine decidió por su propia voluntad irse conmigo. Lo primero en su mente fue ir por licor y como teníamos un poco de dinero decidí acompañarlo. Trate de que no gastaramos todo el dinero pero ya con los muchos tragos ni me interesaba el dinero hasta que quedamos en deuda con el cantinero.
El cantinero muy maliciosamente se aprovecho de nuestra embriaguez y no paraba de servirnos hasta que le quedamos debiendo el doble de lo que teníamos y ya viendo su ventaja sobre nosotros nos ofreció un trato, el cual consistía en trabajar para pagar y si al caso "nos gustaba" el trabajo podíamos quedarnos la cosa fue que nunca saldabamos la deuda y nos quedamos casi un año con el cantinero. Soportando todos sus maltratos por que siempre nos culpaba cuando algún ebrio sagaz se iba sin pagar la cuenta y nos tocaba unos golpes muy fuertes con un lazo.Pero no todo con el cantinero fue malo. A veces las malas experiencias te muestran diversos caminos a seguir y por esas experiencias puedes predecir lo que pasará después; como, cuando sales a ver el cielo y notas muchas nubes de maquillaje gris, ese día sales sin sombrilla y te mojas. Días después vuelves a ver el mismo cielo y ya sabes por la experiencia anterior que debes llevarte la sombrilla así fue con el cantinero, el no sabia las tretas que LaVine y yo le hacíamos a los desdichados ebrios para obtener dinero por si algún día escapabamos de ahí aunque pensándolo bien es mejor que el hogar de madame Tacchinardi.
Estamos exhaustos y un tanto desesperados por salir de ahí pero teníamos que sobrevivir y ese hombre, el cantinero de alguna forma inconsciente nos estaba enseñando a sobrevivir.
Duermo a la intemperie por que no hay mucho espacio en la bodega de la cantina y decidí que LaVine ocupará el espacio por que siento un poco de culpa al aceptar que viniera conmigo, por que así debe ser una amistad sincera en la que tu velas por las necesidades de la otra persona y tratas con tus medios hacerla sentir mejor pero no se trata de que solo des lo mejor de ti y no esperes algo a cambio pues eso sería muy frustrante en una amistad las dos partes deben velar por el bienestar mutuo y eso es lo que trato de hacer con LaVine por que no me juzga por mi forma de pensar al contrario me apoya, aunque la mitad del tiempo no sabe de lo que hablo, estamos esperando reunir una cantidad considerable de dinero para poder asestar nuestro golpe final a ese cantinero aprovechado.
Siempre que nos sentimos tristes y sin ningúna posibilidad de escapar nos decimos :
Aprende a sobrevivir, esta solo es una fase mala pronto vendrá lo mejor, pronto gozaremos libertad, tan pronto que seremos lo que nosotros queremos sin creencias ilógicas, sin miedos.
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El Cautivo
AdventureAdam solo lucha para sobrevivir en un época mas desordenada que su cabeza.