Confusión

2 0 0
                                    

La mayoría del tiempo desearía tener una clase de poder celestial o sobrenatural que me permitiera ayudar a los demás, para terminar con los problemas fácilmente pero algún propósito tendrán estos para existir y es esa la razón que quisiera explicar.

En estos momentos no se que hacer, son tantas cosas que pasan a mi alrededor que siento que se me escapan de las manos, en primer lugar esta la situación de la mudanza. Las señoritas Rachelli  no asimilan la idea y se niegan a dejar dicese su casa, la segunda es, las borracheras que se están haciendo un poco más frecuentes y me distorsionan mis ideas, mis sentimientos en fin me distorsiona todo y no puedo controlar mis emociones. En ocasiones siento un enorme nudo en la garganta y un dolor en el pecho y en otras ocasiones cuando vuelvo borracho a casa y siempre esta Michelle fastidiando he sentido la horrible sensación de querer golpearla, afortunadamente puedo controlar este impulso y serle indiferente como siempre lo he sido. Por último la situación del beso inesperado, no se que piensa esa chica ¡en serio! Ese impulso no es natural de ella y creo que se trae algo entre manos, solo espero que en sus planes no esté el engatuzarme con sus actos inesperados. Y se preguntaran por que alguien como yo no ha fijado mucho su atención a una chica como Michelle, primeramente tengo una opinión muy especial para el concepto de amor o enamoramiento y ella no entra en ese esquema y no explicaré las razones por no hacer muy romántico todo esto.

Caminando bajo la lluvia mirando a la blancuzca luna se acerca el día, tendremos que mudarnos y ellas han comenzado a asimilarlo solo espero se adapten al cambio.

Últimamente he tenido que olvidarme del mundo y casi no he tenido comunicación con LaVine que ya sospecha que algo me sucede,  pero no he permitido que me aconseje, no se que hacer, no puedo pensar con claridad y eso me preocupa pues estoy llevando una carga que quizás no me corresponde.

He salido temprano del restaurante y no soporto mi cabeza ni mi pecho creo que me estoy desquiciando, corro un poco mareado a la colina, he tropezado con alguien ha sido con Michelle ha estado llorando y me ha ayudado a levantarme, me esta hablando pero no logro entender nada, se oscurece mi visión.

¡No veo nada!

¡Maldita sea no veo nada!

Después de esto dice Michelle que me desmaye y fuimos al doctor que por fortuna es un viejo amigo de la familia Rachelli  por lo cual fui bien atendido, por boca del doctor supe que el alcohol es demasiado dañino para mi y que había abusado demasiado de él y que por el momento la ceguera se irá en unos cuantos días así que no podré trabajar, en pocas palabras la mudanza y el trabajo se posponen.

Me esta siendo horrible esta ceguera, amiga y consejera Luna ¿Cuando volveré a verte?

El CautivoWhere stories live. Discover now