- Vamos a la habitación - respondo y me mira con una sonrisa.
Apagamos la tele, y subimos las escaleras hacia mi habitación.
Al llegar nos metemos y cerramos la puerta con llave, para que nadie pueda molestarnos.
- Comencemos - dijo Jorge y atrapó mis labios con los suyos...
A la mañana siguiente.
Desperté, y sentí un gran cuerpo abrazándome, me giré hacia él, observe a Jorge dormir.
Recordé lo que pasó anoche. Lo había extrañado demasiado, cada roce suyo era entrar al cielo, fue algo hermoso.
- Buenos días preciosa! - dice Jorge con su voz ronca.
- Buenos días, cariño! - digo de una forma dulce.
- ¿Como despertaste? - pregunta, mientras nos acomodamos en la cama.
- De maravilla - digo con una sonrisa.
El sonríe al igual que yo, y me besa, pero el beso no es tierno, si no,muy salvaje.
- Te amo - dice Jorge cuando nos separamos.
- Yo más - digo y nos volvemos a besar.
- Creo que es hora de levantarnos - dice Jorge, pero yo me niego.
- Aún es muy temprano, aparte tengo frío - digo u me acurruco a su lado.
- Yo conozco una manera de hacer que el frío desaparezca - dice colocándose sobre mi.
- ¿Me la podrías mostrar? - digo con una sonrisa.
- Sería un placer...
- ¿Qué tenemos que hacer hoy? - preguntó agotada.
- Tenemos que verificar lo de las cenas de Navidad, buscar los preparativos, creo que es todo - responde Jorge.
- No me gusta hacer preparativos de las cenas de empresarios.
- Pero es parte de tu trabajo, y es tu obligación realizarlo.
- Tienes razón, pero creo que es hora de levantarnos porque los niñas se despertaran pronto - digo mientras me enrollo en una sabana para ir a tomar un baño.
- Yo iré a verlos - dice Jorge mientras se coloca el pantalón de su pijama y sale de la habitación.
Me ducho rápido, y cuando salgo me pongo esto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Planche mi pelo, me maquille poco y ya estaba lista.
Antes de salir recogí la habitación. Porque estaba hecha un desastre.
Baje las escaleras y escuche risas provenientes de la cocina, así que me acerqué y pude ver a los niños platicando con Jorge.