Pov Tini
- Martina! - dice Andrea.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó alterada.
- La pregunta correcta sería, ¿Qué haces tú aquí en Argentina? - pregunta mientras se dirige al living.
- Vine a visitar a mi familia - respondí seca.
- Y ¿Quien te permitió volver? - pregunta mientras observa los juguetes de Mia
que se encuentran tirados.- Yo, soy lo suficientemente madura para tomar desiciones.
- A mi... - es interrumpida.
- Mami! - me llama Mia bajando las escaleras.
Justo lo que menos quería, que Andrea viera a mi pequeña.
- Mia vuelve a tu habitación, iré en un momento - respondo sin mirarla.
- Claro que no! Vuelve aquí pequeña - dice Andrea y se acerca a ella.
Pero soy más rápida y tomo a Mia en mis brazos.
- No te acerques a mis hijas, nunca en la vida - digo y me aferro mucho más fuerte a Mia.
- Yo hago lo que quiero, cuando quiero. Y jamás te podrás deshacer de mí, siempre estaré detrás de ti, arruinando tu felicidad, espero disfrutes tu miseria de vida - dice y desaparece por la puerta principal.
- ¿Mami quién era ella? - pregunta Mia un poco asustada.
- Alguien muy mala, que solo quiere hacer daño - digo y ella solo asiente y me abraza.
Ahora estoy más asustada, porque se de lo que es capaz.
Al día siguiente.
- Mami, mami! - abro mis ojos y me encuentro con mi pequeña.
- ¿Qué pasa querida? - preguntó medió adormilada.
- Hay nieve afueda! - exclama muy emocionada, jamás había nevado en Italia, entonces era algo nuevo para ella.
- Que tal si te acuestas aquí con mami unos minutos y luego nos arreglamos para ir a jugar en la nieve.
- Siiii!! - responde mientras se mete bajo las sábanas y se acurruca a mi lado.
- Te amo mi pequeña.
- Yo más, mami. - hace una pausa - Estraño a Vane - admite.
Mi corazón inmediatamente se encogió. Esto era mi culpa.
- Pronto estará aquí contigo y conmigo - respondo y ella sonríe.
- Mami, quelo un helmanito - soltó de repente, yo solo me quede atontada.
- Pero si ya tienes 2 - le dije y ella negó.
- No, yo quelo oto helmanito - dice y me sonríe.
- Bueno, vamos a vestirnos para salir a jugar en la nieve - le digo, cambiando de tema drásticamente.
- Siii - dice y brinca en mi cama.
Me levanto y voy en busca de ropa, apropiada para la nieve. La visto, luego me cambio yo, desayunamos y cuando estamos completamente listas, caminamos hasta el parque que no está muy lejos de casa.