Master of Puppets

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- ¿Crees que en un mundo de mierda me dejaré robar el nombre?

Pasaron los meses, ya no hablaba con Andrés, Sofía, Luz ni Felipe, bien, era lo mejor para nosotros, el chico al cuál dejé de querer, me miraba, siempre, me sonreía, me saludaba y me hablaba, y se iba, nada más, estaba sola, no tenía un grupo de amigos, ni tenía amigos, Rodolfo había dejado la escuela, desapareció, me sentía más sola que nunca, no importaba, cuando cambió el año escolar, se disolvieron los grupos, quedé separada de los que alguna vez fueron mis amigos, y empecé el año con nuevas amistades.

Entre ellas estaba Mario, Diego y Pancha, me sentía bien de tener conocidos en un grupo, los primeros días me senté con Mario, no hacíamos nada más que tontear en clases, eramos un par de idiotas que los pasaban echando de clase, en esta escuela no estaba adelantada, pero casi todos eran un año mayor, no importaba, este año no importaba nada, ni nadie.

En una clase, tuvimos que hacer grupos, me uní al grupo de Mario, junto a otros compañeros, dos chicos, uno llamado Sebastián y Güido, y una linda chica apodada Connie, un grupo que no destacaba, las populares de la clase, donde por mala suerte estaba Josefina, nos habían apodado "Los sin vida", a Connie no pareció importarle, es más, le dió risa que se preocuparan hasta de ponernos un sobrenombre.

- En mis otras escuelas habían unas iguales o más tontas que estas- Me dijo un día- siempre, en todos lados serán así, deberíamos hacer algo- mordió una hoja de lechuga- como tirarles huevos o algo así, pagarles con la misma moneda.

- Me parece un buen plan- Y Mordisquee un tomate, Connie lo miró fijamente- ¿Qué?

- ¿Y si les tiramos un tomate? ¿En la mochila de alguna?- se rió de una manera malvada, las populares la miraron- ¿Qué miran? ¿Se les perdió algo?

- Cállate, imbécil- Gritó Daniela, la sub-líder del grupo, era enana y con frenillos, siempre usaba un tomate de peinado y era bruta, el grupo en el cual estaba era considerada un hombre.

- Me parece una buena idea, hagámoslo.

- Pero no ahora- dijo Diego metiéndose- Hola, las escuche, y estoy de acuerdo con el plan jeje.

- Hola Pou- dijo Connie- ¿Crees que la mezcla más el tomate les enseñe la lección?

- ¿La mezcla?- Pregunté.

- Yo y el Pou somos amigos desde hace tiempo, y hemos querido darle su merecido, tenemos planeada una mezcla asquerosa de huevos vencidos, orina, pescado, entre otras cosas.

- Me parece una buena idea también- y opiné- cuando se nos dé la oportunidad, lo haremos.

Los tres quedamos en acuerdo de no contárselo a nadie, bueno, a los de nuestro grupo, cuando terminó la hora de almuerzo, me senté con Diego, su grupo era algo distinto, de por sí, él era muy inteligente, dos de sus amigas también, y luego estaba Catalina, una pobre floja que sólo le copiaba a Diego, procuré no acercarme a ella al darme cuenta de que hablaba con Sofía por celular.

Cuando llego la hora de salida, todos se apresuraron por salir, viernes, ¿Qué tanta emoción? ¡Sólo tenemos dieciséis! muchos publicaban su "genial vida fumando y tomando" UH si, ya los quería ver a los 30 con miles de problemas médicos, salí sin cuidado de la puerta, empujando a cualquiera que estuviese en mi camino, Diego salió conmigo y caminamos hasta la parada de autobús, me dí cuenta de que tomamos el mismo bus, conversamos durante el trayecto y nos divertimos, Diego se bajó antes y me despedí, seguí el trayecto hasta el centro de la ciudad, cuando me bajé del autobús, caminé hasta el gran edificio, entré y caminé hasta el ascensor, subí en este y marqué la tecla nueva, año nuevo, vida nueva.

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⏰ Última actualización: Sep 24, 2017 ⏰

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