oLagrimas Con Sabor a Sangre

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No te pongas trsite, porque yo, te amo...- Anónimo

Caminé por el camino de cemento, caminé hasta que me dolieron los pies, llegué a la pequeña tumba y me arrodille ante ella, suprimo lo mas que puedo las lágrimas, pero estas caen, no las limpió, lloro todo lo que debía llorar, miro el cielo, las estrellas brillaban, pero la luna, grande, redonda, preciosa, como una gran perla, resplandecía tanto que tuve que entrecerrar los ojos para poder verla, sonreí, mi madre me decia que estaba bien a traves del brilla de la luna, me levanto del pasto, me sacudo los restos de hierbas y me despido de mi madre.

Camino por las calles hasta que llego a una plaza, no la reconozco, camino un poco mas y llego a otro lugar desconocido, esto no me gusta, estoy perdida en un lugar desconocido, de noche, hermoso, precioso, mi cuerpo se tambalea, debe ser por el frio, o porque no he comido en las ultimas 21 horas, estoy muerta de hambre, me siento en un banco, me agarro la cabeza con las manos, me duele mucho, demasiado, cuando estoy por caerme, veo una figura masculina acercarse a mi, no puedo hacer nada, cuando empiezo a caer, la persona me sujeta, lo único que salió de mis labios fue:

- Ayúdame...

Para luego caer en sus brazos, desmayada.

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Despierto, no siento frio, de hecho, esta tibio donde estoy, agarro algo y lo abrazo, luego recuerdo lo que sucedió antes de que me desmayara. un extraño me ha recogido, abro los ojos y me levanto de golpe, me siento en la mullida cama, toco lo que estaba abrazando, era una simple almohada, la miro fijamente y me doy cuenta de que esta humeda, y hay sangre impregnada en ella, algo pasó, y quiero saberlo.

Bajo los pies de la cama, el piso esta frío, me acerco a una puerta cercana, la abro y esta el baño, es pequeño, pero cubre las necesidades de una persona, abro la llave del agua y me lavo la cara, cierro la llave y salgo del baño, ahi esta, el desconocido que me ha traido a su hogar, lo que me sorprende es que tiene mi edad, o eso aparenta, y es más bajo que yo, camino lentamente y me siento a su lado, cuando el se atreve a dar el primer paso.

- ¿Qué hacias en el parque tan tarde?

- Púes nada, me había perdido buscando mi casa.

- ¿De donde eres?

- Del centro.

- ¿Te gusta caminar eh?, Linda, estas en Maipú.

Maipú.

Maipú....

- Ah, pero no venía directamente del centro.

- ¿De donde venías entonces?

- ...-. No le puedo decír que venía del cementerio, asique decidí mentirle- De casa de mi madre.

- ¿Separados?

- Sí- Otra mentira no le hará mal a nadie ¿Cierto?- Gracias por todo, pero me debo ir.

- No creo que puedas irte de aquí- Su voz suena trsite, melancólica- Estas en mi casa, y para mala suerte tuya, mi hermana estudia medicina, y para tu peor suerte, ella te vendrá a revisar.

- Espera un poco eh, no dejaré que me vea nada, me vale que estudie medicina.

- ¿Qué no vea qué? ¿Tus cortes? ¿Tu anorexia extrema? ¿Eso?, Linda, ella ya te vio- Sonríe tristemente, algo me esconde- Te acabo de pasear, já.

- Ugh...- Iba a contestarle cuándo alguien entra en la habitación, es una chica blanca, muy quiza, pero tenia las manos morenas, su pelo esponjado causaba gracia, y tenía un trasero, que superaba a Nicki Minaj.

Historia de una suicida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora