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" Entre tiempos de idiotas, ¿Lo que buscas es un ideal? "

 El ascensor subía lentamente, Catalina me jaló el sweater, la miré y ella estaba mirándome preocupada, la tomé en brazos y empecé a girarla, se rió y la bajé, el ascensor llegó a nuestra planta, nos bajamos del ascensor y caminamos al departamento, entramos en este y colgué mi bolso en una silla, Catalina fue corriendo a nuestro cuarto, supongo que a cambiarse de ropa, me senté en el sillón, me sentía de un humor excelente, espera, ¿Qué?


- ¿¡QUÉ!?- Chillé- QUE RAYOS ACABA DE PASAR.


Estaba siendo envenenada con amor, no, no,  ¡No!, me despeiné el cabello cada dos por tres tratando de entender que había pasado hace pocos minutos atrás, no me sentía molesta en lo absoluto por lo que había sucedido, de hecho, me sentía muy a gusto, pero, con lo que acababa de pasar, ¿Eso significa que le gusto a Javier?


- ¿Pasó algo?- Ángel entró por la puerta, obvio, no iba a entrar por la ventana- Tu grito se escuchó desde afuera.

- Ángel, necesito tu ayuda- Lo tomé por los hombros.

- Mmmh, ¿Y qué ganaría yo si te ayudo?.

- Lo qué desees.

- ¿En qué te puedo ayudar?

- ¿Cómo sé si me gusta alguien?

- ¿Eres estúpida?- me miró y empezó a reírse- Sácate las bragas y tíralas al techo, si se pegan, es porque te gusta.

- ¿Qué?- No entendía a que se refería, hasta que pensé- imbécil.

- Era broma, estúpida, supongo que sólo piensas en él todo el tiempo, cuando estas con otros, piensas que estas como traicionándolo, te gustaría saber que pasa en su cabeza todo el día, qué es lo qué él piensa de tí, etcétera, etcétera- Me miró de reojo- ¿Por qué? - Sacudí la cabeza- ohhhhhhhhhhhh, ¿Te gusta el chico de hace dos días?

- ¡No no!- me apresuré a inventar una excusa- sólo leí un libro y quería saber que se sentía.

- Hermana, es la peor excusa que he escuchado en años, y créeme, he escuchado malas excusas en mucho tiempo.


Miré feo a Ángel, tomé mi bolso y fui a mi cuarto, Catalina estaba haciendo unas tareas de pintar unos dinosaurios, al verme en la puerta sonrío y puso la vista en su tarea nuevamente, suspiré y dejé el bolso en el piso, me empecé a desvestir hasta quedar en ropa interior, busqué una playera cualquiera y me la coloqué, me puse unas calzas y me senté al lado de Catalina a hacer algunos deberes de Biología, aún con el libro de Biología y la libreta llena de apuntes, no podía hacer los deberes, sólo podía pensar en él.

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Hora y media más tarde, logré avanzar un poco en los deberes, era imposible que me hubiese distraído tanto, Catalina estaba con Ángel, se había ido hace bastante rato al ver que no podía hacer mis deberes, me enojé conmigo misma por hacerme pensar en él, no quería, pero su imagen volvía a mí una y otra vez, maldición, seguí en mis deberes escuchando música, en un instante dejé de pensar en él, no pensaba en nada, y ahí empecé a terminar los deberes.


Felicidad extrema, eso sentí cuando termine los deberes, y la débil melodía cantando la última frase "Eso es todo lo que soy", sonreí, salí de mi cuarto y vi una imagen muy adorable y digna de presenciar por mil años, Catalina estaba durmiendo encima de Ángel, qué también estaba dormido, pensé en la pobre espalda de Ángel, busqué una manta y se la coloqué encima, camine hasta la cocina y saqué una naranja, podría comerme un elefante del hambre.

Historia de una suicida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora