Historia de una suicida.

¿Buenas o Malas Amistades?

~Nani? Ie ie, demo, sukteny in... demo ... *Shits* hahaha, sayonara mommy- Qué? no no, pero

. cobarde soy... *Llora* hahaha, adios mami.

Caminé por las aceras de la ciudad, con pasos perdidos llegué a un Internado, suspiré y me fijé en algo, era donde estaba Rodolfo, sería bueno ir a verlo, camino y entro en el internado, no saludo a la recepcionista, m iro a mi alrededor y hay varios chicos y chicas, todas sus miradas estan vacias, camino y subo las escaleras, cuando llego a el piso ocho y camino, entro a su habitación, esta vacía, una lágrima rebelde escapa de mi ojo y no la limpio, rompo en llanto, lloro hasta no dar más, agotada me quedo dormida encima de la cama.

{...}

Abro lentamente mis ojos para luego reconocer donde estaba, estaba tapada, tenía una camisa que no era mía, moví un poco mi mano, cuando la logre sacar, escuche un gruñido.

- No te muevas tanto- Susurro Rodolfo para abrazarme y dejarme inmovil.

- Súeltame ya- Dije riendo.

-No

-Por favor...

-No

- ¡Dejame salir joder debo ir a mear!- Chillé, me soltó y sonreí victoriosa, camine hasta el baño y cerre la puerta, me veo en el baño y ahi estoy, la camisa era manga corta, pude ver mis cortadas, me tapaba todo el muslo, me llegaba a la rodilla, me levanto la camisa y veo más cortes, me miro nuevamente en el espejo y un sollozo escapa de mi boca, no puedo y vuelvo a llorar, caigo a el suelo de cuclillas al suelo, tapo mi cara con mis manos y lloro, la puerta se abre y lo veo, su cara esta llena de preocupación, de seguro me ha escuchado mientras lloraba.

Vuelvo a tapar mi cara con mis manos, el se acerca a mi y me abraza yo correspondo a ese abrazo, estamos así como tres minutos hasta que el habla.

- Los he visto.

- ¿Qué? -Balbucee

- Tus cortes, los he visto- Dijo con una voz seria, le miro a los ojos y no puedo evitar que mis ojos se cristalezen nuevamente para llorar- Unos pocos es normal, pero los tuyos son excesivos, tambien he visto que tienes anoréxia, debes parar, esto ya es serio, puedes morir por eso.

- ¿Y eso qué? Ese es mi deseo de cada cumpleaños, morir, y lo sabes muy bien.

- Te hare recapacitar, por las buenas o por las malas.

- Intentalo- Le digo con voz burlona, salgo de su agarre y me voy a su habitación, entro en las sabanas, intento pegar el ojo y lo logro.

{...}

Nuevamente despierto, Rodolfo esta durmiendo, no me importa, me paro y me pongo mi ropa, no me despido de el, salgo por la ventana y caigo en el piso, unos chicos que estaban fumando por ahi me miran y hablan de mí, me les acerco.

- ¿Qué pasa pequeñaja?- Dice uno de ellos.

- No soy... Ok, lo acepto, soy baja- Acepto mi derrota.

- Ese salto estubo demaciado bueno, ¿Como le has echo?

-Ni idea, solo salte.

- ¿Fugitiva de un Internado?, Uh, te llevaremos- Dijo una chica en tono de burla.

- No, estaba visitando a un amigo- Dije aburrida.

- Yo creo que deberíamos llevarla- Opinó una chica.

- Quizá no le guste, ella no parece como nosotros- Añadió otro chico.

- ¿Llevarme a donde? ¿No parezco qué?- Dije desesperada.

- Púes- El chico se rasco la nuca- Te queremos llevar a nuestro refugio, pero... debes ser... emo para entrar...

- ¿Emo?- Pregunté inocentemente.

- ¡¿Ven?!- Chillo la chica- ¡No es como nosotros! ¡Ella no sabe lo que es el dolor!

Cuando dijo eso, exploté.

- ¿No se lo que es el dolor...? Aver querida, me violan cada noche dos hombres, vi a mi madre morir, soy anoréxica, sufro bullying, ¡¿Crees que no se lo que es el dolor?!-Chillé.

El grupo de chicos me veía impresionado, lágrimas de rabia e impotencia salían descontroladamente de mis ojos, un chico se acerco a mi y me puso la mano encima.

- Todos sentimos el dolor, eres bienvenida, pequeñaja.

Le miro y le abrazo fuertemente, lloro por unos cinco minutos y levanto la cabeza.

- Lo siento- Balbucee- Se que... no son amantes de el contacto físico.

- No importa, ya me has tocado pequeñaja- Dijo y me separo de el- ¿Quieres venir a nuestro 'Refugio'?

- Vale- Sonreí emocionada, los chicos empezaron a caminar en silencio y yo les seguía, caminamos y llegamos a una especie de casa/Iglesia, lo miré por un largo rato, hasta que una voz me saco de mis pensamientos.

- ¡Eh pequeñaja!- Gritó el chico, voltee a verlo- ¿Vienes?

- Si- Dije acercandome a el, me guió hasta el interior y todo, pero todo era negro, me acerque a un hermoso perro color blanco este me miro y me gruño, me aleje de este y me acerqué a el chico de antes, me fije detalladamente en el, Tenía una cabellera color azcabache, su piel demaciado blanca como para ser de este país, le mire los brazos, estaban con muchas cortadas, casi o muchas mas que las mías, sus ojos eran de un castaño oscuro, era alto, demaciado, o yo era muy baja, por su estatura le daría unos 15, Se percato de mi mirada y se acercó a mí.

- Soy Fabían, el mayor de aquí, tengo 16- Dijo este, asentí con mi cabeza.

- Yo soy Audomira, tengo 14- Esta chica tenía el pelo castaño oscuro y unos ojos verdes, era preciosa.

- Yo soy Ángel, tengo 13- Este chico tenía mi edad pero era flacucho y alto, debía medir unos 1,70, su cabellera negra y sus ojos café, eran hipnotizantes.

- ¿Y tu quién eres pequeñaja?

- Yo soy Carla, Tengo trece.

- Uh, pequeñita, igual que Ángel- Se burlo Audomira, iba a contestarle cuando suena su móvil, lo saca y le ve, maldice y se va.

- ¿A donde va?- Pregunté.

- A su casa, va a bucar a su hermanita, Emilia, tiene siete- Dijo Fabián.

- Ah, se que no sera de mi incumbencia pero, ¿Por qué la va a buscar?

- Su padre maltrata a Audomira, la violó unas tres veces, ella paga por su hermanita, no quiere que la dañe, su madre se fue con otro tipo de por ahí.

Asentí, en resumen, es como yo, pero ella debe cuidar a su hermanita, siento unas ganas de llorar, las reprimo.

No.

No.

No.

No.

Mierda.

He vuelto a llorar.

).( Anoréxica.

(.) Gorda.

|.| Perfección, ¿Qué mierda con la sociedad?