This Is The Happiness And Mind Comitee.

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"Miedo, miedo, no me gustan las cosas que dan miedo, por eso, no quiero ir a dormir"

Miré el gran sauce que estaba en el patio de la iglesia, el viento sacudía violentamente al viejo árbol, la lluvia había terminado convirtiéndose en una tormenta eléctrica, hoy no iría a "casa", pensé en cómo estaría Luz, Andrés e incluso la agradable Sofia, en verdad me hubiese gustado ser amiga de Sofia, pero se veía tan lejana a mí.

Negué, si me hacía su amiga, la podría destruir, era algo que yo no deseaba, el viento estaba mas fuerte, podía ver como el árbol se quejaba, no físicamente, claramente, pero se le notaba, quería hacer algo, el día estaba malditamente aburrido, debía salir, pero, no tenía lugar a donde ir, no quería ir a casa de Andrés, ni donde mi padre, mi padre.

Debía pensar bastante bien mi respuesta, porque obviamente podría estar mintiendo, o tal vez no, ¿Quería volver al lugar donde fui criada, pero a la vez maltratada?, Habían bastantes recuerdos ahí, siempre me pregunto por qué mi madre, a pesar de ser maltratada múltiples veces, se quedó al lado de mi padre, defendiéndolo, apoyándolo y queriéndolo.

Supongo que así funciona el amor, no quería enamorarme, tenía miedo, pero si lo miras de una parte, si llegase a estar en una relación, en algún momento se necesitará el sexo, pero no estaba lista para estar de novia con alguien, no, normalmente, todo sería besos, amor, y claro, sexo.

¿En qué demonios estaba pensando? Necesitaba pensar en sobre ir o no donde mi padre, pero bueno, el amor también me llegaría en algún momento, de quién me enamoraré, ¿De Rodolfo?¿De Andrés?, no lo sé, no lo tenía claro.

Dejé de pensar en eso, de verdad quería ir donde mi padre, pero sabia que sería una tonta a ojos de otros, pero sonó muy convincente, como los anuncios de la televisión, quería conocer a mi hermanastro, quería hacerlo, quería verlo, quería conocerlo.

Debía ir, no mañana ni pasado, hoy, debía ir hoy, me levanté del sillón y empecé a buscar a Rodolfo, no estaba, había salido, me sentí algo sola, no había nadie, sola, como siempre.

No quería seguir ahí, tomé un paraguas y salí de la iglesia, la tormenta estaba inundando la ciudad, abrí el paraguas y Caminé bajo el, no quería resfriarme, caminé unas cuadras, las cuales estaban muy mojadas y habían charcos en todas partes, evité los charcos, vi el edificio, entré en él, oscuro , muy oscuro, así se encotraba el recibidor, apenas unas luces iluminando, aterrador.

Caminé por el gran recibidor hasta llegar al elevador, subí y se tambaleó un poco, apreté la tecla que hace hace ya mucho tiempo no tenía el numero 9, el elevador subió flojamente piso a piso, se tambaleaba, hubo un estruendo y el elevador se detuvo en el piso 6, me asusté, una falla técnica, justo hoy, maravilloso.

El elevador empezó a hacer ruidos que me hacían sobresaltarme en todo momento, hubo una sacudida violenta que me hizo caer y empezó a andar flojamente, luego de ocho minutos, pude llegar al piso nueve, me sentía algo mareada, no volvería a subirme a ese elevador.

Caminé temblorosa hasta la puerta del departamento de mi padre, cuando tuve enfrente la ya desgastada puerta caqui, toque temblorosa el timbre, las manos me tiritaban como si fuera una gelatina, tres segundos mas tarde me abrió un chico de 14 años, me miró con ojos de serpiente, me miró fijamente a los ojos, yo le devolví la fría mirada, lo identifique claramente como mi hermanastro, mi padre apareció de repente por el umbral,

- Pensé no vendrías.

- Me iré entonces - Dije algo molesta.

- Papá, ¿quién es esta perra? - Dijo enojado el niño que claramente, ya me odiaba.

- Ángel, no le hables así a tu hermana mayor- dijo mi padre algo enojado- castigado hasta el martes.

- Papá no me puedes castigar por decir la verdad- Me apuntó con el dedo-Tiene pinta de zorra barata, de las peores.

- Tú nombre no concuerda para nada con lo que eres en realidad- Escupí las palabras- No es mi culpa que tu seas un niño malcriado.

- Y tú qué, te apuesto que ni novio tienes.

- No necesito a alguien que se irá cuando se aburra, ahora, con o sin vuestro permiso entraré.

Entré enojadísima a el pequeño departamento, había una niña más pequeña de cuatro años jugando con la que, supongo, ahora es mi madrastra, la niña sonrió y se acercó a mí, se aferró a mi pierna y se sentó en mi pie, conozco este juego, tienes que llevar a los niños por un tiempo indefinido en tu pie, sin que se caiga.

Suspiré y empecé a caminar con la niña sentada en mi pie, no pesaba tanto, llegué a mi habitación, la puerta seguía igual, la niña se paró, se sacudió el pequeño vestido y se despidió de mí para desaparecer en el comedor, adorable, muy, demasiado adorable.

Entré en mi habitación, seguía igual, la cama, el clóset y el mueble caqui, todo seguía en su lugar; había cumplido 15 hace tan poco tiempo, que me sentía una idiota, no sé por qué, Me senté en la cama, estaba blandita, pronto empezarían las clases, no quería ir, pero debía ir, sólo había pasado por los exámenes libres que había logrado pasar.

Quería hablar con mi padre, debía hacerlo antes de venir como si nada y quedarme, me levanté de la cama, abrí la puerta y ahí estaba nuevamente la niña pequeña.

- Mamá dice que vengas a comer con nosotros, ha hecho una comida que le queda muuy bien.

- ¿Ah sí? - Le tomé la mano y le sonreí- Pues vamos a probarla juntas.

- Me llamo Catalina, ¿Tu nombre es?- Ella sonrió.

- Soy Carla, tu hermana mayor creo.

- ¡Que cool! Ángel nunca dice que somos hermanos en la escuela.

- Que pena, se pierde que le pregunten de una niña tan bonita como tú.

Llegamos al comedor, mi padre y mi madrastra estaban sentados y hablando animadamente sobre lo bien que se vería Ángel con el uniforme de secundaria, de la nada aparece un chico, ( de la que suponía yo era la habitación de Ángel ) y se sentó comodamente, era feo, no soy quien para hablar de gustos, pero este era de los feos con ganas.

- Oh bueno...- Mi madrastra saludo al chico y luego sonrió- Que bueno que nos hagas compañia hoy, Germán, tenemos una nueva miembro en esta familia, ella es Carla.

- Oh, bueno, hola...- Se paró torpemente- soy Germán, soy el novio de Ángel, espero que me veas muy a seguido por acá, y bueno...

- Cállate, deja de decir cosas innecesarias- Ángel estaba enojadísimo- No le hables a esta perra, te vió y ya te debe tener ganas.

- Claro, me va a gustar un gay, por supuesto angel, mi amor.

- No me llames así, perra.

- Cállate, imbécil.

- Paren de pelear. - Dijo mi padre enojado, trató de agarrarme del hombro pero yo le pegué a su mano.

- No me toques, no confío en tí, no creo llegar a hacerlo- enojada, tome una manzana que estaba en la frutera y me fui a mi habitación, la cerré fuerte y le puse pestillo- Imbécil, no debí haber venido.

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y todo este cápitulo escrito desde un celular en miniatura, cool no?
JAJSJSHDH, calmao' el próximo cápitulo será mejor que este asi que mueran esperando otro mes, gracias a mi psicóloga por bajarme la dosis de pastillas, parecía zombie, ¡Feliz Halloween!

Con amor del bueno,
La tía Lore.
( La foto tiene publicidad abajo JAJAJAJA, soy tan pobre.)

Historia de una suicida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora