A Margarita Debayle.

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Bueno antes de leer sepan que este poema es de unos de los mejores poetas de Nicaragua quien un 6 de febrero de 1916 falleció y aun con los años aprendo cada día mas de él, uno de los motivos por lo que me gusta la poesía.

Margarita, está linda la mar, 
y el viento 
lleva esencia sutil de azahar; 
yo siento 
en el alma una alondra cantar; 
tu acento. 
Margarita, te voy a contar 
un cuento. 

"Éste era un rey que tenía 
un palacio de diamantes, 
una tienda hecha del día 
y un rebaño de elefantes. 

Un quiosco de malaquita, 
un gran manto de tisú, 
y una gentil princesita, tan bonita, 
Margarita, tal bonita como tú. 
Una tarde la princesa 
vio una estrella aparecer; 
la princesa era traviesa 
y la quiso ir a coger. 

La quería para hacerla 
decorar un prendedor, 
con un verso y una perla, 
una pluma y una flor. 

A princesas primorosas 
se parecen mucho a ti 
cortan lirios, cortan rosas, 
cortan astros. Son así. 

Pues se fue la niña bella, 
bajo el cielo y sobre El mar, 
a cortar la blanca estrella 
que la hacía suspirar 

Y siguió camino arriba, 
por la luna y más allá, 
mas lo malo es que ella iba 
sin permisio del papá. 

Cuando estuvo ya de vuelta 
de los parques del Señor, 
se miraba toda envuelta 
en un dulce resplandor. 

Y el rey dijo: "Qué te has hecho? 
Te he buscado y no te hallé; 
y que tienes en el pecho, 
que encendido se te ve?" 

La princesa no mentía. 
Y asi, dijo la verdad: 
"Fui a cortar la estrella mía 
a la azul inmensidad". 

Y el rey clama: "No te he dicho 
que el azul no hay que tocar? 
Qué locura! Qué capricho! 
El Señor se va a enojar". 

Y dice ella: "No hubo intento; 
yo me fui no sé por qué. 
Por las olas y en el viento 
fui a la estrella y la corté".

Y el papa dice enojado: 
"Un castigo has de tener: 
vuelve al cielo, y lo robado 
vas ahora a devolver". 

La princesa se entristece 
por su dulce flor de luz, 
cuando entonces aparece 
sonriendo el buen Jesús. 

Y asi dice: "En mis campiñas 
esa rosa le ofrecí; 
son mis flores de las niñas 
que al sonar piensan en mí". 

Viste el rey ropas brillantes, 
y luego hace desfilar 
cuatrocientos elefantes 
a la orilla de la mar. 

La princesa está bella, 
pues ya tiene el prendedor 
en que lucen, con la estrella, 
verso, perla, pluma y flor. 

Margarita, esta lindá la mar, 
y el viento 
lleva esencia sutil de azahar: 
tu aliento. 

Y que lejos de mí vas a estar, 
guarda, niña, un gentil pensamiento 
al que un día te quiso contar 
un cuento. 

Espero les guste Autor: Rubén Darío

LOS 22 [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora