ESTOY FRENTE A UNA PANTALLA, DESCONOCIENDO EL LUGAR, A QUE HORA ESTAS LEYENDO ESTO, HOY ES 17 DE FEBRERO DEL 2020 ESTOY EN MI HABITACIÓN SENTADO, CON UNA TERRIBLE PEREZA, SON LAS 1:24 DE LA TARDE AÚN NO HE ALMORZADO, SIN CAMISA Y UN PANTALÓN NEGRO...
Hallé un cabello tuyo dibujado en mi camisa combinando con una mancha de tu labial, ya que tus sensuales labios volviste tiza y sentía que cada trazo que diste no era trivial.
A pocas horas de abrazarnos la madrugada entre mis brazos desvanecías como la arena, yo era la marea embravecida que te arrastraba bajo la luna entre espuma a esa insólita faena.
Sonrío, aún impregnado de tu exquisito sudor que como vino fino en tu cuerpo se destiló, y yo de bohemio empedernido a su labor me volví el caballero ebrio que lo contempló.
Y la expresión de tu rostro era tan mágica tan única y caótica, sádica, no parecías vos, me perdiste en el ritmo de tu mirada laica que me deleitaba achinada, sutil y feroz.
Tus manos eran dilema perdido sin razón tus manos eran cadenas que me aprisionaron, acariciaron tan suave mi pecho y corazón que entre tus dedos mis latidos danzaron.
Hallé parte de tu alma sobre mi cuerpo que de tan frágil se fragmentó al amanecer, cuando en tu último suspiro borraste tus miedos luego tierna dormías adornada de mi querer.