El vagabundo y la dama.
En las largas noches del despiadado enero
se sumerge el frío dentro de mis huesos,
en un callejón silencioso y estrecho
vestido de negro, abrigado de duelo.
Y vi su figura hermosa y arrogante de lejos
pero sentí extraño su corazón ir tieso,
al ver su mirada como un candil viejo
con el poco brillo que deja el tiempo.
Me ha ido tan mal, tan mal me ha ido
que de la calle soy el bufón del martirio,
pero ella de ganar se había convencido
que hasta sintió mi amor le daba fastidio.
Aun conservo el anillo que me devolvió
y ella de elegante seda y fina tela vestida,
jamás supo del calor humano que perdió
porque veo su mirada hueca y afligida.
Con intensiones de llorar toma una silla
pide café para dos, pero, nadie llega,
el tiempo pasa y finge que se maquilla
se levanta lento y camina como ciega.
Con la vista perdida sobre la acera
entre la multitud de personas, sola,
yo suspiro un poco casi sin fuerzas
misma miseria en diferente cacerola.
Bryan Salinas
08/01/21 Nicaragua.
ESTÁS LEYENDO
LOS 22 [FINALIZADO]
PoesiaESTOY FRENTE A UNA PANTALLA, DESCONOCIENDO EL LUGAR, A QUE HORA ESTAS LEYENDO ESTO, HOY ES 17 DE FEBRERO DEL 2020 ESTOY EN MI HABITACIÓN SENTADO, CON UNA TERRIBLE PEREZA, SON LAS 1:24 DE LA TARDE AÚN NO HE ALMORZADO, SIN CAMISA Y UN PANTALÓN NEGRO...