Con mis ojos fuertemente cerrados, me quede en la misma posición por bastantes minutos. Era extremadamente doloroso, mas yo no podía ni intentar dejar de pensar en Vero. La imagen de su rostro sonriente, radiante, apasionado venía a mi mente, pero luego llegaban los ojos verdes de la profesora Jauregui y realmente me hipnotizaban.
Me abrace, sintiendo la punta de mis dedos cada vez más fríos. Y abrí los ojos, mire el vidrio modado delante de mi, donde había un pequeño estante con mi shampoo, acondicionador y jabón. En una esquina estaba mi esponja prácticamente intacta.
Tomé la esponja, frotándola contra el jabón para hacer suficiente espuma, comencé a frotarlo contra mi cuerpo, con un movimiento un tanto masoquista, comenzando por los brazos y por el resto de mi cuerpo. Mi piel se empezó a tornar roja debajo de una gruesa capa de espuma. Desesperada pasé la esponja con más fuerza por cada lugar que me recordara todo lo que Lauren y yo habíamos hecho. Un enorme nudo estaba formándose en mi garganta, pero me prometí que no habría alguna lágrima por ella...No por Lauren.
Aquello había pasado por un momento de locura, nunca pasaría de nuevo. Vero no tendría por qué saber , no había ningún sentimiento, nunca existió y nunca existirá. Y por todos los aspectos que tomaban a 2 personas diferentes, guarde este error para mi, en una parte desierta de mi memoria, donde nadie puediera sacarlo.. Era eso, Asunto acabado.
Me deje caer en el suelo, cansada y sin aliento por el esfuerzo con la esponja. Puse mi cabeza en la pared, mi piel se erizo por el agua helada que me caía y miré al vacío por un tiempo. Totalmente entumecida. Había tomado una decisión. Yo sabía que no sería capaz de volver a ver a Vero nuevamente sin recordar lo que había pasado, más Vero no merecía ser engañada, y yo sabía que no se lo merecía, más yo era egoísta como para decirle la verdad y verla como me abandonaba.
Después de un tiempo que no pude calcular, oí golpes en la puerta de mi cuarto. Las ignore totalmente, no estaba en condiciones de hablar con alguien. Me sentí un poco más tranquila, más no completamente para volver a la realidad. Fue cuando escuche una voz inesperada del otro lado de la puerta.
-¿Camz?
Miré en dirección de la voz, como si haciéndolo pudiera ver de quien era la voz era la que yo estaba pensando. Con cuidado de no resbalarme me enjuague la espuma y salí del baño con una toalla y otra en el cabello. Caminé hasta la puerta y esa voz nuevamente hablo, como si fuera para confirmar mis dudas:
-Camz?
Tragué en seco, preguntándome si ella notaría mi forma extraña que tenía de animo... Ignoré sus preguntas y abrí la puerta, encontrándome con Dinah.
-¿Qué estás haciendo aquí?- Murmuré, más mi voz fallo, y solo pudiendo sonreírle de una manera casual.
-Tu madre llamo a mi casa, diciendo que tu estabas actuando extraña y decidí venir para investigar- me respondió con el ceño un poco fruncido por preocupación
-¡Que estupidez! No hay nada malo en mi- mentí, sintiendo mis rodillas resbalándose...pero seguía firme. Dinah entro a la habitación, y cuándo dije que cerrará la puerta, ella me tomo de la muñeca con una expresión un tanto confundida.
-Ok ¿Qué fue lo que paso?- ella pregunto, de una manera horrorizada, y yo mire en dirección a ella. Manchas rojas e irregulares coloreaban mis brazos desde los hombros a las muñeras. Y aún no era capaz de sentirme limpia.
-Yo...Yo no sé- tartamudeé, cerrando la puerta cortésmente- Ha de ser alergia a ....alergia a algo.
-¿Cuándo te darás cuenta de que tus mentiras no me convencen?- Dinah dijo, con voz grave, trasbordando seriedad a través de sus ojos- Nada está bien contigo, claro que no. ¿Qué paso?
-¡No pasó nada!- Exclamé, un poco más alto de lo que pretendía, porque mi voz era temblorosa y un tanto chillona. Ocultar cualquier cosa de ella no era nada fácil, mucho menos una cosa como esa, ni yo sabía dónde guardarlo para mí misma, pasar de que lo intentaba con todas mis fuerzas.
-Camila, por el amor de Dios- ella me llamo, ligeramente en estado de shcok por mi reacción, cuándo yo camine enérgicamente en dirección a mi armario- Sabes que puedes confiar en mi, no necesitar mentirme
Como pude, me escondí detrás de las puertas de mi armario, si dejarla ver mi cara y suspiré, irritada. Ella no debía de estar allí, yo necesitaba un tiempo sola para pensar, antes de hablar con alguien. Más ahora, no podía echarla sin crear sospechas. Ella me siguió y se sento en mi cama, detrás de mi, mientras yo juntaba fuerzas para hablar.
-Ya te lo dije, estoy bien, debe ser alguna alergia- murmuré, sin coraje para mirarla. No podía seguir hablar. ¿Qué más podía decir?. Oí a Dinah resoplar atrás de mí, mientras yo agarraba un poco de ropa, y me estaba iniciando a dar cuenta de la situación, iba de mal en peor:
-Es inútil Camila que me sigas mintiendo y voy a salir de aquí cuándo me digas como llegaron esos mmm "rasguños" ahí.
Tragué en seco, sabiendo que ella hablaba en serio por el tono serio de su voz. Cerré mi armario, con ropa interior, blusa y shorts en mi mano y me volví hacia ella, derrotada. Sabía que iba a pasar, la preocupación en sus ojos hizo una ola de incertidumbre correr a través de mi espina dorsal.
-Yo me las hice...
-¿Tú? ¿Por qué?- ella murmuro, con un tono aún más horrorizado y yo sentí que mi garganta se cerró por completo. Ahora que me miraba, diciendo lo que habia pasado, parecía imposible, pero al mismo tiempo, mentirle estaba fuera de la discusión. Ella sabía leer a través de mi expresión, sentir nerviosismo en mi voz, no importaba que tan convincente fuera mi mentira.
Yo no dije nada por algunos segundos, y la firmeza en mi mirada no duro mucho. Necesitaba una coartada para no enfrentarla, fingi estar concentrada en vestirme, casi cayendo nerviosa por meter mis piernas a través de los agujeros de mis shorts.
-Si no me quieres contar, esta bien- Suspiro, cuándo yo terminaba de ponerme la blusa, y sin mirarla, pude sentir sus ojos fijos sobre mi- Por lo menos déjame ayudarte. En cualquier cosa
-Nadie me puede ayudar- suspire, entrando al baño para peinar mi cabello, y ella me siguió, desviando mis ojos de ella en el espejo.
Nos tornamos en un silencio un poco tenso, terminé de peinar mi cabello y yo me giré hacia a ella, cruzando los brazos a la altura de mi pecho. Dinah me miraba con súplica en su mirada. No podía huir de mi propia conciencia, menos cuándo ella tenia por nombre Dinah Jane. Respiré profundamente antes de hablar, y mi voz se escapó de entre mis labios con un susurro apenas audible:
-Yo...engañe a Vero.
Dinah abrió sus ojos, totalmente en forma de sorpresa y espere que el shock de mi revelación pasara y ella fuera capaz de hablar. La mire firmemente, intentando parar de temblar
-C...¿Con quién?- ella tartamudeó, algunos segundos después y pude sentir una punzada por su manera de preguntar.
Cerré mis ojos con fuerza, ordenando a mi cuerpo que dejará de pensar en ella, pero fue en vano. Cuándo las palabras de mi boca salieron, aún más bajas que la otra vez, pude sentir los cabellos de mi nuca erizarse de inmediato.
-Con la profesora Jauregui
Dinah no se movio, y por un tiempo no pude mirarla, estuvimos inmóviles y silenciosas, cada una ocupada en sus propios pensamientos.
-Yo...yo no sé qué decir- ella susurro, pareciendo luchar con su mente para crear palabras, y a pesar de no estar viéndola, percibí que ella soltó una risa sorpresiva- Tal vez pueda comenzar con un "Ya lo sabía"
Fruncí mi frente y levante el rostro para verla, sin entender. Ella me miro con sus ojos y sonriendo. Mis ojos la miraban, completamente confundida, y no tuve que decirle algo para que ella continuara:
-Desde el comienzo, desde que tu y la profesora Iglesias comenzaran toda su historia...siempre supe que esto iba a terminar pasando. Hablo enserio Camila, al final siempre te quedas con la persona equivocada.
Juro que intente abrir la boca para decir algo, más mi voz no salió. Mi indignación era mayor que cualquier cosa. ¿Cómo que yo siempre terminaba con la persona equivocada? Yo no iba a terminar al lado de Jauregui, Aquello solo fue un desliz, un impulso no deseado
-Pero aún así ¿Cómo estuvo?- ella sonrió, adoptando una expresión curiosa- No necesitas entrar en detalles, pero me conformo si me dices si estuvo bien, o no
-¡Dinah!- exclamé cuándo recupere mi voz- Te estoy diciendo que engañe a Vero ¿Y todo lo que tú dices es preguntarme si estuvo bien?
Ella guardo silencio por algunos segundos, asustada, hasta que volvío a hablar tímidamente y en un tono más bajo:
-No fue exactamente lo que yo te pregunte, más da lo mismo
-¡Dinah!- hable de nuevo, caminando de regreso al cuarto, pasando mis dedos entre mi cabello de una manera desesperada- ¿Entendiste lo que te dije o tengo que repetírtelo? Engañe a Vero con Jauregui
-¿Y luego qué?- Respondió, pareciendo algo impaciente y sentada pesadamente en mi cama- Ya entendí eso, más tu parece que no entendiste mi pregunta. Dime ¿Qué paso que ahora piensas que fue un error? ¿Vas a andar diciendo tonterías, llorando por un drama que tú hiciste?
-Se que no hay vuelta atrás, fue un error, mas puedes fingir ser una persona normal y darme problemas de otro tipo y no preguntarme como estuvo- dije, mirándola vigorosamente.
-Creí que ya me conocías desde hace bastante tiempo para saber que no me sorprendo tan fácil- Dinah murmuro, levantando sus cejas de una forma desafiadora- En ningún momento pretendo ser falsa contigo, y eso es lo que sería si te estuviera dando un sermón. La atracción física pasa muy seguido, Camila más de lo que tu piensas. La única diferencia para una relación normal y que nadie le cuente al mundo, es manteniendo las cosas en secreto.
Miré los ojos de Dinah por algunos segundos, totalmente desarmada. Me deje caer en el suelo, aún mirándola sin entender, y ella de repente se inició a reír de mi actitud. ¿Por qué tengo que ser amiga de alguien que tiene una mente muy abierta y liberal?
-No necesitas torturarte tanto porque no resistes las tentaciones de la carne, Camz - ella sonrió, sentándose en el suelo, enfrente mía- Si tú no tienes algún sentimiento, no fue exactamente un engaño, ¿Entonces de que te preocupas?
Baje mi mirada hacia el suelo, reflexionando sobre lo que yo ya sabía, pero que ella me había hecho el favor de repetir. Todo había sido tan rápido, tan inesperado, tan mecánico No había una pizca de sentimiento en mi que no fuera lujuria. Mi amor por Vero seguía intacto, a pesar de todo lo que hice con Lauren. No quiero comparar. Par mi solo hay una sola mujer y se llama Verónica Iglesias. Suspiré, psicológicamente exhausta para continuar con mi lucha interna, y volví a mirar a Dinah, quien aún sonreía
-Fue todo tan...Confuso- fue todo lo que conseguí susurrar, por primera vez consiguiendo demostrar alguna emoción sobre el asunto, su sonrisa se alargó. Ella doblo las piernas contra su tronco y brazo sus rodillas, su cara llenándose de curiosidad otra vez.
-Ahora que ya estas más calmada... ¿Me podrías decir cómo estuvo?- Ella murmuro, pareciendo estar prevenida en cuanto a mis súbitos cambios de humor, y yo no pude dejar de sonreír. Un calor enorme paso por mí, y mi mirada se perdió en mis pensamientos, que yo simplemente deje fluir, cambiando mi sonrisa a una más amplia.
-Fue el mejor error que yo cometí.
__
-Adiós chicas, tengan un buen día!
Salí del carro de mi madre, más inestable que nunca, y Dinah hizo lo mismo del otro lado, conociendo la parte amable de mi madre, que había despojado el día anterior. Dinah había dormido en mi casa, dándome todo el apoyo que yo necesitaba para no salir corriendo cuándo mi madre llegase, más todo pareció haber sido en vano cuándo me di cuenta de que estábamos paradas frente a la escuela.
-¿Me harías el favor de entrar?- ella murmuro cuándo me agarro el brazo de manera grosera- ¿Recuerdas lo que te dije? No tienes por qué tener miedo
No entendí la frase completamente cliché y confundida de Dinah, quien parecía estar exagerando estar viendo mi problema como una tontería y no como algo que era complicado para la vida de su mejor amiga. Respiré profundamente y comencé a caminar, en contra de mis propios instintos, en dirección al patio de la escuela, rezando para no encontrarme con ninguna de las 2 personas. Hoy no tenía ninguna clase con ellas, entonces tal vez podría correr antes del receso alegando dolor de cabeza. Cosa que no sería tan falsa.
-Subamos de una vez, no quiero estar aquí.- susurre, agarrando a Dinah del brazo y empujándola a las escaleras. Más ella había quitado su mano, con su mirada en algún punto, yo seguí su mirada.
-Buen día, Jane. Oí la voz de Vero, alegre como siempre, sus ojos castaños me miraron- Buen día solecito.
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My Biology [Español] 1ª Temporada (Camren)
Romance¿Qué haces cuando te encuentras involucrada sentimentalmente con tu profesora de biología, pero te sientes terriblemente atraída por tu insoportable profesora de laboratorio? Camila no esperaba estos giros en su último año de secundaria e incluso su...