Todo lo que fui capaz de hacer fue sonreírle levemente, sudando frío agarrada del brazo de Dinah. Ella saco un papel de su bolso, sonriente, y me lo entrego, dándome un guiño antes de irse. No pude dejar de mirarla y me arrepentí enormemente por eso. Asi que ella llego a la puerta de profesores, vi a alguien que salio de adentro (de la puerta obviamente) toda sonriente y comenzó a caminar hacia las escaleras después de saludar a Vero. Saque el brazo de Dinah con fuerza, más ella no me reclamo.
Lauren paso cerca de nosotras, aún más seductora que nunca, con su nueva y linda ropa y me dio una breve mirada. Por más rápido que hubiera sido, esa mirada estaba llena de significados, y de los cuáles yo estaba consciente. Era un hecho: Ella era mi infierno aquí en la tierra.
-Deja a Jauregui y abre ese papel- Dinah me susurro y yo recordé el papel que Vero me había entregado. Lo desdoble, temblorosa y mi respiración paro cuándo vi lo que estaba escrito.
"Te tengo una sorpresa para el fin de semana. Te tendré conmigo de viernes a domingo, te amo. xx"
Un dolor que yo nunca habia sentido llego a cada celula de mi cuerpo, más yo ni siquiera intente huir de él. Yo sabia que merecia esto. Y la culpa y el dolor era más de era más que nunca. No habia nadie más a quien culpar... solo a mi.
Levante mi rostro un poco, sintiendo mi visión borroso, más Dinah se dio cuenta y me comenzó a revisar:
-Camila, prométeme que no vas a llorar
Yo negaba con mi cabeza, conteniendo mis lágrimas con esfuerzo. ¿Quién era yo? ¿Un monstruo? ¿Una destructora de sentimientos, una completa idiota? No conseguiría fingir que estaba todo bien con Vero, no conseguiría verla a los ojos.
-Dinah- murmuré, mirándola- Yo..ella..no.. no podré conseguirlo-
Ella giro los ojos, arrastrándome hacia a la escalera
-Escucha- gruño suavemente-¿A ti no te gusta Verónica? ¿Es por Jauregui que te sientes apasionada? ¿Es ella con la que quieres estar y tener relaciones toda tu vida?- negué con mi cabeza- Entonces no seas ridícula- ella ordeno de manera autoritaria- Si te importa de verdad, deja al resto fuera. Si las personas no olvidaran ciertas cosas, el mundo estaría lleno de gente deprimida.Respiré profundamente, consiguiendo retomar mi control mental. Ella tenia razón, puesto que habia sido un error, solo tengo que olvidarlo y seguir adelante, luchando para hacer feliz a Vero.
-Gracias- susurre subiendo los últimos escalones.
-¿Mamá?
-Cariño, ¿Por qué me estás llamando a esta hora? ¿Pasa algo?
-Es que... yo no me siento muy bien- Sería la excusa perfecta, al menos para mi, lo era. Mi estómago se revolvía cada que una persona entraba a mi campo de visión, una señal física de pánico. Yo no estaba en condiciones de estar en la escuela ni un segundo más, asi que estaba fingiendo un malestar. La palidez y el sudor frio, junto con mis ojeras, reflejaban que apenas habia dormido la noche anterior. Mientras hablaba con mi madre en el teléfono de la secretaria, la mujer responsable de despidos en la escuela, me miraba con tristeza, como si yo estuviera a punto de vomitar sobre ella. Y no estaba muy lejos de la realidad, yo podría jurar que ganas no me faltaban.
-¿Qué es lo que sientes?- Mi madre pregunto, preocupada con un tono ronco en su voz, y yo tragué saliva para evitar gritar, solo quería que dejará de hacer tantas preguntas y simplemente me viniera a buscar.
- No sé, estoy un poco mareada y enferma...Ven a buscarme- Fue todo lo que conseguí responder, y de repente, un ser llego y se paró al lado del mostrador y dejo caer una carpeta llena de papeles sin la menor delicadeza
- Eso es todo por hoy, Lizzie- ella sonrio, toda maléfica, hablándole a la señora que estaba en frente de nosotras y una bolsa en su hombro, dando media vuelta y pasando por detrás de mi en dirección a la salida. Pude jurar que tomo el doble de tiempo necesario para hacerlo, dejando su perfume en el ambiente.
-Camila... me estás oyendo? - mi madre me dijo, como si no fuera la primera vez que me preguntaba eso, y descubrí que sus palabras eran solo ruidos cuándo Lauren estaba cerca. Prestar atención era algo difícil para mi este dia.
-Disculpa madre, ¿Qué decías?- tartamudeé, frotando mi mano en la frente
-Yo te decía que no puedo irte a buscar, estoy en la sala de espera, me haré un examen- ella repitió, pausadamente- Si prefieres esperar, dentro de una hora pasare por ti, más si quieres que sea ahorita, toma un taxi y me llamas cuándo llegues. Usa el dinero que te di para emergencias ¿De acuerdo?
-De acuerdo- respondí sin esperar una respuesta, y le sonreí a la tal Lizzie, quien me regreso la sonrisa antes de agarrar la carpeta que habia dejado Jauregui. Di la vuelta pensando en una manera rápida de encontrar un taxi y vi a alguien parado a mi lado.
-¿Lindo día, no?- la voz de Lauren susurro, haciéndome saltar del susto por su presencia repentina. No sé si ya les dije esto antes, más me odio. No existe nadie más en este mundo que yo odie más que a mi misma.
Ignoré su comentario, y respiré hondo, tratando de calmar a mis piernas que no dejaban de temblar.
-Los días asi me recuerdan a ti- Suspiro con un falso tono romántico y fingi que no la estaba escuchando- Raros, sombríos, lleno de tempestades... Más después da lugar a un sol más caliente y ardiente.
Cerré mis ojos, comenzando, sintiendo su aliento en una provocación descarada. Concentré en normalizar mis latidos, finalmente tome el coraje para girarme
-¿Qué es lo que quieres?- gruñí entre dientes, mirando nerviosamente al lado contrario de ella, y soltó una risita de satisfacción
-¿Yo?- ella respondió, irónica- Yo no quiero nada, ya dí todas las clases del día... ¿Qué más es lo que una profesora puede querer? Ahora, mueres por irte, o es lo que parece.
Bufé, con los brazos cruzados a la altura de mi pecho y mis manos fuertemente cerradas en los puños
-No te interesa- me queje- ¿Aún no notas que no quiero hablar contigo?
-Todo bien, no pretendía hablar- Lauren replicó, con humor en su voz- Existen cosas más interesantes que hacer que hablar.
Por más frecuente que eso fuera, creo que nunca he tenido tantas ganas de golpear a Lauren como en este momento. Por eso, no me importaba estar en medio de la calle, cerca de gente que no debería ver esa escena y puse mi mano en su cara. Bueno eso intente.
Mierda, ¿Qué era lo que ella había estado haciendo? ¿Practicando sus reflejos? ¿Por qué ella era más rápida a tal punto de no poder vencerla? Cerré mis ojos, frustrada, hasta que sentí sus dedos en mis muñecas, a pocos centímetros de su rostro.
-¿Sabes cuál es tu problema?- ella sonrió calmadamente para mí, como si no estuviera hablando con alguien que pretendía arrancarle dolorosamente todos los dientes si tuviera la oportunidad- Estas muy ansiosa, no sabes esperar
-Suélteme- Pedí mirándola con repulsión, y sus ojos penetrantes me dejaron tonta un momento- Me quiero ir ahora
-Entonces déjame terminar de hablar exasperada- Lauren hablo, levantando sus cejas en un tono de superioridad y yo bufe nuevamente, no podía hacer nada que no fuera oírla- Antes de que intentarás golpearme y fuera inútil te iba a ofrecer un pequeño viaje, pero como ya vi que te quieres ir, retiro mi oferta
-Genial- gruñí, sonriendo sarcásticamente...más mi sonrisa se desapareció cuándo ella termino su frase:
-Y ahora ya no te lo estoy pidiendo, te lo estoy exigiendo.
Fruncí mi frente, totalmente inconforme con aquello tan absurdo. ¿Quién pensaba que era ella para exigirme una cosa así?
-Escúchame bien, idiota- comencé, sin saber si estaba hablando más fuerte de lo aconsejable- No te soporto eres alguien repugnante, es repugnante la forma en la que me hablas, y por si no recuerdas te odio, no sé cómo todavía no te das cuenta
-Si tu no vienes conmigo ahora, chica, entro por esa puerta y le cuento todo lo que pasó ayer a Vero- Lauren murmuró con sus ojos clavados en mí, en una manera intimidadora- Y para colmo, en el mismo tono en el que estás hablando conmigo, no solo para ella, si no para que todos oigan.
Olvide como se respira después de esa amenaza. Yo no conseguía soportar que Vero se enterará de mi desliz y ahora Lauren me estaba enfrentando así, todo parecía que ocurriría así. Y sabía que no odia arriesgarme a alguna cosa, pero igual intente
Mire rápidamente para los lados, certificándome de que no habia nadie que nos pudiera mirar y no encontré nada. Completamente concentrada, segui a Lauren hacia el otro lado de la calle, y espere a que ella pusiera su bolso en el maletero de su moto y se retirara de allí.
-¿Qué estás esperando allí parada?- ella pregunto, riendo de mi cara, cuándo todo lo que faltaba para irnos, era que yo subiera a la moto.
Fuera de juego, yo odiaba usar cascos, me daban dolor de cabeza. No es que no hubiera usado cascos varias veces, Nunca anduve en moto en mi vida y no pretendía hacerlo. Pero ¿Para todo hay una primera vez...no?
Me senté en la parte trasera, justo detrás de ella, y busque alguna manera de que cuándo la moto estuviera en movimiento no tuviera contacto físico con ella. Más con mi mochila llena de libros en mi espalda...me complico las cosas.
-Te recomiendo sujetarte- ella me dijo, aun divirtiéndose de mi desgracia y amenazó con acelerar la moto, dando un pequeño avance, haciendo que me sujetará a ella. Lo que la hizo reir más -Así está mejor- fue la última cosa que la escuche decir, porque luego se escuchó el ruido del motor y después oí a Lauren arrancar furiosamente. Cerre los ojos, asustada por la velocidad y falta de protección e involuntariamente la abrace con más fuerza e inhalando su perfume, haciéndome sentir intoxicada.
Abri mis ojos, con demasiado coraje y vi borroso. El fuerte viento me hizo parpadear, yo me estaba mareando y quería cerrar los ojos. Cada curva, yo aplastaba las costillas de Lauren, pero no parecia importarte e incluso se reia de mi inseguridad. Sin duda ella era la mujer más sadomasoquista que existía en el planeta.
No puedo decir cuántos minutos estuvimos sobre esa cosa, hasta que ella redujo la velocidad en una curva y subio por la acera. Incluso sin mirarla se que ella me vio, y que era lo que ella podía hacer para hablar conmigo, y después rio al verme toda tensa.
-Te acostumbraras a la velocidad cuándo pase el tiempo- ella sonrió, con aquel aire de diversión que me estaba dando nervios, y a pesar que estábamos paradas no fui capaz de deshacer el apretón que yo tenía con mis brazos a través de ella. E hice bien pues ella aceleró nuevamente, haciéndome abrir los ojos y ver un garaje bastante familiar.
-¿Dónde estamos?- conseguí preguntar, viendo varios carros importados estacionados y pasando rápidamente al lado de nosotras, sentí una punzada de pánico. Por favor, Dios...ella no hizo esto.
Lauren no respondió, apenas estaciono su moto al lado de su Ferrari y de su Porche. Antes daba lugar a un BMW pero por el choque no sé qué le habrá pasado.
-¿Para qué me trajiste aquí?- exclame con voz más alta ahora mientras ella bajaba de la moto- ¿Qué clase de problemática eres?
-Yo te dije que daríamos un viaje- Lauren finalmente dijo y giro su rostro para mirarme de lado- Pero yo en ningún momento dije que te llevaría a tu casa.
Sentí mi sangre arder por dentro de mis venas, sin saber si era pánico o ira.. ¿Qué pensaba ella con traerme a este lugar?
-IDIOTA, ME LLEVAS A MI CASA AHORA- grite, aprovechando su posición que no le favorecía y pegándole a su espalda- YO NUNCA QUIERO VER TU CARA JAMÁS, ESTUPIDA SIN VERGÜENZA.
Como si no sintiera las bofetadas o golpes que le di, ella se levantó y comenzó a caminar calmadamente hasta el elevador del garaje, activando la alarma de la moto por cierto. Yo continúe inmóvil, hasta darme cuenta de que ella no regresaría para llevarme a casa, y sin menor intención de llegar ahí, corrí tras ella, quitándome de alguna manera el casco
-ESPERA, ¿NO ME LLEVARAS?- grite, caminando enérgicamente detrás de ella, que estaba a pocos pasos de mí, cerca del elevador-GENIAL ME IRE CAMINANDO
Lauren soltó una carcajada y paro cerca de la puerta del elevador y giro hacia a mi
-Morirías antes de llegar a tu casa. O de cansancio o de un rayo por la tormenta que caerá pronto.
Camine un poco más para estar a pocos metros de ella, totalmente enojada- CUALQUIER COSA ES MEJOR QUE ESTAR CONTIGO
Continúe caminando hacia la salida del garaje e ignore la monstruosa tormenta que estaba a punto de iniciar. Estaba a pocos pasos de la salida, que gracias a Dios, no era lejos del ascensor, oí pasos detrás de mi, y rápidamente apresuro el ritmo...fue totalmente en vano.
-¿QUÉ HACES?- grite cuándo sentí los brazos de Lauren, envolviendo mis piernas y levantándome del suelo- SUELTEME!
Prácticamente estaba colgando de su hombro, manteniendo las piernas en su brazo y mi torso cayendo detrás de su espalda. Mientras caminaba hacia el ascensor, me llevaba como si fuera una pluma y no una persona enojada, volví a golpearla, tan fuerte como pude. Mis cabellos se enredaron en mis brazos, formando nudos que no podría deshacer tan fácilmente, pero ¿Qué más da?
Ignorando totalmente mis gritos y mis agresiones, Lauren continuo llevándome hasta el elevador, que nos esperaba con la puerta abierta. Entramos y ella apretó el botón que nos llevaría a su apartamento, estando dentro no me soltó y yo inicie a amenazarla, desesperada.
-ME SUELTAS Y ME DEJAS IR O GRITO HASTA QUE TODOS ME ESCUCHEN
-Los apartamentos tiene protección acústica, pero será divertido verte intentarlo- ella sonrió, sin temblar ni un poco. Pero esto está bien, yo aún tenía argumentos para darle pelea.
-ENTONCES DE ALGUNA MANERA CONSEGUIRE LOS VIDEOS DEL CIRCUITO Y MÁS DE ESTA CASA
-Todo bien, sobornaré a quien tenga que sobornar. Tengo dinero para pagar todos intentos baratos de hacerme daño.
-AHHHHHHHHH!- grite golpeándola con más fuerza y más rápido- DEJEME IR O TE ARRANCARÉ UN PEDAZO DE TU MISERABLE CUERPO.
E inesperadamente, ella me bajo, con una gran sonrisa. Antes de que yo tuviera tiempo de asimilar que yo estaba con los pies en el suelo y podría alejarme de ella, Lauren me apego contra la pared del elevador de una manera que me erizo entera. ¿Por qué siento que tuve
un deja vu, en este momento?
-Ahora que estamos casi de acuerdo- ella murmuro, lo suficientemente cerca para sentir se respiración en mi cara- Te dejo arrancar un pedazo de mí, si me dejas hacer lo mismo.
Me tomo algunos segundos para comprender sus palabras, debido a la proximidad entre nosotras. Una sonrisa pervertida en sus labios, ya no parecía tan irritante y sus ojos, intensamente verdes, no conseguían si decidir entre mis ojos o mi boca.
-Yo nunc..- comencé a protestar con mi voz fallando pero no pude terminar. Lauren pego sus labios suaves junto con los míos, haciendo que todo mi cuerpo hormiguera descontroladamente. Solté un gemido involuntario cuándo nuestras lenguas se encontraron, entonces recordé lo maravilloso que era tenerla tan cerca de mi, sus manos recorriendo todo mi cuerpo, el aliento de que solo se cepillo los dientes junto con el mio, el calor de sus brazos...De lo bien que se sentía besarla, abrazarla, mover mis dedos en su cabello, deslizar mis manos por sus hombros sin ningún tipo de censura o temor.
Cada segundo que pasaba, aquel beso se tornaba más profundo, como si estuviéramos enfermas de ansiedad la una por la otra. Que no era verdad en mi caso...bueno inconscientemente. Cuando ella se aproximaba a mi de esa manera, con aquellas intenciones, en un lugar donde nadie nos podría ver, era como si todo desapareciera, solo ella yo y ese era el detalle.
El elevador paro en el piso 23 después de algunos segundos, pero ninguno de nosotras pareció notarlo en seguida. Nos tomó un tiempo para que Lauren saliera del cubículo para que ella llegará a su apartamento. No creo que ella pudiera encontrar la llave correcta para abrir la puerta por la falta de concentración y porque no daría tregua a lo que iba a pasar. Yo estaba consciente de que si te detienes ahora, no había manera de recomenzar y cada pedacito de mi estaba rogando para que continuara.
Totalmente desconsolada encaje una pierna a cada lado de sus caderas, sin recordar como había llegado allí sin mi mochila. Lauren acariciaba desde mi espalda hasta mis muslos, sin conseguir concentrarse en alguno. Yo agarraba su cabello con una mano y con la otra exploraba su abdomen perfectamente delineado debajo de esa blusa color vino. Después de unos minutos, yo baje mis besos a su cuello mientras levantaba su blusa a la altura de sus pechos, no tardé mucho en verla deshacerse de su playera y sostén, estaba completamente bajo mi mando.
Ahora que no llevaba blusa, el calor se tornaba insoportable. Bastaron unos pocos minutos besándonos para que yo me sentara en sus piernas y ella me quitara la blusa, viéndola sonreír de una manera maligna. Sin tener conciencia, regresaba a sus labios mientras ella trabaja subrepticiamente en el cierre. Cuándo cumplió su trabajo, Lauren se sentó, tirando mis muslos en su dirección y agarrando mis piernas, tiro de mis pantalones, todo sin interrumpir el beso. Tal vez el hecho de que mis brazos estaban agarrando su cuello en ese momento ayudo al hecho.
Sus manos firmes y habilidosas de Lauren me sostenían por los lados de mi torso, en el momento en que mi sujetador se acercó más a ella, el calor se hizo más grande. Esa mujer era realmente caliente, en el sentido literal de la palabra. Y después ella se asemejaba al sol. Más yo no me queje, ayude a mis piernas a que se acercaran a ella y se entrelazaran en sus caderas.
Aproveche el momento en que sus labios estaban pegados a los míos en el cuello, y me convencí de bajar sus pantalones sería mucho mejor que seguir arruinando su cabello. Abrí el botón y la cremallera con facilidad y saque los pantalones en mi dirección, simultáneamente erguida para facilitar el trabajo de pasar los pantalones debajo de mi cuerpo. Es increíble como esas cosas fluyeron entre nosotras, no importa lo inestable que éramos.
Cuándo ella me sentó sobre sus caderas nuevamente, sentí su significativo signo de excitación en sus bragas, aunque ahora más notorio porque no tenía sus pantalones y no era barrera para nosotras. Una onda de calor recorrió mi espalda y yo me volví un poco más agresiva sin darme cuenta. Lauren me dio una mordida un tanto dolorosa en mi labio inferior, sonriendo con los ojos semi abierto y luego sentí mi sostén aflojarse.
Yo realmente tuve que tener cuidado con las manos de ella, apenas me había dado cuenta de que sus manos se dirigían a la hebilla de sostén.
Me quite el sujetador y Lauren volvió a pegar nuestro labios urgentemente, agarrando mi cabello con una mano y apretándome un pecho con la otra. Ella apretó mi cabello con más fuerza, capaz de controlarse pero yo no era capaz de mantener el silencio, gemía ligeramente con cierta frecuencia. La forma de besarme y tocarme era tortuosa, no aguantaba más, ni aguantaría por más tiempo.
Después de hacer lo que se estaba haciendo inevitable, me quite las bragas, mientras que ella disminuyo el beso con una sonrisa. Así que me dirigí a sus bragas, ella se detuvo, poniendo una cara de duda ¿Estaba cansada o algo así?
-Puedes continuar- Ella jadeo roncamente, acariciando mis muslos y haciendo que sintiera un choque eléctrico en mi piel- Haz lo que quieras, estoy segura de que me va a gustar.
Fruncí el ceño, sin entender, pero no había tiempo para discutir el significado de esa actitud, aún más con ese cuerpo perfecto a mi alcancé. Hice lo que dijo y tome sus bragas buscando profundamente sus ojos. Lauren me sonrió de una manera diferente...Casi con dulzura.
Ella seguía esperando, acariciando mis muslos.
Mire a Lauren rápidamente sin mucho deseo de salir de allí, pero lo hice, por causa de fuerza mayor. Me paré rápidamente y me senté en su regazo, mientras que ella se sentaba en el sofá, haciéndolo más cómodo. Mi corazón latía muy fuerte, más aún porque el apartamento estaba en silencio.
Lauren continuaba mirándome con interés, y yo devolví la mirada, sin saber mucho lo que tenía que hacer. Mejor dicho, yo sabía exactamente qué hacer, pero no sabía cómo. Todas las otras mujeres (que eran tres, contándola) siempre estaban encima...si sabes a lo que me refiero.
No dije nada, ella tampoco lo hizo. Una sonrisa apareció en su cara y sentí que sujeto mis caderas lentamente, como si tuviera miedo de mi reacción. Obviamente después de continuar, sentí sus dedos en mi entrada con la misma velocidad que antes, acelerando un poco cuándo me aseguré de que no me haría daño. Me incline sobre sus hombros, con el torso en forma horizontal por encima de ella y vi su cara de placer cuándo me penetro, Creo que si no estuviera sorprendida de ella, hubiera hecho la misma cara, pero era difícil no fritar con la sensación entorpecedora que ella me causo.
Volví a mi posición de pie, quitando sus dedos dentro de mí y dejando mi intimidad en contacto con la de ella, siguiendo una especie de instinto que no se explicar y su sonrisa se amplió, indicando que iba en el camino correcto. Tímidamente, comencé a moverme encima de ella, siempre con la ayuda de su mano en mis caderas y tiempo después fue muy natural. Nos habíamos recuperado de la espontaneidad, sin vergüenza la una de la otra, sin timidez. No duro mucho, porque ninguna de nosotras logro sostener mucho esa posición (que deduje que solo me favoreció a mí, por el volumen de los gemidos de ella) más sin duda, fue uno de los momentos más inolvidables de mi vida.
Por primera vez, caí rendida encima de ella, respirando de una manera casi cruda sin aliento. Lauren acaricio mi espalda de una manera reconfortante y sin pensar en lo que estaba haciendo, yo abrace su cuello, recibiendo besos cerca de mi cuello, causando escalofríos. Ella no estaba ayudando en nada para que recuperara mi aliento con aquellos actos, más que nada por lo que estaba haciendo en esos minutos de descanso, conseguí hacer que mi respiración se recuperara.
Al principio, me preguntaba si Lauren no había escuchado, porque no movió ni un cabello, más después el tono de llamada de mi madre se hizo ensordecedor, que emanaba de mi mochila que fue lanzada por el camino.
-Te llevo a casa en 15 minutos- fue todo lo que dijo, y yo asentí sin siquiera dudarlo. Ella sonrío de una manera inteligente e hizo un giño para que yo atendiera el celular. Me levante, levantando mis bragas por el camino y saliendo por el apartamento.
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My Biology [Español] 1ª Temporada (Camren)
Romance¿Qué haces cuando te encuentras involucrada sentimentalmente con tu profesora de biología, pero te sientes terriblemente atraída por tu insoportable profesora de laboratorio? Camila no esperaba estos giros en su último año de secundaria e incluso su...