Capitulo Quince

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-Hola madre- respondí, con mi celular sosteniéndolo entre la cabeza y el hombro mientras recogía mi ropa - Lo siento si no te llame, lo olvide cuándo llegue a casa

-Está bien hija, solo era para avisarte que la fila de espera de aquí está muy larga y aún no me hacen el examen...Me gusta que ya estés en casa, estoy más tranquila, ¿Aún te sientes mal?

-No, ya mejore un poco- mentí, me sentí la reina de la mentira, terminándome de poner los pantalones y subiendo mi zipper- Me tome una pastilla para el dolor de cabeza e intentaré dormir.

-Haz eso cariño, para que te sientas mejor- ella rió, y yo me mordí el labio, un tanto arrepentida por engañarla- Llegaré a casa lo más rápido posible. Te amo

-Yo también- murmure y colgué enseguida

-¿Todo listo?- Oí a Lauren preguntar, ya vestida, apareciendo por el pasillo y yo asentí, poniéndome rápidamente la blusa, que era la única pieza que me faltaba por ponerme. Nunca me había vestido tan rápido en toda mi vida, me sentí un ninja.

-Entonces vamos- dijo ella, llamando al elevador y yo me puse a su lado, colocando mi mochila en mi hombro.

Durante el descenso hacia el garaje, ninguna de las dos hablo ni nos dirigimos ninguna mirada. Toda intimidad que habíamos tenido minutos antes parecía evaporarse, siendo reemplazada por la frialdad y la vergüenza. Ambas mostramos partes de nosotras que sabíamos que podíamos mostrar y el miedo de la reacción de la otra era más grande que cualquier cosa en este momento.

Caminamos en silencio por el garaje y cuándo ella estaba a punto de apretar el botón de la alarma de uno, elegí en que irnos para volver a casa, sin siquiera pedirle permiso.

-Dices que las personas se acostumbran a la velocidad con el tiempo- murmuré sin alguna pena mientras me sentaba en la moto- Me gustaría intentar tu teoría.
Lauren parpadeo algunas veces sin entender, y poco después dio una sonrisa un poco desconfiada. No le regrese la sonrisa, se sentó en la moto, enfrente de mí, dándome un caso y poniéndose otro y antes de arrancar, ella murmuró:

-Mejor agárrate

Respiré profundamente y segundos después lo solté, y me abracé fuertemente a ella, pronto sentí su perfume recorrer mis fosas nasales. Más yo no corría peligro. Porque de un tiempo para acá, estar con Lauren es bastante seguro, Maravillosamente seguro.

Esta vez pude mantener los ojos abiertos. Pude ver los colores, los edificios, los árboles, los peatones, los coches. Pude disfrutar el viento refrescante recorrer por la velocidad de la moto de Lauren, que el sonido de la moto era estrepitoso. Sonreí con la sensación caliente de "volar" sin alas.

A diferencia que cuándo íbamos para la casa de Lauren, nos detuvimos en varios semáforos en rojo. Y en ninguna de esas veces Lauren se acordó de que yo estaba detrás de ella, agarrada firmemente a sus costillas. Incluso sin ser capaz de mirarla a los ojos, sabía que ella se iba a poner en su impenetrable capullo. No iba a dejar caer en su tentación de nuevo. Yo no le podía hacer eso a Vero, por más difícil que sea resistirme la atracción que Lauren ejercía sobre mí.

No demoramos en llegar a mi casa. Estaciono su moto, me baje y le di su casco, y ella lo agarro sin observarme.

La observe arrancar su motocicleta, con una expresión indescifrable y finalmente tuve el coraje de decir algo.

-Ehm, gracias.

En cuando abrí mi boca, el ruido del motor se hizo presento y se marchó. Suspiré sin siquiera molestarse en que terminara de hablar. Tendría que saber que iba a ser siempre lo mismo, Lauren no era el tipo de mujer que se preocupaba por los sentimientos de los demás. Por lo menos Lauren no acostumbraba a hacerlo.
Entre a mi casa vacía y calmadamente subí hasta mi cuarto, sin saber que hacer o pensar. No me sentía con tanta culpabilidad con la primera vez. No me había olvidado de que eso era malo y mucho menos NO había olvidado de que amo a Vero, pero estar con Lauren era mejor que todo Pocas veces recuerdo querer algo como lo quería, Quiero pasar todo el tiempo sintiendo escalofrío porque sus manos recorren mi cuerpo, sintiendo el deseo con su mirada, con su expresión en el rostro, siempre intensa como si muriera y reviviera en un abrir y cerrar de ojos.

Me pregunte por un momento si Lauren lamentaría el haberme llevado a su casa, o por lo que hicimos. Me pregunte si ella ya se había cansado de mí, si ya había conseguido lo que quería, como ella me había dicho una vez, pero no podía convencerme que ese había sido el motivo de su frialdad. Si ella había esperado e insistido por tanto tiempo para que yo finalmente cediera, ¿Ella se hubiera aburrido tan rápido? Tal vez era algo que no sabía cómo descubrir, o tal vez fue la misma sensación que llevo conmigo: La culpabilidad de engañar a Vero. Bien me retracto, Lauren no sentía remordimiento ni culpa ni nada, eso estaba más que claro.

Estaba tan metida en mis pensamientos que solo comencé a ver lo que estaba haciendo cuándo un trueno sonó y me di cuenta que estaba en mi cama, mirando el techo. Metí mi mano a mi bolso y vi el papel que Vero me había dado en la escuela. Cerré los ojos, apartando el papel de mi pecho, que pulsaba a un rito acelerado. Por lo menos no me sentía tan culpable con Vero, ya no me sentía como un monstruo, seguía reflexionando todo lo que había hecho con Lauren. Y por más que intentara pensar en Vero durante el resto del día, mis pensamientos siempre regresaban a pensar en Lauren, como un disco molesto con el clima lluvioso y gris, me acordé de que no habia comparación alguna de lo que habia hecho con Lauren. Ese día podía ser comparado con mi estado emocional.

Cada que ella no tenía nada que hacer, esos ojos verdes me comenzaban a perturbar, y cuándo eso pasaba agarraba el papel que me dio Vero, el cual tenia una bella caligrafía, su letra era legible y me saco una sonrisa: El fin de semana estaba cerca, y sí Vero cumplía lo que decía en el papel, pasaríamos en fin de semana juntas. Tal vez ella y yo viajaríamos, tal vez nos estaríamos en su departamento, tal vez ella tendría alguna sorpresa...

O ya no podía pensar más en Lauren.

Por un momento, juro que pensé que no lo conseguiría. Estaba dispuesta a mantener lo nuestro en secreto, no podía parecer pensativa, nerviosa, mucho menos durante mi fin de semana con Vero. Yo tenía que parecer integra, feliz y plena, y esas emociones estaban un poco lejos de la realidad. Pero por Vero, todo valía la pena.

-Ya hablaste con tu madre para pedirle permiso y que "te quedes en mi casa" este fin de semana? - pregunto Dinah, cuándo la campana sonó a las 7 de la mañana del viernes.

Muy apenas asentí, sin saber si realmente estaba lista para la sorpresa de Vero. Por lo menos no tuve que preocuparme por poner una excusa para salir de mi casa durante los próximos 2 días, puesto que la madre de Dinah tenía que viajar ese fin de semana. Un par de pucheros me sirvieron para que mi madre me deje ir a "casa de Dinah"

-Es que te juro que no te entiendo- Dinah bufó, pareciendo sumamente irritada y yo fruncí el ceño sin entender- La mujer de tu vida te prepara una sorpresa y lo único que haces es estar con esa cara de deprimida todo el tiempo. Parece que no estás feliz con la maravilla de mujer que tienes.

-Discúlpame Dinah, estoy adormilada- Hable lentamente en un tono lento, mientras subía las escaleras para entrar a clases- No me la pase despierta toda la noche porque yo quisiera.

Bien, lo confieso, hay una razón por la cual no dormi hasta tarde. Es decir Dinah no necesita saber que estaba pensando mucho en la profesora Jauregui ¿O si? Ella no sabía que habia estado en su apartamento ¿Para qué decirle todo si puedo controlarme y mentirle? Era momento de dejar de pensar en el presente y comenzar a pensar en el futuro.

-Tu y el sueño que te cargas me estresa- ella dijo, girando los ojos- Ve mejorando esa cara que hasta yo parezco más emocionada que tú- Solté una risa espontanea, hasta en eso Dinah era buena.

-Camz - oí una voz cuándo yo me estaba acercando al salón, como de costumbre, todo el mundo el mundo estaba amontonado en el pasillo. Dudé y suspiré un momento cuándo escuche que llamaron mi nombre, y respiré hondo antes de voltear y ver a Vero con una sonrisa...un poco pícara.

-Ven aquí, cariño- ella susurro, pidiéndome entrar haciendo un gesto con la mano y yo entre a la habitación, que obviamente estaba sola, junto con ella. Vero cerró la puerta que estaba
detrás de nosotras, sus manos recorrieron mi cintura y me abrazo, uniendo nuestros labios con un beso cariñoso. Tengo que admitir que ella no pierde el toque...bueno no totalmente.

-Espero que estés dispuesta para irnos lejos este fin de semana- ella sonrió cuando rompió el beso, de aquella forma tan encantadora y me encontré con la sonrisa más linda y espontanea de estos últimos dia. No quise incluir las sonrisas involuntarias que salían en mi rostro cuando pensaba en Lauren.

-¿Qué planeas, eh?- pregunte, atrapada involuntariamente por la atmosfera caliente que me rodeaba, y ella negó con su cabeza

-Lo descubrirás luego- fue lo que me dijo Vero, tocando la punta de mi nariz con su dedo índice y luego dándome un beso- Por mientras, todo lo que necesitas saber es que mi pequeño secuestro, comienza hoy en la tarde, unas horas después de la escuela y termina el lunes.
Abrí mis ojos con sorpresa y su sonrisa aumento

-¿Cómo? ¿Comienza hoy? - indague mientras ella colocaba mi cabello detrás de mí oído- Vero ¿Puedes parar con el misterio?

-¿Puedes dejar de estar tan ansiosa y esperar? Falta poco, pequeña- ella hizo un poco de presión, haciéndome reir- Y aprovecha que te digo esto para que después de la escuela te vayas a cambiar, porque te quiero a las 3 en mi casa... Ah y si fuera tú, llevaría una mochila con algo de ropa.

-Claro que llevaré ropa, no pienso llevar puesta 3 días la misma ropa- dije, luego girando un poco la cabeza en señal de duda- pero en específico ¿Qué tipo de ropa?

-¡El bikini es obligatorio! Y alguna que otra ropa ligera- ella respondió, mirando el techo como si estuviera pensando algo- Pero "Ligeras" no significa "cortas" ni mucho menos "indecentes" ¿Escuchaste? Te estaré observando

No me gustaba el rumbo que estaba llevando la conversación, algunos flashback llegaban a mi mente. Intenté fingir que todo estaba bien, y logré reprimir esos recuerdos.

-Entendí, ropa ligera- asentí y vi a Vero subir sus cejas de manera autoritaria, como diciendo "no te olvidas de algo?" rodé mis ojos y termine de decir- pero nada demasiado corto o indecente.
-Ahora si- gruñó, relajando sus hombros y haciendo una cara "malhumorada" que me hizo sonreír de una manera idiota- Eres mía y de nadie más que eso quede claro.

Vero sacudió su brazo en mi cintura, y yo sentí como se formó un nudo en mi garganta, junto con el sudor frio, que iniciaba a dar señales de vida. Fue cuando decidí que era tiempo de hablar

-Creo que es hora de irnos- balbuceé, haciendo cara de despreocupada y miré hacia la puerta cerrada- El inspector va a comenzar a desconfiar.

-Lo sé- susurro con una falsa expresión de susto y me dio una nalgada- Nos vemos más tarde mi amor.
Mordí mi labio inferior al oír cómo me llamo, y en la garganta inicie a sentir el remordimiento. Ella raramente me llamaba asi.

-Espera- sostuve su rostro cariñosamente, mirando sus radiantes ojos castaños- Yo te quería decir. Que te amo mucho.

Aun con todos los recientes (e increíbles) acontecimientos con Lauren, no me sentí falsa diciéndole que la amaba, porque no habia dejado de ser verdad. Mi corazón bombeo alivio hacia todos los rincones de mi cuerpo. Nada habia cambiado. En definitiva todo continuara igual

A pesar de repetirme mil veces que todo seguía igual, habia una voz pequeña pero poderosa, que me decía que estaba equivocada, que todo habia cambiado. Su voz. Me estremecí un poco, qué bueno que ella no se dio cuenta. Mis problemas internos me delatarían. Respire profundamente y me recupere, dejando mi reflexiva para otro momento.

Vero parpadeó algunas veces, asimilando mis palabras y sonrió de oreja a oreja. Ella acerco su cara lentamente hacia la mía, haciendo cariños en mis mejillas con sus pulgares, y cuando me estaba a punto de besar, pude oírla murmurar:

-Haría cualquier cosa...para oírte decir eso.
Mis ojos, que miraban perdidamente sus labios, se levantaron para ver sus ojos, intensamente. Sentí algunas lágrimas formarse, pero me contuve cuando ella me beso de aquella manera tan especial...más yo no sería solo de ella, y nunca lo sería.

My Biology [Español] 1ª Temporada (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora