Hey, chico de la iglesia.

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Hey, chico de la iglesia.

Hace mucho tiempo no hacía esto, ¿sabes? Ya no veía esa necesidad de hacerlo... y ahora solo quiero despedirme de ese chico el cuál en una iglesia captó toda mi atención.

Yo nunca pensé que llegaríamos a ser amigos, ni mejores amigos, mucho menos pareja. Yo me veía años escribiéndote estas notitas (que no iban a ser entregadas) mientras se me pasaba el encanto por ti.

Pero Dios nos tenía preparado un plan, un plan solo de nosotros... y así no hayamos cumplido nuestra promesa de casarnos y formar una familia... cumplimos el plan de Dios, y fuimos felices en lo que duró nuestra relación.

Andrew, aunque sea difícil, no quiero que te ates al pasado, no quiero que te sientas de alguna u otra manera atado a mí y a todo lo que vivimos juntos.

Te libero, amor, de la promesa que me hiciste, de que pasara lo que pasara, nunca estarías con nadie más que no fuese yo. Te libero de esa promesa... y de mí.

No quiero decir que me olvides y olvides todo lo que pasó. No. Lo que quiero decir es que no te ates a ello, y que tampoco dejes de cumplir uno de tus sueños, que fue casarte y tener cuatro hijos.

Lucha, Andrew, por tus sueños, por ti, por tu familia, por tu felicidad... Principalmente por tus sueños, siempre admiré que fueras un gran soñador, y cada que sientas que no puedes dar más, acuérdate de que nada es imposible en la vida. Hazlo por mí.

Sé feliz, amor, sonríele a la vida, porque no sabes cuánto me hace feliz que tú lo seas.

Desde arriba te estaré cuidando, y amando por toda la eternidad.

Te amo infinito, Andrew. Siempre lo hice, lo hago, y lo haré.

-Lu.

PD: Busca en el último cajón de mi mesita de noche una caja rosa de corazón, y observa lo que hay dentro, son muchas notitas como estas.