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Hey, chico de la iglesia.

Esta vez sí tenía esperanzas de volverte a encontrar.

Se aproximaba Semana Santa, y claro, todos los grupos de la iglesia debían reunirse, para las procesiones y esas cosas.

Tú estabas en el grupo juvenil.

Y yo en el grupo de acólitos.

De alguna manera tendríamos que vernos.

-Lu.

Hey, chico de la iglesia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora