D o c e

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Mels:

La verdad esto de las cartas y mensajes no es lo mío. Pero no te has conectado al celular por lo menos en una semana ya. Y estoy preocupado.

Sé que no soy nada para ti. Y por dicha razón tú no deberías ser nadie para mí.

Pero no es así, porque yo sí te estimo Mels. No eres la persona más amable del mundo pero de alguna forma me has llegado a caer muy muy bien en este poco tiempo.

Sé que no te conozco del todo. Sé que no tengo el derecho de meterme en tu vida. Y sé todo eso. Pero aún así, mientras haya libertad de expresión. Lo seguiré haciendo.

Hoy vi como Kenzie te empujaba porque no entrabas rápido al salón de biología. Nunca pensé que ella fuera capaz de algo así. Sé que tú no quieres meterte en problemas de ninguna clase dentro de la escuela. Así que no hiciste nada. Sé que no es la primera vez que ocurre algo así Mels.

Sé que chicas como Hanna, Evelin y Jacky te han estado molestando.

Creo que por eso eres así de fría con todos. Tienes miedo de que te lastimen. Pero no será así.

Déjame ser tu amigo Mels. Hay personas buenas, como Ana la que te ayudo hoy, sé que te cayo bien por tu sonrisa al momento de sentarse juntas en la cafetería.

No quiero sonar como acosador por decirte que te vigilo.

Pero lo hago porque me preocupo por ti.

Déjame preocuparme por ti, saber lo que te ocurre. Déjame ser un buen amigo.

—Alan

¿Crees en el amor a primer choque?   (#4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora