Capitulo 12: El despertar

168 6 7
                                    

Punto de vista Jeanne

Todo era como un sueño, yo estaba ahí tirada por morirme cuando de repente llega Harry y me dice: “Te quiero demasiado, no me dejes así, otra vez no por favor, no puedo estar sin ti”, ¿Acaso era verdad todo lo que oí? Mi corazón latió con fuerza en ese momento, pero ya era tarde, ya había terminado con todo.

Ahora me encontraba recostada en algo muy duro, apenas abrí mis ojos dejando entrar la luz blanquecina que estaba sobre mí, observe mi brazo todo vendado, y vi algo que llamo mi atención, una cabellera con rulos, abrí mis ojos rápidamente y me los refregué.

-¿Harry?- Susurre, mi voz estaba muy débil.

-¡Jeanne!- Grito al mismo tiempo que me abrazaba.

-Me estas asfixiando- Dije bajito.

-Perdón- Dijo con cara triste pero de repente se transformó – No, nada de perdón te tendría que haber matado- Me miro fijo y serio. - ¿Cómo mierda me hiciste esto? ¿Eh?-

Me sorprendió su reacción, aunque me gustaba que se preocupe por mí.

-¿Te hice que?-

-Me ibas a dejar… solo- Sus ojos se cristalizaron – Yo no quería perderte- Bajo la cabeza.

Realmente no podía decir nada, esta situación era nueva para mí ya que nadie se había interesado de esa forma en mí y mis problemas. Como no sabía que contestar, tome su mano y la aferre fuertemente a la mía, el me observo y sonrió, ya no hacía falta que hablara nos entendíamos con tan solo mirarnos.

Unos golpecitos nos distrajeron.

-Jeanne, ¿Ya estas despierta?- Era Anne.

-Pasa- Dijo Harry antes de que pudiera contestar.

-¡Ay! ¡Qué alivio! ¿Estás bien Jeanne?-

-Si- Volví a susurrar - Aunque un poco débil todavía-

-Lo sé- Dijo apenada – El medico dijo que tenías que quedarte un tiempo más, un par de días al menos-

Asentí con la cabeza, luego de esa conversación nos quedamos en silencio por un tiempo, nada incomodo pero no duro mucho.

-¿Tienen hambre?- Dijo Harry mirándonos.

-Yo estoy bien, tráele algo a ella hijo-

-Claro, ¿Qué queres?-

-Un buen alfajor triple con dulce de leche  que sea de chocolate negro por favor-

-Ni así se te quita el apetito- Me sonrió, por lo que reí. –Ya vuelvo- Dijo mientras salía por la puerta.

-Ese chico se trae algo- Dijo Anne analizándolo.

-¿Qué piensas que podría ser Anne?-

-Creo que algo le afecto, esta con esa sonrisa desde que nos mudamos, aunque tendrías que haberlo visto cuando tú estabas dormida, lo único que su cara reflejaba era una tristeza inmensa- Dijo pensativa – Lo preocupaste mucho Jeanne-

No sabía eso, me quede como tonta mirando a Anne, yo creí que él quería a Lucia y que mi muerte lo libraría de tener que soportar verme además de darme explicaciones al respecto ya que él había actuado raro cuando la vimos el otro día. Harry ponía mi mundo al revés, ya con haber tenido ese gesto protector hace unos minutos me saco una sonrisa, me hizo olvidar de mis celos, digo enojo, claro enojo, dijo mi subconsciente, tenía razón aunque no lo quería reconocer porque así iba a ser más fácil no salir lastimada de esta situación. Resonó mi nombre en mi mente.

-Jeanne, ¿Estas bien?- Me dijo preocupada.

-Sí, solo estaba pensando- Dije – Anne ¿Papá sabe sobre todo esto?-

-Claro, en cuanto llegamos le dije, no sabes lo mucho que se preocupó pero le hice saber que estabas bien, que pronto todo acabaría- Sonrió.

-¿Va a volver para acá no es así?- Ya me imaginaba su respuesta.

-No, lo persuadí de que lo hiciera porque nosotros te podemos cuidar- Su respuesta me dejo atontada, era raro – Además él sabe que vas a estar bien a nuestro cuidado-

-Oh, qué bien- Dije.

Harry entro por la puerta con unos grandes alfajores, reí como tonta al ver que traía de todo, parecía una niña.

-Todo para la princesa- Sonrió.

Anne lo miro sorprendida por sus palabras, por lo que yo me sonroje, él sabía lo que había dicho y no creo que haya sido al descuido, pues, en ningún momento se retractó. Estaba siendo tan tierno este chico con migo últimamente que no sé cómo reaccionar. Se acercó a mi cama para llenarme de todo tipo de dulces, chocolates, de todo había por lo que se reflejó una enorme sonrisa en mi cara, yo era una glotona y me encantaba.

-Es mucho y lo sabes- Le dije –No hacía falta-

-Si hacía falta, no reproches solo come- Me sonrió.

Así paso gran parte de la noche mientras hablábamos, que aún estaba presente cuando Anne y Edward se fueron a descansar, ya que Harry se había empecinado en que quería quedarse asique no tuvieron otra opción más que dejarlo acá. Eran como las tres de la mañana cuando desperté, algo sudada, había soñado con la llamada que había tenido el día anterior, que horrible fue todo. Busque con mi mirada a Harry, no lo veía por ningún lado por lo que trate de pararme pero al hacerlo sonaron las maquinas fuertemente.

-¿Jeanne, estas despierta?- Dijo adormilado.

-Sí, tuve una pesadilla- Dije como niña pequeña.

-Oh- Dijo acercándose a mi cama, podía oír sus pasos cautelosos, pero aun así choco mi cama por lo que reí un poco. - Haceme un lugar- Dijo tranquilo.

Dude un poco pero al final me corrí. Se recostó a mi lado, en una posición en la cual me podía observar perfectamente. Se notaba que sus ojos estaban sobre mí, note que poco a poco se acercaba más y más.

-Te quiero Jeanne- Dijo susurrando.

-Yo no-

Se removió en la cama acercándose aún más a mí, tomo mi mentón y acaricio mi mejilla suavemente, sentí su respiración sobre mi labio, mi corazón palpitaba a mas no poder, entonces la maquina a la que estaba conectada chillo fuertemente.

-Te delataste- Dijo riendo. Es cierto, maldita maquina pensé. –Me queres- Dijo afirmando.

-Lamentablemente si-

No pasaron más de cinco segundos para que nuestros labios se juntaran y se fundieran en un beso muy tierno, lento, los dos necesitábamos esto. La máquina volvió a sonar por lo que Harry rio por lo bajo, me miro dulcemente, paso su mano por mi cintura, por lo que me acurruque en su pecho dispuesta a dormir tranquilamente gracias a la tranquilidad que sentía al tenerlo cerca.

Conociendo a HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora