Capitulo 19: Último día de vacaciones

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Creo que estaba comenzando a sentir las necesidades de los adolescentes, ya que hasta ese entonces yo no conocía porque no me gustaba nada seguir el ritmo de los demás, aparte, mi crianza no me permitía dejarme llevar tan rápido por las hormonas alborotadas que comúnmente dominaban esa etapa. Aun así logro controlarme, soy muy consciente de las cosas que pasan además está mi constante miedo, que es lo que me impide ser como el resto, desconfío mucho más de lo que debería. Me gusta ser así, porque puedo controlar mi futuro, incluso mis emociones pero con Harry todo esto era difícil de mantener ya que nunca había sentido algo así como lo hago en estos momentos. El, era el único que llego a descubrir mis secretos tan bien guardados, me hacía pensar en que después de todo el sufrimiento que tuve que pasar gracias a mi mísera vida podía ser feliz, que había un pequeño haz de luz en el cual me esperaba toda mi felicidad, realmente esa observación  a mí nunca se me habría ocurrido porque después de todo estaba perdiendo las ganas de vivir. Ahí es donde Harold entra, modificando mi estado totalmente tratando de sabotear mi único plan de ser una adolescente fría para toda la vida, de no comunicarme con nadie, pero el, con tan solo sonreír me hace sentir diferente, con ganas de hablar, de divertirme, de hacer cosas que nunca me hubiera atrevido. Por todos esos sentimientos que me hizo sentir, algún día se lo tendría que agradecer ya que el aún no sabe el gran cambio que provoco en mi personalidad algo trastornada desde mi punto de vista. No sabe lo mucho que le debo.

Harry se estaba despertando, nos habíamos quedados dormidos en la misma cama, en la misma pieza, mientras un sentimiento de culpa recorría mi cuerpo pero al mismo tiempo me complacía ya que no sabía cómo era tener una persona amada al lado. Era como un ángel, todo despeinado, con un toque de gracia en su preciosa cara, y a eso de le sumaba mi amor por ese ser tan maravilloso.

-Buenos días amor- Susurre en su oído.

No me contesto, pero note la gran sonrisa que se formó en su cara. Me tomo desprevenida cuando me agarro de la cintura para ponerme sobre él.

-Desearía despertar así todas las mañanas del resto de mi vida- Dijo seguro.

-Yo desearía que se congelara el tiempo en este momento, para saber que no es solo un sueño,  y si lo fuera no quisiera despertar- Dije temerosa.

-No puedo creer que seas tan dulce Jeanne- Me beso delicadamente.- No sabes lo feliz que me hace escuchar esas palabras- Lo mire, incentivándolo a que siguiera, quería que me dijera lo que sentía.- Todo lo que tenemos es real, y así va a ser por siempre porque no quiero alejarme de vos-

Enmudecí, realmente me sentía dichosa, no podía expresar fácilmente lo que pasaba por mi cabeza con unas simples palabras. Reduci la distancia que nos separaba, que por cierto era mínima, para poder besarlo y disfrutar de sus dulces labios que tanto me gustan. Esa era mi forma de demostrarle lo feliz que estaba a su lado, como me hacía olvidar del mundo, de los problemas, en resumen de todo lo que estaba a mí alrededor.

-Vamos, tenemos que irnos temprano-

-Sí, lo sé, por eso te despertaba dormilón- Le sonreí.

Harry me movió con delicadeza, distanciando así mi cuerpo del suyo, para dejarme a un lado de la cama. Me fui de su cuarto para que se pudiera cambiar tranquilo mientras yo me dirigía al mío para ordenar lo último que quedaba de mis pertenencias. No era mucho así que pude acomodar todo rápidamente según lo esperado, no quería desperdiciar tiempo porque este era mi último día de vacaciones ya que mañana tendría que comenzar la secundaria, o como yo suelo llamarla, el infierno. Sí, sé que es una definición un tanto alarmante pero es la verdad, la secundaria es otra etapa de mi vida que quiero olvidar, por suerte este año todo acabaría  pues el año siguiente empezaría la universidad.

Conociendo a HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora