Not Alone (Blam - boyxboy)

CAPÍTULO 13: PREPARAR UNA GIRA

CAPÍTULO 13: PREPARAR UNA GIRA

La reacción al video fue más de lo que él había podido imaginar. Sus fans estaban deseando escuchar la canción completa y, después de que él confirmara que estaría en su nuevo disco, todos estaban emocionados... Porque sí, por fin podía confirmar que tenía fans por su música.

Los paparazzi lo seguían más que nunca, buscando captar una imagen de "su Sammy", pero como sólo lo veían con sus amigas o su hermano, no había especulaciones. No era que no saliera con Evans, era más que pasaban todo lo que podían en casa.

Además, el moreno estaba muy ocupado en el estudio de grabación porque tenía que terminar antes de comenzar la gira, a la que poco a poco iban añadiéndose nuevas fechas, alargando la gira dos semanas más.

Sólo tenía una preocupación, Sam. Lo notaba raro, como si le ocultara algo, una sensación que no le gustaba. Ellos siempre se lo habían contado todo y en ningún momento eso había conseguido que su relación se tambaleara. Ni siquiera ese crush que tuvo en su último año de instituto. Era cierto que él también tenía un secreto, seguía sin contarle que ese crush había evolucionado y que estaba enamorado.

Ese día habían cenado con Brittany, Marley, Cooper, Santana y Artie para que después los dos volvieran a su apartamento. Estaban tumbados en el sofá, con el moreno sobre su amigo, mientras éste le acariciaba la espalda viendo una película.

Abrams le mandó un mensaje al cantante y cuando éste lo abrió se sintió fatal. Alguien los había fotografiado y, como sabían que Cooper era su hermano, se preguntaban cuál de los otros dos chicos era su novio. Aunque barajaban la posibilidad de Artie, tenían preferencia por Sam ya que se les había visto más próximos y cómplices.

–Esto era lo que yo quería evitar. –Blaine murmuró enfadado.

–A mí no me importa, de verdad. –El rubio intentó tranquilizarlo.

–¿Y si afecta a tu carrera? ¿Y si alguien deja de contratarte porque cree que eres gay? –El moreno estaba alterado, tanto que ya no podía estar sentado. Se levantó y comenzó a pasear molesto.

–No quiero trabajar con nadie que sea homófobo, por lo que no será una gran pérdida. –Evans se encogió de hombros.

–Sam... –El ojimiel murmuró, pero el otro lo detuvo.

–Eres mi mejor amigo, una persona muy especial para mí. No puedo pensar en ocultarlo o tener cuidado en lo que hacemos por el que dirán. No me importa nada que no sea que tú y yo sigamos como hasta ahora, que la fama no cambie lo que tenemos.

–Eres maravilloso.

Anderson se acercó y abrazó con fuerza a su amigo. No era la primera vez que sentía que Sam era perfecto para él. No era habitual que un joven heterosexual se sintiera tan cómodo en esa situación, pero Evans era diferente y lo había demostrado muchas veces.

Cuando se separaron del abrazo, se quedaron mirando a los ojos del otro sin saber qué decir. Sam miró los labios del otro durante unos segundos. Desde que Blaine había vuelto de Las Vegas, le había resultado muy complicado evitar besarlo u observarlo durante horas. Sin embargo, sabía que debía esforzarse para que no descubriera sus sentimientos antes de tiempo.

Por su parte, el moreno estaba algo incómodo. Había notado que su amigo miraba sus labios y eso no era normal. Una parte de él quería creer que se sentía atraído por él, pero la parte racional le decía que eso era imposible, que era heterosexual y, por mucho que tuviera una de las mentes más abiertas que conocía, eso no iba a cambiar.

Volvieron a mirarse a los ojos durante unos pocos segundos antes de que Sam comenzara a acercarse a él con la intención de besarlo. En cuanto Blaine fue consciente, también se acercó, poniéndose de puntillas para ayudar a eliminar la diferencia de altura.

Sus labios estaban a escasos centímetros cuando el móvil del moreno sonó, rompiendo la magia del momento y haciendo que los dos salieran de ese trance que había conseguido que olvidaran todo por unos segundos y estuvieran dispuestos a lanzarse.

–Hola, Blair, ¿en qué puedo ayudarte?... –Escuchó durante un rato lo que su manager tenía que decirle. –No, no voy a comenzar a desmentir noticias, no creo que sea bueno...

Anderson siguió hablando con ella bajo la atenta mirada del otro. En el fondo, Evans agradecía la interrupción porque, por encima del deseo y de su amor, estaba su amistad.

Blaine necesitaba hablar con Tina, por lo que acudió a casa de su amiga. Los dos estaban en el salón y el joven le contó lo que había pasado entre Sam y él.

–¿Por qué no os besasteis? –Ella protestó desilusionada.

–Porque él es hetero. –Anderson la miró como si le hubiera salido una segunda cabeza.

–La sexualidad no es blanco o negro. Hay personas que descubren atracción por alguien de su mismo sexo a los 20, a los 30... –Cohen-Chan aclaró.

–¿Y qué probabilidades hay de que Sam sea uno de ellos? No quiero que me rompa el corazón, al menos cuando sé que puede dañar nuestra amistad.

–¿Sabes Bling-Bline? A veces eres desesperante. Realmente deberías tener algo más de valentía. ¿No crees que el premio puede valer la pena? –Tina estaba ya desesperada.

–No quiero perderlo...

La joven no dijo nada más, no podía compartir con él que sabía que Sam correspondía esos sentimientos, era algo que debía hacer Evans.

Por su parte, Sam buscó refugio en casa de Brittany y Santana. La rubia fue la que abrió la puerta, pero la latina apareció en el salón en bata.

–Más vale que sea importante. –Ella lo amenazó, dejando claro que el hombre había interrumpido algo.

–Siento no haber avisado, pero es una emergencia... ¡Casi beso a Blaine! –Se sentó en el sofá y miró a sus amigas desesperado.

–¿Casi? –Lopez lo miró con la ceja levantada.

–Le llamó su manager... Yo no quería que supiera lo que siento todavía, la gira supondría que tendríamos una relación a distancia nada más comenzar y no sé si estoy preparado... Eso suponiendo que me corresponda... Cosa que no sé seguro... No quiero estropear nuestra amistad. –Evans dijo tan rápido que apenas se le entendió. Sin embargo, Pierce era muy inteligente en aspectos como ese.

–Pero mi pequeño unicornio también te quiere. Vais a ser muy felices, como Santana y yo. –Ella sonrió.

–Britt tiene razón. Ella y yo hemos encontrado nuestro camino a pesar de la distancia, de la ruptura, de que ha habido terceras personas... –Dijo la morena suavemente, pero después añadió con maldad. –Entre esas terceras personas estás tú...

–La canción que compuso para ti... La hemos escuchado y... Es una declaración de amor. –La rubia insistió.

–De cuando íbamos al instituto. –Evans empezaba a estar desesperado.

–¿Confías en mí? –Brittany preguntó.

–Claro. –Sam la miró perplejo.

–¡Díselo! –La chica gritó.

–Y ahora que hemos dejado claro todo esto y que estás aquí... ¿Por qué no nos haces algo para comer? Por interrumpir nuestro rato a solas. –Santana se cruzó de brazos y lo miró de manera desafiante. En el fondo, ella estaba feliz por el paso que iba a dar, pero no podía perder su imagen de chica ruda.