CAPÍTULO 18: CONTIGO

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N/A: Muchas gracias a todos por leer y comentar... Confirmo que serán 20 capítulos...

CAPÍTULO 18: CONTIGO

Blaine terminó la entrevista triste. Había conseguido aclarar que Sebastian era sólo un amigo y que hacía mucho que no se veían. Sin embargo, seguía intentando llamar a Sam y éste no contestaba. O dejaba que sonara hasta el último tono, o cortaba él mismo la llamada o el teléfono estaba apagado. Eso era lo que tenía tan frustrado al cantante.

Había quedado con Sebastian en la habitación de su hotel. No iban a salir de fiesta porque al día siguiente Anderson tenía concierto y no quería fallar. En principio iban a ir a un restaurante a cenar y después dudaban entre ir al cine o algo así, pero después de lo que había ocurrido, preferían pasar desapercibidos.

Christina había ido con él, pero uno de los músicos de Blaine había accedido a dejar a Smythe entrar en la habitación. De esa manera, nadie podría verlos juntos por los pasillos. Se sentían algo mal, pero preferían que sus visitas no fueran públicas. No porque hicieran algo malo, más bien era porque no quería que Sam pensara que eran algo más.

Llegó al hotel y rápidamente subió a su habitación. Estaba pensando en pedir la cena a alguna pizzería. La suite en la que se alojaba no era muy grande, pero tenía un sofá grande y una mesa en la que podían dejar la pizza mientras seguían hablando.

Al entrar allí, antes siquiera de ser consciente de quién estaba dentro, sintió unos labios besándolo con fuerza y empujándolo contra la pared. Unas manos se posicionaron en su trasero y una lengua se coló en su boca aprovechándose de que sus labios estaban algo separados por la sorpresa.

Se habría asustado de no ser porque conocía el olor de la colonia del otro perfectamente, reconocía el sabor de esos labios y, sobre todo, sabía quién era el hombre con esos ojos verdes tan hermosos.

–Sam... –Blaine susurró realmente excitado.

–No sabes cuánto te he echado de menos. –El rubio cerró los ojos para sentir mejor los labios de su amado en su cuello.

–Yo también te he echado de menos... No puedes imaginarte cuánto... –El moreno colocó sus manos en la nuca del otro y enredó sus dedos en el pelo rubio. El ritmo se ralentizó repentinamente y los dos se quedaron abrazados, con sus frentes tocándose y mirándose a los ojos.

–Después de ver tus fotos con Sebastian no creo que me hayas echado tanto de menos. –El corazón de Anderson dejó de latir un segundo, pero vio que el otro sonreía de manera cómplice y pronto comprendió que estaba gastándole una broma.

–¡Y tú no respondías a mis llamadas! –El ojimiel protestó.

–La primera ha llegado cuando estaba facturando la maleta. Creo que la zona de facturación del mayor aeropuerto de Los Angeles no es el lugar adecuado para contestar una llamada en la que íbamos a hablar de las fotos y de nuestros sentimientos. Iba a responderte en el avión, pero justo en el asiento de al lado estaba sentado uno de los periodistas que me ha hecho alguna entrevista y sé que escuchar una de nuestras llamadas habría sido una gran exclusiva para él. Una vez aquí he pensado que lo mejor sería sorprenderte. –Evans lo miró como si pidiera disculpas por no haberle avisado antes.

–Me ha encantado la sorpresa... ¿Te importa si pedimos algo para cenar? Estoy hambriento... –Blaine pidió, estaba deseando pasar más tiempo con él.

–Claro. ¿Dónde llamamos? –Sam quiso saber mientras se dirigía al sofá. El otro lo siguió y los dos se sentaron muy cerca el uno del otro.

–Iba a preguntarle a Sebastian... Por cierto, ¿dónde está? –El moreno miró a su alrededor, como si esperase que su amigo estuviera allí.

–Ha sido él quién me ha dejado entrar. No sabía que tenías una entrevista y cuando he llegado él estaba hablando con Paul. Me han dado la llave y Sebastian me ha dicho que no nos preocupemos, que entiende que queremos estar solos... ¿Qué le has contado? –El rubio sonrió porque estaba intrigado.

–Le conté lo que ha pasado entre nosotros. –El cantante bajó la mirada, pero el otro soltó una carcajada.

–Ahora entiendo todo. Al darme la llave, lo primero que ha hecho ha sido decirme que no ha pasado nada entre vosotros y lo siguiente que me ha dicho es que no te folle muy duro porque mañana tienes concierto. –El actor explicó.

–¿Te molesta que le haya contado todo? Sé que has salido del armario frente a tu familia, pero tal vez me he adelantado... –Anderson comenzó a decir, pero el otro lo silenció con un beso.

–No me importa, sé que necesitabas hablar con alguien y Sebastian es tu amigo. Me tendré que acostumbrar a que ya no es The Evil Warbler, pero no puedo decirte quién puede y quién no puede ser tu amigo. ¿Crees que le importara si le llamamos para ver dónde pedimos la cena? Después podemos hablar de nosotros, es una conversación que nos debemos. Así, después de cenar, podemos disfrutar un rato... Aunque nada de sexo todavía, necesito algo más de tiempo. Nunca he estado con un hombre y no quiero apresurar las cosas. –Evans no quería decepcionar a su amigo, eso era lo más importante para él.

–No hay prisa para el sexo, puedo esperar... Gracias por comprender mi amistad con Sebastian... –Blaine se acercó y lo besó en los labios. –Lo llamo para preguntarle por la cena.

El moreno llamó a su amigo mientras el otro se acercó con una sonrisa y comenzó a besar su cuello.

–¿Por qué no estás desnudo con Sam follándote como loco? –El castaño preguntó nada más contestar la llamada.

–Muy gracioso Sebastian...Vamos a cenar en la habitación... ¿Dónde podíamos llamar que hagan buenas pizzas y nos las traigan al hotel? –El ojimiel preguntó, pero dejó escapar un ligero gemido porque Evans había encontrado un punto realmente sensible debajo de su oreja. El actor sonrió con suficiencia y siguió mordiendo y besando esa zona.

–¿Realmente quieres cenar unas pizzas o quieres cenar a tu novio? –El estudiante quiso saber y escuchó otro gemido que lo hizo reír. –De verdad, Blaine, deberías desistir y entregarte a tu hombre. No sé lo que te estará haciendo, pero suena interesante.

–Seb...

–Está bien, está bien... Yo me encargo de llamar al restaurante y pedir pizza para dos. ¿Os gusta alguna en especial o confiáis en mí? –Smythe cedió y soltó una carcajada cuando escuchó un nuevo gemido. Sabía que su amigo estaba disfrutando y, si debía ser sincero, se alegraba por él.

–Confío en ti. –En moreno no estaba en condiciones de pensar qué quería cenar. Su mejor amigo había decidido que sus manos también debían excitarle y se estaba entreteniendo en acariciarle su miembro sobre el pantalón.

–En cuanto terminemos la llamada os pido la cena, tardará unos 20 minutos, así que aprovéchalos y pórtate muy mal... No hagas nada que yo no haría. –Sebastian colgó el teléfono, sabiendo que su amigo iba a disfrutar.

El actor obligó a su amigo a tumbarse y se colocó sobre él antes de volver a besarlo con pasión, primero en los labios y después en el cuello.

–Sammy, ¿no decías que no estás preparado? –Blaine preguntó.

–No estoy preparado para tener sexo, pero nada nos impide pasar un buen rato. –El rubio sonrió maliciosamente antes de mover sus caderas para provocar fricción en sus entrepiernas.

Los dos se olvidaron de la conversación que tenían pendiente, era más importante que ellos estaban disfrutando de esa nueva forma de conectar y sentirse cerca. Había pocas cosas que no habían hecho juntos, por lo que necesitaban hacerlas para sentirse más cerca y saber que ya no eran sólo dos amigos.

Not Alone (Blam - boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora