CAPÍTULO 7: OLVIDAR

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CAPÍTULO 7: OLVIDAR

Sam se levantó una mañana de domingo y, como cada fin de semana, se fue para su carrera matutina. A pesar de que con los años había dejado de obsesionarle su cuerpo, seguía gustándole cuidarse y se sentía mejor tras correr un rato. Cuando llegó a casa tras una hora, se dio una ducha y se puso unos pantalones deportivos para ir a desayunar. Ni siquiera se había molestado en ponerse una camiseta, nunca se había sentido cohibido frente a su mejor amigo.

Sin embargo, al llegar a la cocina se quedó en la puerta congelado. Allí había un hombre al que no conocía, algo mayor que ellos, aunque no demasiado, que sólo llevaba unos ajustadísimos calzoncillos. Tenía un cuerpo perfecto de gimnasio, como el que él mismo había tenido en el pasado. Se notaba que se cuidaba... ¿Tal vez vivía de su cuerpo?

En ese momento se dio la vuelta y vio a Evans, al que sonrió. Para decepción del rubio, tenía unos abdominales marcados que demostraban que pasaba muchas horas en el gimnasio.

–Buenos días... Tú debes ser el compañero de piso de Blaine. –El desconocido lo saludó.

–Sí, soy Sam. Tú eres... –Los ojos verdes escanearon al otro sin reprimirse. Era muy atractivo, con unos ojos azules tan impresionantes que, a pesar de todo, captaban toda la atención. Su cabello castaño estaba perfectamente despeinado y se preguntó si había pasado por el baño primero. Era un hombre de ensueño.

–Soy Thomas... Digamos que soy amigo de Blaine. –El hombre le guiñó un ojo. Evans no necesitaba mucha más indicación. ¿Qué otra cosa podía ser cuando estaba temprano desnudo en su cocina? Con todo lo que estaba pasando y su trabajo, no se había planteado que algo así pasara.

–¿Preparo café? –Sam sabía que podía ser muy complicado preparar un desayuno en una cocina que no conocía, por lo que se decidió a ayudar.

–Sí, por favor.

Poco tiempo pasó cuando Blaine entró, recién duchado, y sonrió al ver a los dos allí.

–Buenos días. –El moreno acarició la espalda de su mejor amigo antes de acercarse al otro y besarlo en los labios.

–Buenos días, bebé. ¿Unas tostadas? –La sonrisa de Thomas era inmensa.

–Sí, gracias.

Los tres desayunaron mientras charlaban y, cuando terminaron, el mayor se despidió de Anderson tras prometerle que lo llamaría pronto. Cuando los dos amigos estuvieron solos, Sam miró al otro.

–¿Vas a contarme lo que ha pasado? –Los ojos color verde miraron al otro.

–Si me dejas, llamo a Tina para contároslo a los dos a la vez, no creo que ella quiera ser la última en enterarse. –Blaine sonrió y en ese momento el rubio se dio cuenta de que parecía feliz. ¿Se habría enamorado? No estaba seguro, pero sí sabía que sólo pensar en esa posibilidad hacía que sintiera un dolor en la boca del estómago, aunque no sabía por qué.

–Vale... Pero dile que se dé prisa, quiero saberlo cuanto antes.

Tina apenas tardó veinte minutos en llegar y los tres se sentaron en el salón. A pesar de que habían desayunado, pusieron café y unas galletas para acompañar la charla. A pesar de todo, Blaine tardó un poco en decidirse a contarles lo que había ocurrido.

–Vamos, Blaine... Por favor... –La chica puso cara de perrito abandonado mientras suplicaba.

–Está bien...

Flashback

Blaine salía del despacho de su manager. Ella había conseguido que unos locales de Los Angeles le permitieran tocar y tenían que ultimar los detalles. Ya tenían los músicos que lo acompañarían y tenían que terminar la lista de canciones.

Como siempre, en la sala de espera había varias personas. Esa agencia tenía varios managers que se encargaban de diversos temas. Los había que llevaban modelos, otros actores y otros músicos. De esa manera, era más fácil si por algún motivo un cantante quería hacer campañas de publicidad o un modelo quería participar en una película.

–Perdona. –Un hombre se acercó a él y se puso enfrente para que no siguiera caminando. –Siento molestarte... Te he visto otros días por aquí y... Bueno, me preguntaba si te apetecería tomar un café conmigo... Quiero conocerte...

–Lo siento, yo...

–Cierto, no me conoces... Me llamo Thomas... Te juro que no suelo hacer cosas así, pero... –El castaño dejó la frase sin concluir.

–¿Pero? –El moreno esperó a que el otro siguiera.

–Me gustas. Sé que suena algo extraño porque no nos conocemos, pero no sé qué me pasa contigo.

–Yo ahora no quiero una relación. Hace poco tuve una ruptura dolorosa y lo último que me apetece es volver a meterme en algo así. –Anderson decidió ser sincero porque supuso que a él le habría gustado que se lo dijeran.

–No te preocupes, no tengo prisa.

Fin del flashback

–Espera, espera, espera. –Tina lo cortó. –¿Cómo habéis pasado de ese momento tan tierno a tener sexo desenfrenado?

–¿Y tú por qué piensas que fue desenfrenado? ¿O incluso que tuvieron sexo? –Sam comentó molesto. El sólo pensar en eso le producía malestar.

–¡Sam! ¡Tú mismo me has dicho que te lo has encontrado medio desnudo en la cocina! –La asiática lo miró entre indignada y pensativa, como si tuviera alguna sospecha de algo.

–¿Me dejáis que os lo cuente? –Blaine preguntó con una sonrisa. Le encantaba ver el entusiasmo de Tina y que, a pesar de todo, Evans siguiera siendo tan dulce y respetuoso.

Flashback

Como habían quedado, Thomas fue a la cafetería que había frente a los despachos de los managers de ambos, tras solucionar unos asuntos con su agente. Se sentó frente a Blaine, que estaba esperándolo.

–Siento haberte hecho esperar, no sabes lo que te agradezco que me hayas dado esta oportunidad. –El castaño comentó.

–La verdad es que he estado pensando y me apetece abrirme a nuevas experiencias.

–No tienes que hacer nada que no quieras, sólo tienes que decírmelo. –Los ojos azules mostraron la sinceridad con la que hablaba.

–Me apetece conocerte... Si eso es suficiente para ti en este momento.

–Claro, me parece perfecto.

Fin del flashback

–Eso sigue sin explicar que acabarais teniendo sexo salvaje. –Tina insistió.

–Eres realmente impaciente... Está bien, resumo la historia porque si no te dará un ataque. Estuvimos toda la mañana hablando, comimos juntos, pasamos toda la tarde paseando y conociéndonos... Después me invitó a cenar y yo le invité a venir aquí... No sé, después de tantas horas creía que sería la guinda perfecta para un día maravilloso. –Blaine estaba sonrojado y no se dio cuenta de que su mejor amigo parecía dolido por su confesión.

–¿Y qué tal la experiencia? Quiero decir... Nunca he tenido sexo con alguien mayor, Sam dice que parece que es mayor... –La chica estaba intrigada.

–Tiene treinta años y ha sido el mejor sexo de mi vida. Ha sido una noche larga y muy interesante y eso es todo lo que voy a contar. –El moreno se cruzó de brazos, aunque tenía una sonrisa inmensa.

–Sólo dime... ¿Cuántos orgasmos? ¿Quién es el pasivo? –Ella suplicó.

–Cuatro anoche y uno esta mañana. Somos versátiles.

Sam se preguntó por qué le dolía tanto ver a su amigo tan ilusionado. Debería estar feliz por él, porque estaba poniendo de su parte para superar a Kurt y seguir con su vida. Sin embargo, se sentía como si un monstruo se hubiera mudado a su interior y sentía que no se iría pronto. Se sentía mal amigo, porque no debería tener esos pensamientos, debería estar contento.

Not Alone (Blam - boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora