Bachelor Party II (Otayurio/Otario)

Capítulo 10: La fiesta (Parte dos)

Yuri

Entramos con Beka al salón, nunca había venido a pesar de la insistencia de Viktor, está... agradable. Nos sentamos en nuestra respectiva mesa, nos tocaba compartir con Chris y Georgi, aunque al ser los más allegados a la pareja, estaban dispersos todo el tiempo ubicando a la gente y preparando todo para la entrada, así que podía pasar tiempo a solas con Otabek.

Beka sacaba charla todo el tiempo, yo no me podía concentrar mucho ya que en mi cabeza rondaban muchas preguntas sin respuesta acerca de mis sentimientos para con él. Hace un tiempo que pienso en él como algo más que un amigo, y lo sucedido anoche me hacía dudar más sobre seguir solo con una amistad, pero no me sentía con las agallas suficientes para declararme o preguntarle si él también pensaba así. Solo ruego que Beka lo haga pronto.

Yakov, mi entrenador, también estaba invitado a la fiesta, al verme se acercó con su típica cara de haber chupado un limón.

- No creí que te hubieran invitado - me dice y sus ojos se clavan en los míos - eres muy pequeño para ver lo que pueda pasar hoy aquí - ''¡ay Yakov, si supieras!'' pasó por mi mente.

- ¿Por qué todos dudan de mi madurez? - le pregunté molesto.

- Porque siempre haz sido muy inmaduro, Yuri, y hasta que no te vea cambiar, no lo creeré - miró a Otabek después de haberme dicho eso - Hola - le dijo simplemente, Beka levantó una mano en señal de saludo y seguidamente Yakov se nos alejó.

- Tranquilo Yura - me dijo Otabek, él ya me conocía muy bien y sabía que cada charla con alguien significaba ira en mi - no te molestes esta noche por favor, por mí - detesto que haga eso, me manipula con tanta facilidad yo no puedo negarme y a pesar de que me asusta saber que no tengo control, se que él lo hace por un buen motivo, y eso es lo que hace que me enamore de él... ¿enamore?...

De repente las luces del salón se apagaron dejando únicamente iluminada la puerta principal, todos fueron rápidamente a sentarse a sus mesas y la voz de Georgi saliendo de unos parlantes retumbó en mis tímpanos.

- Caballeros, pido un aplauso para los futuros esposos: ¡Viktor Nikiforov y Yuuri Katsuki!

Todo el salón empezó a vitorear cuando se abrió la puerta y ambos entraron tomados de la mano y con elegantes trajes blancos, se los notaba muy felices, no solo a ellos, a todos en general inclusive a Beka, yo simplemente aplaudía. Yakov y Celestino, el ex-entrenador de Yuuri, se acercaron a ellos y le pusieron unas orejas y colas de perro y cerdo a cada uno, se veían super ridículos y estúpidos, todos tomaban muchas fotos y reían, yo me debo haber visto como un amargado pero no me importaba. 

Luego de la entrada nos trajeron piroshki de katsudon para comer, al fin podía comer algo diferente a pesar de que aún así era katsudon. Otabek se los devoró muy rápido, se notaba que le habían gustado mucho.

- Oigan chicos - nos dijo Chris mientras masticaba su último bocado - deberíamos emborrachar a Yuuri, así esto se pone más divertido - no tengo buena experiencia con Yuuri ebrio, la última vez me retó a una competencia de baile y aunque no me negué y participé, no lo disfruté mucho - hagamos esto: voy a ir a proponer un brindis, todos únanse y si Yuuri no quiere tratamos de convencerlo ¿qué dicen? - sinceramente no me importaba si se embriagaba o no, yo solo quería que Chris dejara de molestarnos, así que acepté su propuesta - ¡genial! voy a ir a avisar en todas las mesas. 

- Qué estupidez - dije por lo bajo.

- ¿Por qué estupidez? - me pregunta automáticamente Otabek, lo miro sorprendido - No seas así con ellos Yura, yo se que no te caen muy bien, pero ellos realmente te aprecian - pero... ¡¿qué demonios estas diciendo Beka?! mis expresiones se iban transformando en las de alguien a la que le desagradaba mucho lo que estaba oyendo... y era verdad, me desagradaba - Ellos te dieron su casa, cuidan de ti, te alimentan... me aceptan - momento, ¿qué? - Son muy amables y te quieren mucho, sé amable con ellos también y disfruta su felicidad - a pesar de no poder creer en lo que oía, sentí como sus palabras tocaban en lo más profundo de mi. Todo lo que decía tenía muchísima verdad - Se que sabes que yo tengo razón - no se como lo hace, pero siento que puede leer cada movimiento que hago - no quiero que me lo admitas, pero si me gustaría que lo llevaras a cabo aunque no lo demuestres tanto.