Capítulo 11: La proposición

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Yuri

Cuando desperté sentí el peor dolor de cabeza del mundo, sentía que no iba a poder levantarme nunca de donde estaba. Todo me daba vueltas y largaba pequeños quejidos mientras me desperezaba, sentí el cuerpo de Beka a mi lado, me acarició un brazo y me habló.

- ¿Estas despierto, Yura? buenos días -  abrí los ojos para mirarlo, las luces del lugar me hacían mucho daño así que volví a cerrarlos automáticamente y largué un quejido más sonoro. De fondo podía escuchar a los demás hablar y reírse, sus voces torturaban mis tímpanos, sentía que empezarían a sangrar o estallarían en mil pedazos.

- Me explota la cabeza... - fue lo único que me limité a decirle.

- Se llama resaca, Yuri - se ríe, extrañamente la voz de Beka no hacía que mis tímpanos sufrieran - quédate aquí necesito levantarme, llevo despierto un rato largo y me duele el cuerpo - sentí como se paraba del suelo y sus huesos tronaban - Te traeré un café, y nada de rebajado con leche, te ayudará créeme - me quedé recostado en el suelo, tapándome los oídos cada sonido me trituraba las ideas, deseaba nunca haber bebido tanto. Estuve en esa posición durante todo el tiempo que Otabek estuvo ausente, cuando finalmente lo sentí volver me senté y abrí un poco los ojos para agarrar la taza que tan amablemente me ofrecía.

- Gracias, Beka - tomé un sorbo de café, se sentía muy amargo - ¡uggh! odio el café solo.

- Lo sé Yura, pero te hará bien tomarlo así - me acaricia el pelo, él sostenía una taza también - muchos me dicen que es malo tomar café con una resaca, pero a mi siempre me dio buenos resultados.

- ¿Te emborrachas seguido? - me sorprendió lo que me había dicho, nunca imaginé que Otabek podría beber tanto hasta el punto de tener resaca al día siguiente. Abrí más los ojos para verlo, pero aún seguían entrecerrados.

- No muy seguido pero si he tomado bastante - me dice mientras pasa el dedo índice por todo el borde de su taza - tengo un lado oscuro que no conoces, Yura. Creo que como tu novio no debería ocultártelo, pero... no sé que pensarás de mi.

- Dímelo - mi voz salía muy ronca, sentía como si algo raspara mi garganta, poco a poco iba abriendo más mis ojos.

- Soy DJ, en mis... ratos libres - automáticamente una risa nasal se hizo sonar en mi, Beka me miró - bueno, es mejor de lo que pensaba, creí que te enojarías - estaba aguantando demasiado la risa - puedes reírte si quieres - él comenzó a hacerlo y lo seguí.

- ¿Tú, DJ? ¡¿Otabek Altín?! ¡¿un DJ?! - me reía a carcajadas y él me seguía, mi cabeza explotaba pero no podía contener la risa - Lo siento Beka, pero ¿haz visto tu cara? ¿cómo es que animas las fiestas?.

- Mira quién habla de caras serias - se ríe muy fuerte - mi estilo los anima a todos, debo ser muy bueno con mis mezclas - me guiña un ojo y sonríe- y pues como necesito dinero para vivir, lo único que se me dio bien fue ese trabajo, así que lo hago a menudo. Lo bueno es que las bebidas son gratis, por eso es que me he emborrachado bastante - reía todo el tiempo, lo contaba como una anécdota muy divertida. Hablar con Otabek hacía que me sintiera muchísimo mejor a pesar de la resaca, él siempre me hacía sentir bien y a gusto - veo que te sientes mejor Yura - me acaricia una mejilla, se me acerca y me da un beso. Su aliento era cálido, sabía y olía a café, sus labios estaban suaves y deliciosos no quería parar de sentirlos bailar con los míos. 

De lejos pude sentir a alguien silbar de manera provocativa, abrí los ojos y miré en dirección al sonido, todavía besando a Beka: había sido J.J. y varios nos estaban mirando y riendo por lo bajo. Me separé de Otabek inmediatamente, él me miró sorprendido, no sabía que pasaba ya que estaba de espaldas a los demás. 

- ¿Qué.. sucede? - mi rostro estaba completamente rojo, lo sé porque lo sentía, la dirección de mi mirada guió a Otabek a saber de donde venía el problema, se giró y observó toda la escena. No le dio ni una pizca de importancia, se giró nuevamente y continuó besándome. Con los ojos muy abiertos vi como el brazo de Beka se estiraba y levantaba su dedo mayor, en señal ofensiva al resto del grupo. Sonreí, aunque no se notara porque mis labios estaban escondidos tras los suyos, cerré los ojos e imité su señal con mucho orgullo.

***

Cuando faltaba media hora para irnos del salón empezamos a recoger un poco el desastre que había quedado de la noche anterior. Mi cabeza me dolía aún, pero me sentía muchísimo mejor que antes.

- Hey mira - Beka se me acercó y me hizo fijar en Phichit y Seung abrazados en el medio de la pista - te dije que tenían algo entre manos - nunca había visto a Seung tan triste en mi vida, me sorprendió que estuviera así, le tomé la mano a Otabek y salí disparado a donde ellos estaban - ¿Qué haces, Yura?

- Vamos a recoger las cosas de alrededor de ellos - le dije aunque esa no era mi verdadera intención. 

- Eres un chismoso... - me atrapó - pero está bien - empezamos a levantar la ropa y las botellas que había en el suelo cerca de ellos, podía ver como a Seung se le caían las lágrimas, no sentí pena por él, pero estaba muy sorprendido de la escena que estaba llevándose a cabo delante de mí. No encontraba motivos por los que Seung estuviera abrazando a Phichit.

Terminamos de recoger bastante del desastre cuando ya nos avisaron que teníamos que salir para que limpiaran, me puse mis zapatos y salí agarrado de la mano de Beka. Subimos al auto y comenzamos el viaje de vuelta a casa.

- Yuri - me llama Otabek, seguíamos tomados de las manos -  Yuri, yo el martes debo volver a Kazajistán - sentí como un frío recorría todo mi cuerpo, estaba tan acostumbrado a que Beka estuviera conmigo que había olvidado completamente que él no vive aquí - Y quería proponerte algo, es un poco extremo pero no pierdo nada con intentarlo - se lo notaba nervioso, yo también lo estaba, apreté sus dedos con fuerza - me gustaría que vinieras conmigo, y que estuviéramos juntos - me estremecí.

- Beka, yo... - no sabia que decir estaba muy sorprendido, solo tengo 16 años, ni siquiera se si eso es legal. Dude muchísimo, gran parte de mi quería ir con él, pero la otra sabía que no era correcto, Yakov me mataría, Viktor y Yuuri igual. Era imposible, no puedo irme.

- No es necesario que me respondas ahora - me dice Otabek devolviéndome a la realidad - tampoco es necesario que me respondas antes del martes, cuando tu te sientas seguro de tu decisión me lo dices. Yo te esperaré lo que sea necesario - no pude responder nada, seguía demasiado impactado, miré por la ventana y pensé, pensé y pensé, pero aún así todo eso, no me parecía correcto...

Bachelor Party II (Otayurio/Otario)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora