Take my body (Clexa)

Verde esmeralda

Clarke empezó a abrir los ojos y sintió un peso sobre su cintura, bajo la mirada y encontró el brazo de Lexa rodeándola.

Lentamente, giró su cuerpo para poder estar frente a la morena.

Ese pequeño movimiento hizo que el brazo de la teniente presionara un poco más sobre ella, era como si no quisiera que se escapara de su lado.

Clarke sonrió ante el gesto, pero sabía las razones por las que el cuerpo de Lexa podría estar haciéndolo inconscientemente, la última vez que ambas se habían quedado a dormir juntas en el departamento de la teniente, la rubia escapó sin despedirse.

Había salido huyendo ante el temor de que todo fuera real y su consciencia por Wells la carcomiera viva.

¿Será que Lexa aún la quería como en aquel entonces? ¿Qué quería ella ahora? ¿Algún día podría conseguir desaparecer esta necesidad por la morena? ¿Era eso lo que realmente deseaba? ¿Superar aquella relación? o ¿En lo profundo sólo quería que siguiera creciendo y fuera correspondido?

Definitivamente el panorama era diferente, Alex se encontraba en medio de todas las decisiones que ella hiciera, que Lexa hiciera y que ambas hicieran.

La doctora cerro lo ojos y suspiro, al abrirlos se concentro en las facciones de la teniente.

- Hermosa.- susurro.

Con la yema de sus dedos empezó a rozar el rostro que había cambiado su vida para siempre.

Lexa empezó a abrir los ojos.

El verde esmeralda y el azul profundo se reencontraron esa mañana.

La teniente dejo curvear sus labios con la sonrisa más hermosa que podrían haberle dado a la rubia, atrajo con su brazo el cuerpo de Clarke para estar completamente pegadas.

Ambas seguían desnudas, sus pieles se fusionaban bajo las sabanas blancas de la cama.

Lexa acerco su rostro a los mechones rubios que se encontraban cerca de su nariz, respiro profundamente intentando absorber todo el aroma de la ojiazul que su cuerpo pudiera retener.

Exhaló.

- Buenos días.- dijo sonriendo la rubia.

- Buenos días Clarke.- contesto de manera dulce la teniente.

- ¿Pudiste descansar?.- preguntó mientras acomodaba el cabello castaño detrás de la oreja de Lexa.

- ¿Quieres que sea honesta contigo?

La pregunta tomó por sorpresa a la rubia.

- Sí.

- Es la segunda mejor noche que he pasado desde aquella vez que te fuiste de mi lado.

Frío, fue lo que sintió Clarke por todo su cuerpo. Era obvio que Lexa quería introducirse en una conversación de la cual no estaba segura aún si se encontraba preparada.

- ¿Cuál es la mejor noche?.- preguntó evadiendo el elefante que se encontraba en el cuarto.

Lexa se dio cuenta pero no quiso insistir, al menos no por ahora. Tenía miedo de que ese momento de cercanía con la rubia se esfumara de sus manos.

- Cuando conocí a Alex.- fue lo que contestó.

Clarke no pudo evitar unirse completamente a ella abrazándola nuevamente, Lexa amaba a Alex, estaba claro, su voz y sus ojos eran sinceros cuando hablaba de ella y no podía evitar sentir flechazos directo a su corazón de ver que adorara tanto al ser mas preciado de su vida.