Take my body (Clexa)

Abby part. 2

Alex corrió a ponerse a lado de su sillita, su abuela la ayudo a subirse mientras Clarke y Lexa entraban al salón.

La mesa estaba servida, era una terraza con vista al jardín. Fácilmente podían estar ahí y observar todo lo que sucedía en el área de juegos diseñado para Alex.

Lexa confirmaba una vez mas, que su hija estaba rodeada de un ambiente lleno de amor que giraba en torno a la felicidad de la pequeña.

Abby prendió las luces del jardín, no tardaría en oscurecer y así formaba un ambiente agradable para su comida.

Clarke se sentó a lado de Alex, la pequeña se encontraba en la cabecera de la mesa. Abby se sentó del otro lado.

Lexa se acomodo rápidamente junto a la rubia, seguía un poco intimidada por Abby y ahora que entraba a su lujosa casa, un poco mas.

- Por favor, sientan la libertad de servirse.- dijo Abby y poco a poco los platos se fueron llenando.

Clarke le sirvió a su hija un poco de todo, puré de papa, un pedazo de carne y ensalada.

La teniente no pudo evitar ocultar su hambre y se sirvió doble carne, doble verdura, arroz y puré, realmente tenía hambre. Estaba empezando a llevarse el primer trozo a la boca cuando Abby hizo un ruido llamando la atención de todos.

- Debemos dar gracias.- dijo tomando la mano de Alex y pidiendo la de la ojiverde.

Lexa se puso colorada, ya tenia el pedazo de carne en la boca y volteó a ver el resto, nadie había tocado tan siquiera los cubiertos.

Dejo los suyos y aceptó la mano de Abby para después tomar la de Clarke.

- Clarke, haznos el honor.- continúo Abby.- Cierren los ojos por favor.

La teniente lo hizo en seguida.

- Mamá.- empezó a decir Clarke.- Nunca damos gracias por la comida.

Alex empezó a reírse.

- Nunca es tarde hija.- contestó Abby aguantándose la risa.

- Ignóralas Lexa, ya puedes comer.

Lexa volteó a ver a Clarke que tenía los ojos cerrados sin creer las travesuras de su madre, después vio a su hija y a la abuela de esta.

- Lo siento Lexa, fue idea de Alex.- dijo Abby para quitarse la culpa.

- ¡No es cierto!.- reclamo la pequeña levantando las manos sin parar de reírse.

- Ya estuvo bueno, pónganse a comer o todo se va a enfriar.- dijo Clarke regañándolas.

Lexa le guiño un ojo a su hija para decirle que no se había molestado y todas empezaron a comer.

- Dinos Lexa.- empezó a decir Abby.- Clarke me comentó que esta semana regresaras a servicio.

- Así es doctora.- contestó de inmediato la teniente.

- Puedes llamarme Abby.

- O abuelita.- agregó Alex.

- No hija, ella es tú abuelita, pero no es la de Lexa.- dijo Clarke.

- Oh que mal.- dijo su hija y las tres mujeres la miraron llena de ternura.

- Pero sí.- continúo Lexa.

- ¿Y cómo son los horarios ahí?

- Hasta el momento no podría decirle como será el mío, primero debemos reportarnos con el Capitán y a partir de ahí se nos proporcionan.