Take my body (Clexa)

Acuario part. 1

Alex se encontraba recostada en el asiento de atrás e iban rumbo a su departamento.

Después de la ceremonia de entrega de medallas, habían ido a cenar a un restaurante italiano que Lexa había sugerido por su buen sazón, entre el cuestionario que su pequeña hija le hizo a la morena y las rebanadas de pizza que se comió, quedo poco a poco sin energía hasta quedar sobre los brazos de la rubia que la llevo al coche.

La despedida con Lexa fue muy rápida, se notaba que la morena se quedó con ganas de decirle algo más, pero lo que salio de sus labios fue un:

"Por favor, avísame cuando estén en casa".

La ojiazul lo agradeció, por más que esa noche había sido increíblemente mágica para todas, no quería confundir las cosas y mucho menos acelerarlas. Mañana hablaría con su hija y tendría las primeras reacciones respecto al encuentro con su otra mami, en eso se quería enfocar, eso era lo importante.

Llegaron al estacionamiento de su edificio y con mucho cuidado sacó a Alex y la llevo cargando al interior, el guardia ayudó a abrirle la puerta en cuanto la vio.

- Sra. Griffin .- dijo el vigilante mientras la ayudaba a pedir el ascensor.- El señor Wells tiene un rato esperándolas, me pidió que lo dejara esperar en su piso así que se lo encontrara allá.

Clarke volteó a verlo con la duda reflejada en la frente, "¿Por qué está aquí Wells?".

- Ok muchas gracias.- dijo la rubia mientras entraba al ascensor.- Que pase una bonita noche.

- Igualmente señora, buenas noches.

Y las puertas del ascensor se cerraron.

Clarke llegó a su piso con su niña en brazos, efectivamente Wells se encontraba sentado en la puerta de su departamento.

Lo movió un poco con el pie.

- Wells...¡Wells!.- dijo la rubia en un tono no tan alto porque no quería despertar a su hija.

El hombre poco a poco abrió los ojos, volteo a verla y enseguida se paro.

- ¿Dónde han estado?.- dijo mientras aceptaba a la niña para cargarla en lo que Clarke abría la puerta.- Llevo horas esperándolas.

- ¿Por qué no me llamaste?.- dijo la rubia abriendo la puerta.

- ¡Te marque como 10 veces Clarke!

- ¿Mami?.- se escucho en un susurro, era Alex que se había despertado por el volumen de Wells.

- Aquí estoy mi amor.- dijo volteando a ver de manera fulminante al hombre.- Vamos a la cama para que duermas bien, ¿te parece?.

La pequeña solo asintió con la cabeza y Clarke la tomó del brazo.

La mirada que le dio a Wells era clara, debía de esperarla ahí mismo, en la puerta.

Una vez que Clarke consiguió ponerle la pijama a Alex y la metió a la cama, fue por su celular a la bolsa antes de dirigirse a la entrada del departamento.

Era verdad, tenía 12 llamas perdidas de Wells.

- Perdón Wells.- dijo la rubia aún en un tono de volumen bajo.- No escuché el teléfono.

- Pues ¿qué estabas haciendo?.- dijo el hombre que la estaba observando.- ¿De dónde vienen que están tan elegantes?

Clarke le había comentado sobre la entrega de medallas y el encuentro entre Alex y Lexa, a su madre y a Raven, pero ni una sola palabra a Wells porque no sabía cómo lo podría tomar.