Departamento

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Se encontraba en el baño, estaba lavándose la cara cuando escuchó que alguien mas entraba. Ni siquiera tuvo oportunidad de voltear para ver de quién se trataba porque en segundos empezó a sentir como Lexa le besaba el hombro.

Colocó ambas manos en el lavamanos y dejo que su cuerpo disfrutará de las caricias que la morena le estaban dando. Las manos de la ojiverde se abrieron paso por sus muslos y empezaron a subir, levantando con ellas la tela de su bata negra.

Clarke hizo su cabeza para un lado, dejando expuesto su cuello el cual la teniente atacó inmediatamente con sus labios. La lengua llegó a los inicios de su mandíbula y antes de empezar el viaje de regresó dijo.

- Buenos días Clarke.

La rubia se estremeció al escucharla, su voz era de deseo, Lexa había amanecido excitada.

Se giró para que quedaran frente a frente. Sus brazos rodearon el cuello de la ojiverde y la atrajo a su cuerpo.

- Buenos días Lexa.

- Oh dios, amo tu voz.- contestó la morena antes de empezar a besarla.

Sus labios se movían rápidos, las lenguas no esperaron ningún segundo en acariciarse mutuamente. Las respiración de ambas se empezaban a agitar, era un beso que gritaba la necesidad del contacto de su ser amado.

- ¡Mamiiiii!.- se escucho.- ¿Estas en el baño? Quiero hacer del 1.

Era Alex.

Clarke detuvo sus movimientos pero Lexa empezó a dirigir sus besos rumbo a su oreja.

- Lexa.- susurro.- Tu hija...

La teniente llegó a su destino y su lengua empezó a acariciarle la oreja.

La doctora no pudo evitar gemir ante el contacto.

- ¿Mami?.- Alex otra vez, ahora se escuchaba del otro lado de la puerta.- ¡No puedo abrir!

- ¡Lexa espera!.- dijo y con ambas manos la empujo de manera suave para separarla de ella.

La mirada de la teniente era una combinación entre deseo y confusión, se notaba que no tenía idea de por qué Clarke la había detenido.

- Alex esta allá afuera pidiendo usar el baño.- dijo sin esperar a qué le preguntara, su semblante cambio en seguida.

- Perdón Clarke, no la escuche.- contestó separando sus manos de la cintura de la doctora.

- Si, ya me di cuenta.- dijo antes de darle un beso en la mejilla.- Yo también me muero por estar contigo.- añadió a verle la mirada de decepción a su amor.- Hoy volveremos a ver más lugares y quizás encontremos el indicado. Un poco de paciencia.

Y le dio un beso en los labios antes de ir a abrir la puerta a su hija.

La ojiverde soltó un gran suspiro y volteó para ver a Alex con su cara de angustia porque realmente necesitaba usar el baño. Camino hacia ella y la despeino un poco antes de salir de ahí.

Había pasado un mes desde que Lexa empezó a quedarse a dormir con Clarke y Alex todas las noches. Y no es que no hayan tenido intimidad, la habían tenido, pero definitivamente no las veces que a ambas les hubiera gustado. El tenerse ahora todos los días y compartir más tiempo juntas había generado demasiadas tentaciones que a veces simplemente era imposible complacer.

Ver a Clarke todas las mañanas, con el cabello despeinado, vestida con esa bata negra que se acoplaba perfectamente a su cuerpo, el escote amplio y sus hermosas piernas.

Definitivamente verla arreglarse se había convertido en una de sus nuevos hobbies en la vida. Verla vestirse, peinarse, maquillarse, todo lo que hacía era hermoso y sexy... A diferencia de la rubia, ella no podía ocultar el estar excitada, lo cual era una frustración que a la doctora le generaba risa, disfrutaba de saber como prendía a la teniente sin ni siquiera proponérselo.

Take my body (Clexa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora