SEIS

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Continuamente visitaba a Aristoteles, me gustaba llevarle libros para que tuviera algo que hacer, hicimos una especie de "Club de Lectura". Yo le prestaba libros que ya había leído y después comentábamos sobre ellos.
Incluso en algunas ocasiones, yo le leía mientras el se quedaba tranquilo escuchando.

El ultimo libro que le leí fue Fiesta.

"Había estado recibiendo algo a cambio de nada. Eso servía para retrasar la presentación de la factura. Pero ese tipo de facturas siempre se pagan. Es una de esas cosas magníficas con las que siempre hay que contar... Yo pensaba que había pagado por todo y de una vez, sin idea del premio y del castigo. Sólo un intercambio de valores. Uno entregaba algo y otro recibía algo a cambio."

-Es un libro triste- Dijo Ari.

-Sí. Por eso te gusta.

- Sí -dijo- Exactamente por eso.

Pasaba mucho rato con Aristoteles, me gustaba verlo, jamás le pregunté acerca de como iban las cosas dentro de su mente, es decir, si había decidido ir con un terapeuta o no. Aunque después de un tiempo de verlo algo afectado decidí por fin tratar de meter el tema en alguna conversación.

-He ido a ver a un terapeuta... Estuvo bien.
Me quedé viéndolo un rato, a pesar de que no quería tocar el tema, creo que ya era el momento, de verdad me preocupaba el estado de salud de Ari.

-¿Qué? - dijo Ari después de un rato.

-¿Vas a ir?

-¿A dónde?

-A ver un terapeuta, idiota.

-No.

-¿No?

Ari se miraba las piernas.

Esta vez no mostré debilidad con él. El asunto era serio. No había sido cualquier cosa.

-Me ayudó -dije finalmente-. Ir con el terapeuta. No estuvo tan mal. De verdad ayudó.

-¿Vas a volver?

-Puede ser.

Aristoteles asintió.

-Hablar no ayuda a todos -dijo pensativo.

Eso me causó un poco de gracia, el mismo Ari testarudo de siempre. Sabía que el necesitaba hacerlo, pero su orgullo se lo impedía. Le sonreí levente.

-No que tú sepas.

Me devolvió la sonrisa. Esa sonrisa. Dios.

-Sí, no que yo sepa.

Las cosas quedaron así, se hacía tarde y tenía que volver a casa.

-Ari, tengo que irme.

-Está bien. Ve con cuidado.

-Sí.
Me acerqué a él. Le dí un abrazo y después tomé mi mochila.

-Adiós -dije mientras abría la puerta.

-Dante...

Voltee con Aristoteles. Él sonreía de nuevo.

-¿Si?

-Buen Viaje.

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⏰ Última actualización: Feb 13, 2017 ⏰

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Aristoteles Y Dante Descubren Los Secretos Del Universo (Versión Dante)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora