CINCO

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Aquí estaba yo de nuevo...

Sólo salgo de mi habitación para comer. Mis padres han estado demasiado ocupados para notar mi ausencia. O lo que sea qué fuera esto.
Debería estar avergonzado. Debería esconderme en mi armario y quedarme para siempre ahí. Puede que haya bajado algunas libras debido a la depresión que cargaba. Comía poco y tenía pesadillas. Pesadillas respecto a Aristóteles y yo. Pesadillas donde se enteraba de mis intenciones y comenzaba a odiarme. Otras veces soñaba que todos me atacaban al enterarse. O que Ari se burlaba de mis sentimientos. Pesadillas. 

No quise visitar a Ari para nada. Fingí influenza para no ir a verlo. A mis padres les dije que habían prohibido temporalmente las visitas al hospital por un brote también de influenza. Sólo lo llamaba algunas veces a petición de mi madre. Para saber la evolución de su estado.

En alguna ocasión lo llamé en un momento de debilidad emocional.

Quería contarle la verdad de mi ausencia. Quería disculparme de nuevo. Decirle lo que sentía.

-Te quiero decir algo, Ari.

-Está bien- dijo.

Lo medité por un momento. Soy un tonto. Soy débil. No me quiere de esa manera. No lo hará jamás. Guarda tus palabras Dante.

-¿Qué?- dijo Ari un poco frustrado del otro lado del teléfono.

-Olvídalo.
-Está bien.
-Quisiera que pudiéramos nadar otra vez.
-Yo también.

Al colgar el teléfono sólo pude sentirme mal. Tomé un cuaderno de dibujo y empecé a hacer garabatos. Dibujar de alguna manera era mi refugio. Al no poder contarle a nadie respecto a mi situación con Ari, dibujaba todo aquello que sentía. Era un poco liberador.

Llegué a ir con el terapeuta. Pero no sirvió de nada. No podía contarle como me sentía realmente. No podía decirle que me gustaba un chico. Sería juzgado por un profesional que tal vez difunda el rumor. O algo así. Sentía paranoia. Sentía tristeza. Miedo. Nostalgia por el pasado. Nostalgia por el futuro.

Cierta tarde prendí la grabadora y puse el disco del Sargento Pimienta.

Era un poco masoquista de mi parte. Pero puse la canción que más me dolía en esos momentos.

 " You say yes, I say noYou say stop and I say go go go, oh noYou say goodbye and I say helloHello helloI don't know why you say goodbye, I say helloHello helloI don't know why you say goodbye, I say hello "


Me quede mirando por la ventana. Ya no quería sentirme así. Jamás en mi vida me había pasado y lo odiaba. Y me odiaba por sentirlo.

¿Había dejado ya escapar las suficientes lagrimas?

¿Esto era sufrir por amor?

¿Cómo resultaría si fuera correspondido?

¿Cómo sería tomar la mano de Ari?

El amor no correspondido es un misterio más en un universo lleno de misterios.


Aristoteles Y Dante Descubren Los Secretos Del Universo (Versión Dante)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora