CAPITULO 4

2.7K 218 38
                                    

Narra Tomas.

—¿Amigos?—lo mire sorprendido.

Había pasado tanto tiempo desdes que alguien me preguntaba algo como eso, sin embargo, mis ilusiones se fueron por la borda al pensar que al enterarse de mí orientación sexual quisiera alejarse de mí también.

—por cierto no me quiero meter pero quisiera saber quien te fue el que te ocasionó ese moretón...¿quien te pego?

Me sorpendi y avergonze al saber que había visto el hematoma que posaba en mí vientre.

—no es nada, no debes preocuparte por eso eso, es mí problema, no te preocupes, mira yo...yo soy gay, me gustas los hombres sabes, seguro que si lo sabías me ibas a odiar...gracias por ayudarme pero se que te no.

—¿Enserio?, ¿Y cuál es el problema?, solo quiero ser tu amigo, no me importa si te gustan los chicos o las chicas, veo que eres una buena persona, aparte, esos golpes no se hacen solos, ¿no?...¿Esa es la razón por la cuál te pegan?

La cara que en este momento ponía Matías era de preocupación sincera, realmente no le había disgustado que sea gay.

—no, eso no tiene nada que ver, eso...eso es por otra cosa.

Era lo mejor no decirle la verdad ya que puede que él le cuente al director o algún profesor y las cosas termine agravándose.

—esta bien, no voy a obligarte a decírmelo, cuando me tengas confianza, puede hablar conmigo respecto a esto—sonrió

Hace bastante que no me dedicaban una sonrisa amable como la que él tenía en este momento, por parte de un chico de mí edad, no quería ilusionarme con esta relación que podría llegar a darse, pero estaba feliz.

—bueno, tengo que irme ahora, el director debe estar esperando por mí, después hablamos Tomi.

Dijo incorporándose de la silla junto a la cama y se dirigió hacía la salida, saludándole desde lejos antes de desaparecer de mí vista.

Me pareció un buen chico, pero me resultaba extraño que no se alejara de mí, las personas no tiene una mente abierta, piensan que ser gay es malo. La verdad me hizo muy feliz que no le importará y de igual forma quisiera ser mí amigo. Decidí correr la cortina de la cama para poder descansar un rato.

Luego de unos minutos de tranquilidad escuché el rechinido de la puerta abrirse y pensé que se trataba de Matías pero al escuchar su voz me estremecí.

—¿Seguro está aquí Ramiro?

—si, vi un chico sacarlo del baño a toda prisa.

Era Ariel junto a Ramiro, no quería que volvieran a golpearme, estaba realmente asustado, ¿Porqué están ellos en la enfermería?, Deseaba tanto que no me encontrarán.

—cuida la puerta.

Hice el menor ruido que podía para evitar ser encontrado, pero al parecer Ariel estaba revisando cada cama, se escuchaba el sonido de la cortina siendo corrida. Al sentirlo tan cerca solo fingí estar dormido, sin embargo mí cuerpo temblaba debido al miedo, suerte que la manta impedía que se notará.

Escuché que finalmente mí cortina fue deslizada, no podía ver nada, ya que, tenía los ojos cerrados, no era capaz de ver la expresión que tenía en ese momento. Sentí como era destapado y mí remera era deslizada hacía la altura de mí pecho dejando mí panza expuesta. Toco aquella parte de mí cuerpo deslizando sus dedos sobre la zona produciendo en mí escalofríos, no obstante, apretó un poco, lo suficiente para brindarme dolor, lo que me obligó a soltar un quejido y sujetar su mano para que no lo volviera a hacer.

—asi que estas despierto—sonrió.

—para Ariel, me duele...por favor.

Me moví de forma brusca para impedir que siga oprimiendo sobre mí estómago pero solo logré sentir más dolor, apreté sin querer su mano por el dolor.

—¡Suelta mí mano idiota!.

Saco su mano casi de inmediato, solo pensaba que debido a esa acción seguramente algo me haría.

—-no me hagas nada por favor, duele mucho, solo por hoy.

Le dije temblando, lágrimas amenazaban por salir.

—cierra la boca.

Para mí sorpresa bajo mí remera y me tapo, no dijo más nada y solo se dirigió a la salida donde estaba Ramiro. Pensé que iba a agredirme como hizo a la mañana, por suerte no lo hizo. Cuando se fue pide relajarme y acomodarme bien en la cama, de un momento a otro caí dormido.

La doctora fue quien me despertó, me hizo un par de preguntas sobre lo que me había ocurrido, tuve que mentirle, lo único que se me ocurrió es decirle que estaba lastimado debido a un robo y que me había desmayado debido a que no había desayunado. La doctora parecía no estar muy convencida por lo que le dije pero de igual forma me dijo que valla directo a casa a descansar. Al salir de la enfermería me choque con una persona.

—lo siento, no vi por dónde iba.

—¡Tomi!, ¿como te sientes?, ¿ya estas mejor?

Se trataba de Matías, se veía feliz de verme.

—si, gracias de nuevo por ayudarme.

—vine lo más rápido que pide para verte, siento haberte chocado, ¿Vas a buscar tus cosas?, Te acompaño.

—si, voy al salón por mí mochila.

Al querer caminar me tropezar con mí propio pié, fue gracias a Matías que no caí al suelo, sin embargo me sujeto desde el estómago causandome dolor.

—lo siento, es que ibas a caerte, pero dime quién se tropieza con sus propios pies al caminar—rió.

—esta bien, gracias por ayudarme.

—de nada tomi, ¿Quieres que te acompañe a tu casa?, Digo por si te descomponer en el camino, si no quieres está bien.

No sabía bien que responder a aquello, recién lo conozco, no debería llevarlo a mí casa, no obstante, no parece un mal chico, en cambio, es muy amable conmigo.

—esta bien, gracias.

Fuimos hasta el salón para que pudiera recojer mis cosas las cuales si se encontraba ahí, eso era un alivió.

Matias observaba el salón mientras tanto, veía cada detallé de el.

—Tomi, ya mañana voy a empezar las clases—me miró sonriendo.

—cierto que estamos en el mismo año. 

—¿Tomi quieres ser mí amigo?

Al escuchar esa pregunta y ver su expresión tan seria con respecto a eso, me puse nervioso, como dije no quería ilusionarme pero fue tan amable conmigo que no podía dar una respuesta negativa.

—si, quiero ser tu amigo—sonreí

Me sentí realmente feliz al decir aquello, mí mejillas se sonrojaron y mis ojos brillaron seguramente más que las estrella que habitan en el cielo nocturno.

—me hace feliz que quieras ser mí amigo,entonces vamos a tu casa—sonrió.

—si, vamos—le sonreí también.

🌈✨🌈✨🌈✨🌈✨🌈✨🌈✨🌈✨

🌈🍀Bueno, espero que les haya gustado y les doy las gracias a @laros19  y a @ximlocaHipsterdck gracias por votar a mí historia🌈♥️

Cómo siempre digo que tengan un buen día, tarde, noche y madrugada.♥️💎🍀🌈

✨Matias, el nuevo personaje, es alto, mide 1,70, su color de pelo es marrón al igual que sus ojos, solo que estos son más claros.✨

SU SONRISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora