Narra Ariel
—ya llegamos.
Dije mientras apagaba la moto, primero se bajo Tomi, con un poco de dificultad, luego yo y le puse seguro para que no me la robarán.
—gracias por traerme ariel—sonrió.
—hay que entrar—dije mientras me incorporaba—vamos.
—si.
A paso apresurado fuimos hasta la entrada, había una secretaria, seguramente anotaba a los chicos que llegaban tarde. Nos pidió nuestros cuadernos de comunicados y nos dejó pasar. Caminamos por el pasillo hasta llegar a nuestro salón, se podían escuchar los gritos y risas de nuestros compañeros cuando nos encontramos más cerca, la puerta estaba abierta, entramos y un silencio se poso al instante, nos estaban mirando.
Era muy obvio el porque estaban en ese estado, ya que yo y Tomás estábamos juntos, venimos juntos, me resultaba realmente molesto que mirarán así, quería mandarlos a la mierda a todos, sin embargo, no podía, estaba el profesor ahí.
—hola profe, perdón por llegar tarde—dijo para luego caminar a su asiento.
—hola profe—dije y fui a mí asiento.
—esta bien, para lo próxima, no lleguen tarde, bueno sigamos con la clase.
Al ya estar en nuestros asientos, Matías se da vuelta para hablar con Tomi.
—hola Tomi, ¿Por qué llegaste tarde y con este?—dijo dándome una expresión de desprecio.
—que miras idiota.
¿Qué le pasa a este?, Me dan ganas de romperle la cara a patadas, solo si el profesor se fuera, aunque sea un segundo, podría revolearle mí carpeta o algo.
—nos encontramos por casualidad, llegué tarde porque perdí un colectivo y el otro vino muy tarde.
—okay, cierto, Tomi, ¿Me trajiste la plata?.
Dijo dándole una sonrisa y estirando su manos para que la pusiera ahí. Aquello llamó mucho mí atención, ¿Porque quiere plata?, Recuerdo cuando lo habíamos visto con los chicos en la calle comprando algo, ¿No será que está con Tomi por eso?
—si—saco plata de su bolsillo de la campera—toma, no es mucho pero bueno, ¿para que es?
Le pregunto, parecía preocupado por él.
—es que mí mama se sentía mal y no tenia suficiente plata para comprarle medicamento.
Se notaba nervioso al decirlo, alterado, como si no quisiera ser descubierto.
—¿Qué tiene?, ¿Es grave?—le dijo en tono preocupado—espero que te alcance con eso.
¿Acaso Tomi es idiota o que?, Es bastante obvio que le está mintiendo, no me gusta nada todo esto, algo me dan mala espina.
—no, no es nada grave, si, quédate tranquilo esto me alcanza—dijo sonriendo.
—ya dejen de hablar en el fondo, Tomás y Matías.
—lo siento profe—dijo nervioso.
—lo siento no volverá a pasar—habló Matías
—bien.
Pasó un rato, el profesor nos dio una actividad para hacer mientras el se quedaba sentado mirando su celular, que idiota, no se aprende nada así.
—oye Ariel, ¿Entiendes algo?—dijo bajito.
No me había percatado de la presencia de Ramiro, si no hasta que habló, estaba abrazando a Tomás por la espalda, eso me molestó, ya que no se sentía cómodo, se veía asustado.

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SU SONRISA
RomanceTomi es un chico de 15 años, muy alegre, que disfrutaba de su vida hasta que sus amigos se enteraron que era gay no solo dejaron de juntarse con él sino que también comenzaron a hacerle bullying al igual que la persona de la cual estaba enamorado la...