SU SONRISA

CAPITULO 13

Narra Tomás

Ariel se levantó del asiento y fue hasta la computadora para buscar, obviamente, información sobre nuestro tema.

—oye—voltió a verme—¿Buscaste algo por lo menos?

—si, traje un poco de información que busque en mí casa ayer—busque en mí mochila—oh—me paralizé.

¡No puede ser!, Me olvidé lo que había buscado en casa, él va a matarme por esto.

—oye, dale idiota, no tengo todo el día—se levantó de su asiento.

Cuando Ariel se acercó de esa forma tan amenazante hacia mí me asusté mucho, baje la cabeza observando el suelo, no quería mirarlo en este momento. Temblores se hicieron presentes en mí cuerpo sin yo poder hacer algo para evitarlo.

—lo siento me lo olvide en casa—aprete los ojos al decirlo.

—¡¿Qué?!, ¡me estas jodiendo!—gritó molesto.

Tras escucharlo gritar, salte en mí lugar sin poder siquiera disimular el miedo y la sorpresa que me produjo su voz molesta.

—esta bien—acaricio mí cabeza—buscare yo.

Volvió a la computadora dejándome sorprendido por esta acción tan cariñosa que había tenido conmigo por segunda vez.

—Tomi, debes beber y comer algo, es juego de naranja exprimido.

¿Tomi?, ¿Me llamó de una forma cariñosa o estoy imaginando cosas?, Asentí en afirmación así como también de agradecimiento, miré el vaso sobre la mesa, lo tomé entre mis manos y bebí todo su contenido. El hecho de que me haya llamado de esa forma me hizo feliz. El juego me había hecho bien, me sentía con más energía, que a medida que pasan el tiempo se iba haciendo nula, ya era la tarde y estaba copiando el trabajo mientras Ariel me dictaba.

Cuando se fue para el bañó, aproveché para sacarme el suéter que tenía puesto, tenía mucho calor, no me sentía muy bien. Me levanté de la silla para dejarlo en su cama, sin embargo, un mareo muy fuerte me invadió haciendo que pierda el equilibrio estrellándome contra el suelo perdiendo el conocimiento.

Me desperté alarmado, Ariel estaba muy cerca, el miedo me invadió, en este momento me sentía muy mal, débil, no podía defenderme, lo tomé de sus brazos para tratar de evitar una posible agresión, mí cuerpo temblaba.

—lo siento, no me pegues—dije tartamudeando.

—cállate—acarició mí cabeza.

Cerré mis ojos cuando Ariel se soltó con mucha facilidad de una de mis manos y la llevó a mí cara, sin embargo, fue a mí cabeza, eso me tranquilizó.

—no voy a golpearte—me dijo y se alejó de mí.

Eso me alivió mucho, mí cuerpo se relajo, lo vi irse de su habitación, no quería que se fuera, quería que siguiera acariciando mí cabeza, me sorprendió mucho mí forma de pensar, no obstante, debe ser debido a la fiebre, tenía mucho calor.

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Narra Ariel

Salgo a paso apresurado de la habitación para buscar el termómetro para saber bien cuántos grados tiene, pongo agua en una palangana lo mas fría posible y tomo una toalla, no tan grande. Nuevamente subo con cuidado a mí cuarto, dejo la cubeta con la toalla a un lado y observo el estado de Tomi, estaba respirando muy rápido y se notaba muy mal, fruncí el ceño debido a eso.