Vivir sin miedo [Malec]

>> ♣9♣ <<

Si, ya se que es tarde y aún no publico las mini historias, acá va una:

Un día Sof se enfermó, creyó que iba a a estar bien en unas horas y terminó escribiendo Malec en la sala del hospital

Hace unos minutos salí del hospital y me he sentido super mal, pero no por eso dejaré de lado el especial, esta será una escena SI relacionada con la historia, espero que les guste mucho ❤

Al parecer las cosas habían cambiado, esa noche la mujer a la que su padre había llamado estaba apartada para ella y no había podido venir, su padre había salido hace quince minutos y él estaba llenando la mochila con lo que necesitaría para curar a Alec; bajó las escaleras para llegar a la oficina del hombre, el aroma repulsivo de la sangre aún no se extinguía del todo del ambiente; abrió la puerta y abrió la ya conocida caja para tomar ambas llaves, casi corriendo para llegar al cuarto.

Alec estaba cubierto con su chaqueta hecho un ovillo en un rincón, Magnus tuvo que aferrarse a la pared para no caer de la impresión.

Alec sollozó con dolor mientras giraba su cuerpo para ver al moreno, sus ojos estaban hinchados.

- No te debes dar el gusto de llorar en tu situación - se arrodilló junto a él, pero Alec no le contestó, - Déjame ver - Alec bajó las manos de su abdomen en señal de aprobación.

Magnus levantó el suéter y reveló la piel desnuda al mismo tiempo que el aire se quedaba en sus pulmones negándose a salir.

- Dios...- susurró inconsciente; la piel estaba morada, las manchas habían aumentado tamaño y cantidad, la que estaba en su costilla era la que peor se veía, estaba salpicada con sangre y mugrienta.

Rápidamente sacó la bolsa de agua caliente y la colocó en el cuello de Alec sintiendo como este se relajaba al instante y con un suspiro cerraba los ojos.
- Tranquilo, quizá esto...pueda doler -

Tomó el hielo y lo colocó directamente sobre la mancha mas grande, Alec gritó de dolor asustando a Magnus, el eco resonó en las paredes del interior del cuarto, su respiración era irregular y sus pestañas estaban húmedas.