♣22♣

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Ninguno de los dos sabía como habían llegado a tal punto, lo único de lo que estaban seguros en ese momento; con el susurro de sus respiraciones en el ambiente y la luz de la luna sobre ellos; era de todo el amor que iban a demostrar; Alec tenía la camisa del mayor bajo su espalda mientras estaba recostado en la cama y Magnus lo besaba con frenesí, el menor tocaba el rostro de Magnus acercándolo mas y fusionándolos a ambos en un perfecto beso donde la intensidad, la pasión y el amor desbordaban.

El moreno pasó sus ásperas manos por los costados de Alec provocando un gemido en el menor; dejó sus labios para pasar a su cuello besándolo y dejando pequeñas marcas que serían un símbolo de aquella noche.

Alec estaba meramente nervioso, no se sentía tan hermoso como para estar con Magnus; su cuerpo estaba lleno de cicatrices y moratones, sus labios agrietados y otros lo habían tocado antes haciéndole sentir sucio; ocultó su cabeza en el cuello de Magnus mientras esperaba ansioso y dolido el momento en el que Magnus se apartara y lo mirada dos veces antes de decidir si continuar, antes de rechazarlo...

Pero ese momento no llegó.

Jamás llegaría, Magnus lo amaba, lo amaba tanto...
Y el miedo y el dolor que los recuerdos le causaban no eran un impedimento para saber que entregándose al mayor estaría seguro, estaría bien y sería amado.

Él no lo iba a obligar a nada

Nunca.

Solo lo amaría.

Recibió besos en sus párpados cerrados y en sus mejillas rojas por la vergüenza del momento, sintió las manos del mayor recorrer su cuerpo con tanta delicadeza, como si estuviera hecho de porcelana y pudiera romperse si se le aplicaba brusquedad; - ¿Estás bien? - Alec asintió y continuó acariciando la espalda de Magnus con la yema de sus dedos; el mayor se alejó para despojar a Alec de la ropa interior y dejarlo desnudo a su merced, admirando la belleza de un ángel bajo la luz de la luna.

Pasó las manos de Alec por debajo de sus brazos y las dejó en su espalda, se acomodó mejor entre sus piernas y besó sus labios mientras bajaba una de sus manos y introducía un dígito en Alec; el menor soltó un pequeño grito en la boca de Magnus y se aferró con fuerza a su espalda clavando sin intención sus uñas.

Magnus continuó con el beso mientras comenzaba a introducir y sacar el dedo de la estrecha entrada de Alec con movimientos lentos; el ojiazul hecho hacia atrás la cabeza dejando que el contrario besara su cuello mientras él chillaba de vez en cuando y jadeaba; cuando Magnus lo consideró listo introdujo un segundo dedo siguiendo con los movimientos repetitivos.

- ¡Mag-nus! - Alec soltó el aire de sus pulmones con fuerza mientras sentía sus pestañas húmedas.

- Está bien ángel, estas bien...- lo besó en los labios y continuó dilatándolo, lo que menos quería era lastimarlo mas de lo que el infierno ya lo había quemado.

Se separó suavemente para quitarse la última prenda que los separaba a ambos de un contacto directo dejándola caer a los pies de la cama para luego inclinarse y besar castamente a su niño.

- Si te lastimo, no dudes en decírmelo y me voy a detener - murmuró con suavidad en su oído antes de besar su cien.

Alec tomó aire y abrazó a Magnus mientras sentía una presión en su entrada mucho mayor a la de los dedos y después un dolor potente que hizo que chispas eléctricas recorrieran su espina dorsal.

Un grito salió de sus labios cuando sintió todo su anillo de músculos dilatarse a medida que Magnus entraba en él, y era un dolor tan potente que lo hizo sacar varias lágrimas y gritos ahogados, justo cuando sintió que no podía mas, que iba a partirse en dos; Magnus se detuvo.

Vivir sin miedo [Malec]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora