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Isabelle bajó las escaleras descalza sintiendo el frío de las lozas de cerámica en sus pies, la puerta de la biblioteca estaba ligeramente abierta mostrando un haz de luz en toda la oscuridad del lugar, pero la única sombra proyectada era la de un joven sentado en el sofá, con la mirada perdida entre la pared y sus pensamientos divagando entre sus recuerdos de la misma manera que una rocola escoje una pista y la reproduce.

La chica tocó la puerta dos veces con suavidad, el hombre pareció volver a la realidad y pestañeo para despertar de su ensoñación, en la puerta estaba parada la chica de aquel día, tenía el cabello suelto y estaba vestida con pantalones y una camiseta suelta, no tenía maquillaje en el rostro y solo así, Jem pudo dislumbrar las ojeras que estaban bajo sus ojos, los labios mordidos y lastimados y la palidez de la piel.

- Buenas noches señor Carstairs - saludó Isabelle tratando de que su voz no temblara.

- Lo mismo digo señorita Lightwood...- habló Jem con la amabilidad y formalidad características de él.

- Por favor, llámeme Isabelle; ¿Puedo pasar? -

- Es su casa señorita Isabelle...-

Izzy entró a la habitación y vio de mas de cerca al hombre, su cabello castaño cubría parte de su frente, su piel era pálida sin llegar a ser enfermiza, parecía brillar de un tono plateado o bronce ante la tenue luz de la lámpara, también notó la delgadez de sus brazos y piernas, aunque aún así la camisa se ajustaba en sus hombros; era ciertamente atractivo.
Se sentó en el sofá frente al hombre y bajó la cabeza haciendo que oscuros y largos mechones enmarcaran su rostro.

- ¿La puedo ayudar en algo? Su padre está con el señor Branwell en el estudio. - avisó Jem.

- ¿Por qué no está con ellos? - inquirió Isabelle sin querer sonar imprudente.

- Necesitaba unos minutos, estaba algo agobiado, pero créame cuando le digo que por nada dejaré de buscar a su hermano -

- Y lo se..., pero necesito hablar con usted sobre ello, sobre Alec, quiero saber todo lo que se haya descubierto ya de su paradero.

Jem casi dejó salir una pequeña risa, aquella muchacha le recordaba tanto a él en los días en que Will estaba desaparecido, con el mismo rostro cansado intentando verse imponente, con el brillo de la decisión resaltando en sus oscuros ojos.

- Me temo, señorita Isabelle, que su padre pretende mantener esa información entre el equipo de investigación y él.

La chica bufó y se enderezó en su lugar queriendo parecer mas imponente, pero notó de alguna manera que aquel papel no le salía tan bien gracias a su aspecto, dejó salir un suspiro y cerró los ojos, cuando los volvió a abrir estos estaban cristalizados.

- Se lo ruego..., desde que tengo memoria, Alec a cuidado de mi y de mi hermano siempre, cuando mis padres estaban fuera por cosas del trabajo, era él quien se encargaba de que hiciéramos la tarea y comiéramos y durmieramos como era debido, Alec siempre estuvo ahí y cuando Max nació, siempre se procupó en convertirlo en un niño de bien aún estando en la sociedad actual; siempre estuvo para mi...y ahora quiero estar ahí para él...- una lágrima bajó sin ser percibida por la chica aunque si por el hombre frente a ella, - Sólo quiero proteger a mi hermano...- susurró.

Jem colocó sus codos en sus rodillas y apoyó la cabeza entre sus puños levantados, - Este camino es doloroso Isabelle - comentó llamándola por primera vez como ella le había pedido, - Yo era así cuando mi mejor amigo desapareció, era como un hermano para mi, al igual que Alec, él siempre me apoyó y cuando se fue, me sentía totalmente capaz de hacer cualquier cosa con tal de recuperarlo, pero en ese lapso de tiempo me di cuenta de la gravedad de las cosas, descubrí cuando agónico y sangriento es el camino para llegar a alguien que está desprotegido y asustado en algún lugar y que por mas corta que sea la agonía, siempre deja marcas en el alma...-

- ¿Qué paso con...tu amigo?

- Lo mataron...- susurró, - Vi y sentí por primera vez el extremo del dolor y realmente no se lo deseo a nadie, por eso ten por seguro que no voy a dejar de buscar a tu hermano, no importa que pase...-

Isabelle dejó que otra lágrima saliera de sus ojos, - Trata de protegerme...-

- A usted y a su familia...

Izzy secó sus lágrimas y esbozó un intento de sonrisa, - Estoy muy segura de que su amigo está orgulloso de lo que está haciendo por mi familia en este momento...gracias, señor Carstairs...- salió de la biblioteca y Jem vio su sombra mezclarse con la oscuridad que reinaba fuera del cuarto.

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Eran casi las tres de la mañana y Magnus apenas había podido dormir veinte minutos, se habían llevado a Alec a escasos minutos de las once de la noche y aún no regresaban, su mente se atormentaba a si misma recordando cómo el menor había llorado y gritado mientras abrían la puerta para subirlo al auto de la mujer y llevárselo ganando que su padre activara el brazalete y lo hiciera gritar de dolor.
Luego Asmodeo les había entregado el control a las mujeres indicándoles que hacer en caso de que hiciera algún intento de escapar.

Oía con  nitidez la música clásica que provenía de la sala gracias a que estaba a oscuras y con la televisión apagada; su cuerpo se puso en alegra al oír el inconfundible sonido de un auto parar afuera de la casa, miró por la ventana cómo primero bajaba un hombre del asiento del piloto y seguido a este la señora Oscuro, ambos bajaron a un cuerpo envuelto en un grueso abrigo del asiento trasero, Magnus comenzó a respirar de manera irregular al notar que ni siquiera podía mantener su cuerpo en pie, vio a su padre salir y besar en la mejilla a la despreciable mujer.

Se alejó del ventanal y abrió la puerta de la habitación silenciosamente para luego escabullirse a los barrotes del balcón.

- Ah ido de maravilla, pero te advierto que tienes que dejar de golpearlo, está todo lleno de marcas y a los clientes eso no les gusta. -

- Víctor, llevarlo abajo - el abrigo fue retirado de su cuerpo y Magnus resistió el impulso de inhalar sonoramente por la impresión, el suéter le había sido colocado sin ningún cuidado y estaba descalzo, en sus brazos relucían marcas rojizas que habían sido hechas a presión y con fuerza.

- Se supone que acabaría a las cuatro, viniste antes.

- Tuvimos que traerlo cuando un imbécil lo drogó para propasarse y lo lastimó mas de lo que ya estaba, la cosa no llegó a mas, pero no podía seguir ahí estando drogado...- Magnus quiso gritar y golpear a quien se habría atrevido a tocar a Alexander, y su pecho dolió al darse media vuelta y volver a su habitación, sabía perfectamente que un día explotaría y todo por lo que había trabajado se iría, que la confianza que su padre le había dado acabaría y estaría condenado a vivir eternamente en aquella vida, sin salida, con dolor y...increíblemente, sin un Alexander Lightwood a quien...¿amar?







Lamento que sea algo corto, pero estoy comenzando a estudiar formas de expresión y lenguaje y estoy comenzando a cambiar un poco la expresión del libro, aún no soy muy buena 😅, ¿Les gusta?

- Sof

Vivir sin miedo [Malec]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora