Visiones Erróneas

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   Sin siquiera pensarlo dos veces, me empujó con brusquedad al otro lado de la cama. Alcancé a mirar a mamá indignada, saliendo de la habitación acompañada del ruido de sus zapatos sobre el piso, dejándome completamente helada en cuanto escuché un gimoteo. Han Na permaneció en la puerta, mirándonos, sin encontrar las palabras.

¿Por qué te quedas mirándonos ahí como si fuésemos un espectáculo? No hicimos nada malo maldita sea, solo me cuidó porque no podía dormir ¿Qué tienen en sus retorcidas mentes que llegan a pensar que abusamos de la situación? ¡Fue una coincidencia! Tropecé sobre él, lo estaba despertando para evitar precisamente esto. No me miren con esos ojos, no me otorguen esas frías miradas de desprecio.

Minho se sentó, rascándose su cabeza con el cabello desordenado, entrecerrando los ojos con pesadez, quejándose con palabras inaudibles. De seguro alguna grosería.

-Han Na...-dije como último recurso, sin poder ligar mis pensamientos a palabras coherentes. La imagen de Minho me dejó embobada por una extraña razón. Como respuesta, Han Na se fue, supongo que a acompañar a mamá.

Mire a Minho en busca de algún comentario.

-A mi no me mires, tú sabes muy bien lo que hiciste.

-¡¡¿Qué hice?!!-Realmente no entiendo que le pasa a esta gente, fue solo un accidente y se vienen imaginando cosas que no son.

-Lanzándose sobre la gente mayor y preguntando esas cosas.-dijo y se acercó bruscamente. Mi corazón se frenó junto con sus grandes ojos, observadores y analíticos, cerca mío.- ¿En serio tienes 15 años?

-S..sí-dije cerrando lo ojos, evitándolo con mucha timidez. ¿Por qué de repente le dió por acercarse? Este chico es tan cambiante.

-Por que a veces pareces de menos-dijo levantándose de esa cama. Me incorporé incrédula. En serio ese simplemente lo hacía por fastidiarme.-¿Puedes irte? Tengo que cambiarme.

-En serio, ¡¿Te habían dicho que eres terrible?!

-En vista de que no te vas, supongo que tendré que...-dijo y comenzó a levantar su polera

-¡¡¡TÚ!!!...AAAAAHSH-grité saliendo. En cuanto estuve fuera, me apoyé en la puerta y boté una bocanada de aire, sonrojada a más no poder. Cambiarse la ropa en frente mío, ¿Quién demonios se cree ese exhibicionista bipolar? La fama le hace mal a ese chico.

-No te molestes en salir, creo que ya sabemos suficiente por nuestra cuenta-dijo mamá acercándose con un vaso de agua-Ve por tus cosas, nos vamos de aquí.

-No puedo. Minho se está cambiando.

-Da igual, ven. Supongo que tenemos que hablar.

Fuimos a la sala de estar. Ahí me aguanté una charla de media hora, sobre lo que era respetar a los adultos y las órdenes que te daban. Sin derecho a réplica, más que los "entiendo" "si sé", que me salían más como autómata que de la consciencia.

Minho seguía sin salir de esa habitación, supongo que él creía que era mejor alejarse de los problemas ajenos o simplemente estaba esquivando el reto de su vida. De todas formas no contribuía, ya que al salir podría usar la excusa de cambiarme.

-Y es por eso que yo me preocupo de que....-dijo mamá, pero fue interrumpida por el rey de roma, el que se demora un siglo en cambiarse. Se acercó a Han Na y le susurró algo al oído que la hizo saltar y consultar el reloj.

-¡IIIIIh! Basta de charla, ¡ANDA A CAMBIARTE! -la miré- ¡YA!

-Wow, pensé que esto se acabaría, pero nunca pensé que tan pronto-dije y me fui corriendo a mi habitación. Una vez en esta escuché como Han Na hechaba a Minho de empujones, luego la puerta cerrarse tras él. Fue cuando me percaté de las cosas.

Don't Leave (SHINee - Choi  MinHo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora