Intentos

72 4 0
                                    

- Me asusta que te pongas tan cariñoso.- Me sinceré mirando la cesta de pan que había sobre la mesa. - Es como si te fueses a ir.

Enchuecó la boca.

- Tarde o temprano tendré que irme.

- ¿Cuándo?-dije exigiendo respuestas.

- Mañana en la tarde.

- Tendré que seguir esperando a volver a verte quien sabe cuando.-dije. -Que bonito.

Estaba siendo muy egoísta, lo sabía. Decir todas esas cosas harían sentir mal a cualquiera, no era una buena amiga, no estaba siendo cooperativa con su situación, pero parecía como si él no lo estuviera pasando mal. No me agradaba que después de este lindo momento juntos, un hasta luego, te veo cuando te vea.

- ¿Y qué si quiero que me extrañes?-dijo y lo miré.

Por suerte llegaron con nuestra comida, porque no habría sido capaz de decir algo después de eso. ¿Debía tomarlo como algo positivo o golpearlo con la botella de vino que vertía su líquido dentro de mi copa?

- Cheers-dije y juntamos las copas, seguidas de un tintineo clásico, casi monótono.

- Tú no deberías beber-dijo mirándome de reojo- Eres pequeña.

- Solo 3 años menor que tú. Cállate y déjame beber-dije y Minho de inmediato me quitó mi copa. Llamó al mozo y le pidió jugo.

- Con 16 años yo no bebía.

- ¿Tengo que creerte?-dije indignada. Me trajeron mi jugo.

- Aish, pero que insolencias dices. Come, come-dijo acercándome mi plato de spaghettis.

- ¿¡Pero porqué me tienes que proteger tanto!?-dije-¡No soy tu hija ni tu hermanita menor!

- Come ¿quieres?-dijo y miró molesto a la ventana, sin probar su plato. Ni la copa.

- ¿Estás molesto?

- Cara, te comportas como una niña pequeña. Ni ellos hacen tanto escándalo-dijo visiblemente enfadado. Tenía que ablandar las cosas o esto iba a terminar mal.

- Pero que lindo se ve oppa enojado-dije y enchuequé mi boca.

- ¿Qué?-dijo y me miró-Sea lo que sea que planees. ¡No!

- Oo...oppa-dije sacando mi lado más tierno y adorable que había dentro- Perdóname por favor...oo-ppa.

- ¡Aish!-exclamó incómodo y yo lo miré haciéndole un pucherito. Se fue al baño. Lo miré riendo y bebí de su copa de vino.

Leí en una revista coreana una vez que a los chicos les gustaba que las chicas se comportasen dulces y tiernas en extremo. ¿Él era la excepción a la regla?

- ¿Y cómo lo haré?-dije para mí y mi corazón se detuvo. La verdadera razón del viaje salía a la luz en mi interior. -¿Qué dirá?, ¡Esto es tan complicado! Ahí viene...Dios mío, ¡¿Qué hago!?-dije para mí viendo como se acercaba. Me tomé la copa de vino de golpe, para el valor.

- Pero que alcohólica eres-dijo sentándose. Miré mi plato abochornada. No podía hacerlo, debía mantener mi boca ocupada en algo antes de que disparase palabras sin pensar.

Comencé a comer sin levantar la vista.

-Hey-dijo Minho, pero no le dí atención-Oye, oye...-dijo y levanté mi vista. Tenía toda mi boca llena de comida y los cachetes inflados.-Mastica.

Me sonrojé y miré al piso, masticando levemente mi comida.

Intento 1 de declararme: Fallido.

Fuimos a la fuente de los deseos de Roma que era un atractivo clásico del lugar. Irse de Roma sin pedir su deseo era como una especie de delito. El problema no era el precio, no era el no tener monedas para arrojar, era uno mucho más complejo. El lugar estaba lleno de parejas besuconas y buenas para abrazarse cada vez que se podía. Tomaban "gelatos" en las bancas del lugar, tazas de café en los almacenes o simplemente miraban el lugar. Nosotros éramos como una especie de bichitos extraños dentro de lo común. Incómodo.

Don't Leave (SHINee - Choi  MinHo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora