Capítulo 16

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Cath

—¡Oye, Cath!

El grito de Sabrina me sacó de la bruma de nervios en mi cabeza y por fin oí el sonido agudo de su bocina. Me levanté del banco en el que esperaba y corrí hacia su auto, subiéndome y saludándola antes de atarme al asiento.

—Hey, hola, estás distraída, te hablé más de tres veces.— dice, con una amplia sonrisa en su rostro. Intenté devolverle la sonrisa pero sabía por su cara que sólo había conseguido una mueca.— Jesus, Cath, ¿qué sucedió?

—Oh, nada, nada preocupante. Salí dos meses con mi novio, intentando tomar todo con calma y de repente estoy encontrándome con su hermana, que aparece cuando estoy teniendo sexo, y su madre, que insinua que no debemos tomar todo con calma porque, oh sí, Ten siempre va lento y ella no cree que va a conseguir nietos.— escupí y Sabrina soltó una risa que me hizo reír, simplemente por lo extraña y graciosa. Era como si estuviera ahogandose pero pronto soltaba el aire, como un cerdito.

—Por dios, hablas de la misma manera en la que escribes.— se rió, conduciendo por la calle de camino a la tienda de artículos de fiestas.— ¿Así que conociste a la señora Willows?

—¿La conoces?— pregunté, pateando mis tacones fuera de mis pies. Sabrina asintió con la cabeza.

—Oh, sí... Dejaré que Ten y ella se encarguen de las flores para la recepción, así que estuve hablando con ella sobre las que quería. Algunas al menos.— silbó largo y agudo.— Es una mujer seria, fuerte, firme. Creo que criar a su hijo casi sola la volvió una mujer dura.

—Oh vamos, la mujer prácticamente me preguntó si yo era la "follamiga" de su hijo. Y esa chica me preguntó cómo tenía tan buen trasero, lo que me halagó y me avergonzó por completo.— murmuré, agitando mi cabeza de un lado a otro y ella soltó una carcajada.

—No he conocido a la hermana de Ten aún, aunque oí que es muy divertida.— respondió Sabrina, sin dejar de mirar la calle frente a nosotros.— Solo oí lo que me dijeron sobre ella viviendo en la otra parte de la ciudad después del divorcio y separada de su hermano. Salió muy divertida a pesar de que la situación fue algo triste.

—¿En verdad? Vaya...— comenté en voz baja, después de todo, yo sabía lo que se sentía vivir con un sólo padre. Bueno, no podía comparar la perdida de uno con lo que yo viví. Nací y crecí solamente con mamá, así que era a lo que me había acostumbrado, a ser sólo nosotras dos.— Ten y yo no hablamos de eso aún.

—¿No? Oh, bueno, entonces lo dejaré para ustedes, ¿Sabes que estaba pensando? En que podrías diseñar algunos vestidos para luego de la recepción, unos que se parezcan a los que Geminis y las mujeres de Idshi usan en la boda. Claro, si eso no te molesta...

—No, por supuesto que no, pero tendrás que conseguir a alguien que consiga arreglarlos para que brillen.

Nos sumergimos en la charla de lo que sería necesario para disfraces y decoración, de la misma forma en que fuimos a comprar todo lo que pudimos conseguir, de colores fluorecentes y vivos para revivir una escena del planeta Idshi. Cuando salíamos de la tienda, un mensaje brilló en mi teléfono.

Tennessee: Oye, hola, no fui a tu departamento, no me asesines, pero las chicas tomaron nuestro "nos vemos en la noche" bastante literal y, sí, acaban de llegar para preparar la cena.

Tennessee: Para los cuatro.

Gemí ruidosamente, llamando la atención de Sabrina mientras subíamos al auto.

Yo: Tienes que estar bromeando. ¡Es muy pronto!

—Estoy maldita, definitivamente es eso.— me quejé, y Sabrina rió sin entenderme.

Basado en Hechos Reales [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora