Epílogo 1

501 46 2
                                    

Ten

Me miré en el espejo y sonreí cuando capturé un vistazo de Cath, bostezando mientras pasaba por la puerta de la habitación y se echaba en la cama. Me encantaba cuando Cath se metía en la cama antes que yo, porque significaba que no estaba escribiendo demasiado y que podría abrazarla antes de dormir. Terminé de cepillarme los dientes y salí disparado como un rayo hacia la habitación.

Cath me sonrió, una pequeña sonrisa tensa mientras se sacaba las gafas gruesas y las puso en la mesa de noche. ¿Cuanto había pasado desde que nos comprometimos? ¿Un año ya y algunos meses más? Y ella aún estaba "pensando" la fecha de nuestra boda. Yo no estaba apurado, después de todo, mi linda, linda prometida estaba aquí para quedarse y no importaba si nos "atábamos" o no con el matrimonio.

—¿Cómo estás?— pregunté, metiéndome en la cama para acurrucarla. Cath automáticamente se metió entre mis brazos.

—Bien, cansada. Me duele la espalda. Creo que voy a tener que escribir menos tiempo desde ahora. Estar tanto tiempo en el sillón me lastima la espalda.— lloriqueó, empujando su rostro contra mi pecho y yo pasé mis manos en su espalda baja, ganándome un pequeño gemido complacido.— Sí, justo allí.

—Yo siempre sé encontrar el punto correcto, Catherine.— susurré seductor, haciendo que Cath soltara una buena carcajada. Besé su hombro juguetonamente.— ¿Por qué no te das vuelta y dejas que te de unos buenos masajes?

—¿Cómo podría resistirme a eso?— preguntó, alejándose de mí para ponerse boca abajo. Levanté la gran camiseta que usaba y pasé mis manos por su espalda, acariciando, apretando y masajeando, sabiendo muy bien cómo le gustaba.— Ah, Ten, dios mío, eso es tan bueno.

—Cuantas veces he oído eso.— bromeé, dejando un rastro de besos sobre su columna. Cath volteó su rostro hacia mí y me sonrió dulcemente, una sonrisa que llamó a mis labios para quitarla con besos.

—Y quieres oirlo de nuevo, por lo que veo.— bromeó Cath, girando sobre su espalda para poder enfrentarme. Rodeó mis caderas con sus piernas y me atrajo más hacia ella, con sus labios listos para ir por mi hombro.— La camiseta, quítatela.

—Sí, señora.— dije sin dudar, sentándome sobre mis rodillas para poder quitarme el ofensivo material. Cath rió, delineando su nombre en mi cadera desnuda con la punta de su dedo, como cada vez. Y su mano tomó otro camino entonces, más abajo, jalando mis pantalones fuera.

Por la siguiente hora, nos saciamos con nosotros. Nos complacimos, nos entregamos todo lo que sabíamos que el otro disfrutaba, que el otro quería. Me perdí viéndola disfrutar de mí, oírla suplicar por más, escucharla gemir mi nombre en un ruego desesperado. Le di todo de mí, todo lo que tenía para darle.

Respiraba profundo para recuperar la respiración cuando sentí sus labios moviéndose hasta mi oído desde el sitio en mi pecho sobre el que Cath estaba recostada. Sonreí, sosteniéndola apretadamente contra mí.

—Dejé el final del capítulo para que lo escribas, ¿podrías hacerlo?— preguntó Cath, ya que en estos años, nos la habíamos arreglado para escribir algunos libros juntos. Yo no tenía nada muy poético, pero con las correcciones de Cath y de su editora, acabaron siendo buenos libros.

Me había aventurado a escribir algo por mí mismo, pero aún no lo terminaba. Estaba atascado en un sitio entre el comienzo y la parte media, sin nada que pudiera llenarlo.

—Claro, linda, yo me encargo... ¿Quieres que te traiga algo?— pregunté, besando su frente mientras acariciaba su cabello. Cath se levantó sobre su codo y besó tímidamente mi mejilla.

—¿Tal vez un vaso de limonada... y una buena reacción?— preguntó y la miré confundido antes de levantarme rápidamente.

Fui por la cocina por un vaso de limonada y se lo llevé a Cath antes de ir a su oficina y dejarme caer frente al escritorio. La computadora aún estaba encendida, y pude leer algo del último capítulo que se avecinaba. La historia estaba centrada en mayo, la misma fecha en la que estábamos ahora, una de los favoritos de Cath por las festividades y la comida mexicana.

Basado en Hechos Reales [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora