03. De Vuelta Atrás

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El lugar estaba apacible, como normalmente lo estaba; la lluvia era intensa como normalmente lo era en esa temporada, así que no había nada de qué preocuparse, el rubio avanzó hasta la chimenea, para arrojar un par de troncos más al fuego, pero se detuvo cuando la campana de la puerta sonó, de inmediato se giró, se quedó inmóvil al ver la figura de un hombre completamente empapado, dejó su tarea inconclusa para acercarse.

—Buenas noches –saludó en un tono amable, otorgando una amble sonrisa al recién llegado –permítame su abrigo.

Se quedó inmóvil al momento en que la otra persona lo observó; eran un par de ojos verdes esmeraldas que le miraban fijamente, hipnotizándolo por completo, haciendo que algo en su interior se encendiera, provocándole un intenso calor que ni el clima ni la chimenea proporcionaba, su estómago de pronto se sentía lleno de una extraña sensación.

—Buenas noches –contestó por fin el hombre, desvió su mirada del rubio platinado, observando a su alrededor –espero que éste lugar tenga habitaciones disponibles, con éste clima.

—Es un lugar popular, pero sí, ha tenido suerte, tenemos un par de habitaciones.

Se alejó de él, con un poco de nerviosismo avanzó hasta el mostrador, tomó una de las formas y se la extendió para que fuera el mismo recién llegado quien pusiera sus datos, el hombre de cabellos azabaches no puso objeción, rellenó el papel sin nada más.

—Bien, señor Potter –sonrió nervioso y con las mejillas ardiendo –le mostraré su habitación, si es tan amable de seguirme, por favor.

—Desde luego.

oOo

Los labios hinchados por los besos se posaron en el miembro erecto del hombre de ojos esmeraldas, mientras él lo sujetaba del cabello animándolo a que fuese más rápido, Draco obedeció y un poco después, sintió el semen caliente de Harry en su boca.

—Gírate –ordenó Harry en un tono brusco, pero Draco obedeció, estaba tan excitado y moría por sentirlo arremetiendo contra él, mientras besaba su cuello y acariciaba su miembro al mismo tiempo que le penetraba rápidamente.

—Harry –suplicó Draco.

—Cállate o nos escucharán, y no será para nada bueno ¿lo entiendes?

—Sí –contestó en un tono suave a causa de la excitación.

No sabía si podría quedarse por completo callado, la sensación de tener a Harry en su interior era intensa, placentera y lo volvía loco, como todo lo que tenía que...

— ¿Qué estás haciendo? –Draco cerró la computadora como acto reflejo al escuchar a Ginevra hablarle junto a él.

—Nada –se recargó en el respaldo de la silla, para observarla después.

—Estás nervioso, agitado, y no quieres que vea o sepa lo que haces –negó poniendo los ojos en blanco la pelirroja –pensé que eso de ver pornografía ya no era lo tuyo, sólo espero que sea algo legal lo que ves.

—Leo –contestó y Ginny se giró a verlo confundida.

—Como sea, me tengo que ir, dejé indicaciones para tu desayuno, por cierto –se detuvo –Theo me ha preguntado si no contratarás a nadie de servicio.

—No, no me interesa.

—Bien, entonces le diré, el desayuno es a las siete y quince, por favor, trata de comerlo caliente.

—Sí, mamá –murmuró enfadado –espero que no sea otro poco delicioso desayuno inglés, he vivido diez años en América y...

—Claro quieres algo que haga que te revienten las arterias, no tengo problema con eso, daré la orden.

Quédate Conmigo || DrinnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora