14. Fango

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Se quedó quieto observando a través de la ventana, esperando que el día avanzará lo suficientemente rápido como para poder salir de ahí y reunirse de nuevo con su madre, posiblemente tuviese miedo de admitirlo frente a su abuelo, pero decidir vivir con él y su abuela, había sido la peor decisión que había tomado en su corta vida, ese hombre había perdido todo rastro de cariño, comprensión y de diversión en cuanto pasó una semana formal con ellos, era demasiado posesivo en todos los aspectos, no lo quería ver jugando, no lo quería ver leyendo, se molestaba si lo veía haciendo tarea o si comía un dulce.

No recordaba que su abuelo Arthur fuera así, la única medió libertad que tenía era cuando iba a la casa de Oliver Wood, pero tampoco le gustaba demasiado ir y pasar tiempo a solas con él, aunque era agradable, esa extraña necesidad del hombre por ganarse su confianza, su cariño, la manera en que lo miraba o lo tocaba, le desagradaba, no sabía lo que era, pero algo en él le estaba pidiendo a gritos que dejara de ir todos los días.

El bullicio creció a su alrededor, ocasionando que saliera de sus pensamientos y se enfocará en la niña frente a él, frente a toda la clase, su cabello era extraño, tan natural como el de las muñecas feas, de un tono cobre, no tenía cejas, su piel era pálida y sus ojos azules lucían más a causa de su aspecto demacrado.

—Niños, ella es su nueva compañera, Amelia Jones –la profesora sujetó a la niña de los hombros y sonrío a la clase –preséntate, Amelia, por favor.

—Mi nombre es Amelia Jones –indicó en un tono suave –soy de Escocia, tengo 9, me gustan los perros, y mi comida favorita son los dedos de queso –se encogió de hombros.

— ¿Alguna pregunta que quieran hacerle a su compañera?

Casi toda la clase, con excepción de Asher y unos cuantos más, no levantaron la mano.

— ¿Por qué tu cabello es tan espantoso? –Ash volteo a ver a Masie.

—Es que...

— ¿Porque parece como si estuvieses muriendo? –interrogó alguien más.

— ¿En serio pensaste que no notaríamos que usas peluca si es tan falsa?

—Ya basta –cortó la profesora a todas las preguntas que habían salido tan rápido –no tienen por qué ser tan rudos con su compañera, son preguntas fuera de lugar, completamente fuera de lugar, esa actitud no voy a permitirla –apretó el hombro de la niña para darle valor –ve a sentarte, Amelia –la niña asintió.

Asher la siguió con la vista, ya que se había sentado hasta el enfrente al otro lado del salón.

Las clases fueron tranquilas para la gente normal de ese curso, menos para la niña nueva, que en el descanso, Masie y compañía, habían decidido mostrarle a la nueva niña que las cosas no serían fáciles para ella en esa escuela.

— ¡Devuélvemela! –gritó Amelia, haciendo que Asher levantara la vista de su libro de La Comunidad del Anillo.

— ¡Miren todos! ¡La niña nueva es calva!

Amelia Jones siguió peleando por conseguir lo que Masie le había quitado, al mismo tiempo que intentaba ocultar su cabeza sin un solo cabello, Asher regresó la vista hasta su libro, no iba a meterse, su abuelo siempre le había advertido sobre tener problemas en el colegio, pero su madre jamás le perdonaría que viendo a una niña siendo atacada, él simplemente se quedará sin hacer nada, sumando al hecho de que a él no le agradaría que a su madre le ocurriera algo similar, jamás.

— ¡Niña calva! ¡Eres una calva! –Jacob Summers la empujó, y ya en el suelo, frotó la cabeza de la niña riendo como loco –vamos a lustrar tu bola de cristal.

Quédate Conmigo || DrinnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora