Capítulo 4. Palabras malas

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Chase

Sonreí mientras abrazaba la almohada que había en mi cama. Hoy era mi día libre, hoy era el día en el que todo sería perfecto. Desde hace tiempo necesitaba paz en mi vida y es bueno saber que una vez por semana tengo la oportunidad de tenerla. Me giré un poco y me senté en la cama para poder estirarme.

—Buenos días amor—dije girándome para darle un casto beso a Lucy pero ella no se encontraba allí. Fruncí el ceño confundido ya que ella no me dijo que saldría.

Me encogí de hombros intentando restarle importancia, así que me dirigí al baño para hacer mis quehaceres mañaneros.

Una vez de haberme cepillado los dientes, de haberme bañado, echo pis y de vestirme, me encaminé a la cocina para hacerme un desayuno, encontrándome con mi adorada hija Sophie.

—¿Qué haces despierta tan temprano?—pregunté depositando un beso en su cabellera rubia. Sus ojos verdes dejaron de prestarle atención a su dibujo y se dirigió hacia mi.

—Mamá dijo que lo olvidarías—me señaló con su dedo como si me estuviera acusando. Luego volvió a a dibujar. Yo solté una risa y me senté en una de las sillas cerca de ella.

—¿Olvidar que?—pregunté travieso. Sophie negó.

—Mamá dijo que no te dijera.

—Pero...—miré a mi alrededor—Mamá no está aquí, vamos, cuéntale a tu papá favorito lo que pasa.

Sophie dejó su dibujo y me miró con cara confundida.

—Eres mi único papi, ¿porque dices que eres mi favorito?—preguntó ladeando su cabeza en confusión.

—¿Acaso no lo soy?—pregunté haciendo puchero. Sophie sonrió y asintió energéticamente.—Entonces dime que no debes decirme.

—Pero no puedo, mamá se va a enojar—miró sus zapatos y comenzó a mover sus piernas de un lado a otro con timidez.

—Si me dices, te doy dos galletas—Sophie levantó su mirada y comenzó a reír.

—Mamá dijo que dirías eso—me señaló y volvió a dibujar—También dijo que me daría el doble de lo que me ofrecieras.

—Mamá es muy astuta—murmuré y me crucé de brazos pensando en que había olvidado.

¿Aniversario? No, eso lo celebramos hace dos meses. ¿Cumpleaños? No, Lucy cumple en noviembre. ¿Navidad? Estamos en primavera. ¿San Valentín? No, ya pasamos ese mes. ¿Jánuca? Lucy ni siquiera es judía.

¿Qué demonios olvidé?

—Papi, ¿crees que a la tía Cora le guste este dibujo que le hice?—preguntó levantando el papel donde se encontraba su obra.

—Si cariño, de seguro lo enmarcará como todos los dibujos que nos has echo—sonreí para luego volver a pensar en la situación.

No sé que mierda olvidé.

—Ya quiero que llegue—continuó Sophie la cual seguía coloreando—Espero que me recuerde.

—Claro que tu mami te recordará, ¿porque no lo haría?—pregunté confundido. La pequeña comenzó a reír.

—No hablo de mamá—dijo con una sonrisa traviesa en sus labios.—Hablo de la tía Cora.

—¿Qué pasó con Cora?—fruncí el ceño.

—Eres muy tonto papi—rió Sophie haciendo que me sintiera ofendido y mucho más confundido.

—Solo porque tu mamá me lo diga no significa que sea verdad—dije en un intento de defender mi persona y mi dignidad.

Niñera Otra VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora