Me he decidido, lo haría. Tocaría ese timbre y sonreiría y diría "Hola, me llamo Cora y he venido por el trabajo". Si, eso haría, hoy tendría un gran día con resultados magníficos. O eso es lo que dice mi horóscopo, yo que se.Inhalé una gran cantidad de aire para tranquilizarme. No es como si fuera la primera vez que lo hiciera pero tampoco es como si fuera una experta. Solté el aire que ya había llenado mis pulmones y me reté a tocar el timbre. Cuando lo hice, esperé un par de segundos en los cuales no hubo ningún movimiento. Luego volví a tocar. Silencio. Me dije que tocara una vez más pero en ese instante la puerta se abre dejando al descubierto una pálida y destrozada mujer. Sus párpados estaban a medio abrir y tenía grandes ojeras debajo de sus cansados y mieles ojos. Su cabello estaba echo un nido de pájaros, su ropa estaba toda sucia dándole el especto de no haberse bañado en días. Se veía bastante cansada.
—¿Diga?—preguntó en un bostezo. Yo arrugué la nariz ya que su aliento impactó mi cara y digamos que no huele a menta.
—Buenos días, me llamo Cora y he venido a solicitar el trabajo—dije con una radiante sonrisa mostrando el anuncio que Lucy me había entregado.
La mujer de al parecer unos 30 abrió sus ojos a más no poder y dirigía su mirada del anuncio a mi, del anuncio a mi.
—¡Claro! ¡Pasa!—exclamó al parecer despertándose de su transe y me tomó de la mano para hacerme pasar.—Me llamo Grace y soy la encargada de esta casa y la madre de los pequeños a los que cuidarás.—comenzó mientras nos adentrábamos al interior.
Yo miraba perpleja la casa. Parecía como si hubiera habido una batalla y nadie tuvo la decencia de limpiarla. Había ropa por todos lados, incluso hasta en el techo pegada, juguetes en el suelo, en los muebles, debajo de ellos. También había un pedazo de un sándwich a media mitad y en descomposición sobre una revista.
¿En qué mierda Lucy me metió?
—No tengo despacho, pero tengo el cuarto de juego de los niño—dijo deteniéndose frente a una puerta.
Por alguna razón sentí un escalofrío en mi espalda. Le llamo la señal de alerta, así que no creo que haya nada lindo detrás de esa puerta.
Inhalé lo más que pude el aire puro que me rodeaba y aguanté la respiración cuando la puerta se abrió. Escuché un par de gritos y al instante dos niños salieron de su escondido vestidos de soldaditos y empezaron a disparar con sus pistolas de agua empapándonos a ambas.
—¡¿Que mierdas?!—pregunté irritada viendo mi vestido florear púrpura todo empapado.—¿Qué les ocurre?—dije dirigiéndome a ellos con molestia.
—¿Qué les ocurre?—imitó burlón el más pequeño haciendo reír al más grande.
—¿Acaso me estás copiando?—cuestioné con superioridad.
—¿Acaso me estás copiando?—repitió el otro moviendo su mano también como si estuviera hablando.
—¡Tonta!—gritó el pequeño y me volvió a apuntar con su pistola para volver a mojarme.
Oh, no saben con quién se han metido.
—¿Saben? A los niños como ustedes se los comen las brujas en la noches que hay luna llena y ¿adivinen qué? Hoy hay luna llena—dije con cinismo.
Ambos niños se miraron entre sí y luego me miraron a mi.
—¡Las brujas se derriten con agua!—exclamó el grande y volvieron a apuntarme con sus pistolas de plástico.
Abrí los ojos y salí corriendo antes de que tuvieran la oportunidad de mojarme más de lo que ya estoy. Ni siquiera me detuve al escuchar los gritos de la madre diciendo "¡Te pagaré el doble! ¡Hasta el triple! Pero no me dejes". Que se consigue a alguien así de necesitado porque a esos niños ni César el encantador de perros los pone en su lugar.
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Niñera Otra Vez
Fanfic#Book3 Después de 8 años de la ruptura de Harry y Cora, ambos siguieron por sus propios caminos. Harry es un gran solista, ha ganado mucha más fama que estando en One Direction además de que estuvo en una relación un año después de la cual surgieron...