Niñera Otra Vez

Capítulo 3. Oportunidad

—¿Te vas?—preguntó Jason sorprendido. Yo asentí mientras arreglaba algunas cosas en mi oficina.—Ay no, ¿es mi culpa cierto? ¡Claro que lo es! Piensas que soy raro y hostigador y molesto y por eso te vas y es por mi culpa y ¡maldición!—exclamó haciendo que lo mirara sorprendida—Tu madre cuando se entere que te fuiste por causa mía me mandará a trabajar a una empresa de comida canina y yo seré el sujeto que tiene que probarla para ver si sabe buena o si está envenenada y...—comenzó a dar vueltas por todo el lugar—Debí de hacerle caso a mi vecino, me dijo "nunca coquetees con las chicas bonitas de tu trabajo, eso se aprende a la mala, ja ja ja ja"—imitó la risa de una persona mayor.

—¡Jason!—exclamé tomándolo por los hombros. Este miró mis manos sorprendido y luego me miró a mí con una sonrisa.—Solo me iré por un tiempo, no estoy renunciando y no es por tu culpa—dije con una sonrisa para poder tranquilizarlo.

El pelinegro soltó un suspiro de alivio y frotó su frente.

—Eso...¡Eso es genial! No aguantaría el hecho de no volver a verte por los pasillos o escuchar tu voz aunque solo sea para decir "aléjate Jason"—imitó mi voz para luego comenzar a reír nervioso. Yo lo miré por un momento.

Este chico es todo un amor y ni el mismo lo sabe.

—¿Dije algo malo? ¡Claro que dije algo malo! ¿Porque siempre abres tu maldita boca Jason? Eres un metido—se reprochó él mismo. Yo reí ya que realmente encontraba esa escena bastante cómica.

Tomé un portafolio que contenía los diseños para esta temporada. Son algunos dibujos y modelos que dibujé para la nueva colección de mi madre llamada "Chick and Pink" créanme que es mucho más interesante y llamativa que el nombre, se estarán estrenando en primavera y esperamos que sea todo un éxito. En fin, guardé el portafolio en una gaveta de mi escritorio bajo llave debido a que implementamos más seguridad y cuidado a nuestros diseños ya que hace meses tuvimos un pequeño incidente cuando nos enteramos que la competencia tenía un espía en nuestra compañía pasándole información y detalles respecto a nuestras ideas. Claramente el responsable fue despedido pero eso no significa que debemos de bajar la guardia.

—No sabía que te ponía nervioso—dije tomando mi bolso.

—Pones nervioso a cualquiera para ser honesto—murmuró. Yo sonreí sin mostrar mis dientes y me dirigí a la puerta, pero antes de que pudiera abrirla Jason se apresura y lo hace por mí.

—Gracias—hice un movimiento con mi cabeza en agradecimiento sonrojándome un poco ya que desde hace mucho ningún chico a tenido ese detalle conmigo.

—No hay problema—sonrió y continuó caminando a mi lado.—¿Qué harás ahora?—preguntó con curiosidad. Yo lo miré de reojo.

—Tomaré un café, muero por uno—dije con simpleza.

—¿De aquí?—preguntó haciendo una mueca—No sé si lo sepas pero son horribles y te lo dice un chico que prepara cafés todos los días de tu vida—dijo y yo comencé a reír.—Pero...—se detuvo frente a mí impidiendo el paso—Para tu suerte, yo conozco un excelente lugar donde hace los mejores cafés del país, ¿qué dices?—sonrió.

Miré al chico no muy convencida.

—Y antes de que digas que no—levantó su dedo índice como si quisiera exponer un punto.—No es una cita, tómalo como una fiesta de despedida.

Mordí el interior de mi mejilla pensando en su propuesta. No sé cuándo volveré ni cuánto tiempo me tome y quizás sea lo bastante como para que Jason consiga a otra chica ya que es un chico bastante atractivo, atento, divertido entre otras cualidades deseadas en un novio perfecto.