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La clase estaba totalmente callada, todos estaban atentos a la explicación del profesor. Aburrido miré de reojo a Serinuma quién se veía perdida en sus pensamientos cómo varios más.

Había pasado una semana desde que Serinuma nos había rechazado a todos por su personaje favorito, la verdad ya no estaba enamorado en ella, había llegado a verla más como una buena amiga. Más bien otra persona me interesaba desde hace un tiempo.

Dirigí la mirada hacia el rubio del asiento de adelante. Es raro darse cuenta de que estás enamorado de tu mejor amigo pero el chico había conseguido toda mi atención últimamente.

Aún no puedo dejar de pensar en aquella vez que le di respiración boca a boca, o la vez que lo besé porque Serinuma había logrado bajar de peso.

Quería probar sus labios de nuevo...

El timbre sonó y Nanashima se acercó a  Serinuma lo antes posible para acompañarla al comedor, tenía que admitir que me sentía algo celoso cuando hacía cosas así. No estaba seguro de sí Nana seguía dispuesto a conquistarla pero todo el jueguito de la competencia estaba muchísimo más calmada.

Llegué a la mesa donde siempre comemos, Nishina se había sentado junto a Serinuma así que me pude sentar con Nana, después de un rato llegaron Mutsumi y Shinomiya notablemente agitados.

—¿Y ustedes dos por que vienen así?— preguntó la menor del grupo sonriendo.

—S-Sólo estábamos llevando algunos libros a pedido de un profesor.— se excusó nervioso el de cabello ceniza.

—Que mal mientes.— dijo Serinuma sonrojada.— No me imagino que estarías haciendo con Mutsumi-senpai.

El mencionado solo estaba sonriendo tranquilamente mientras shinomiya estaba muerto de vergüenza.

Por un momento dejé de prestarle atención a la conservación y me fijé en que Nana seguía callado limitándose a reír levemente.

Tiene una sonrisa muy linda.

—Oye.— le llamé decido a tomar la iniciativa.

—¿Que sucede?— preguntó tomando algo de jugo.

Los demás seguían su plática sin prestarnos mucha atención, lo cual agradecía internamente.

—¿Vienes a mi casa hoy?

—No puedo, mi hermanita está resfriada y tengo que cuidarla todo el día porque mamá está de viaje.— respondió mirando su comida algo desanimado.

—¿Kirari está enferma? Si quieres te puedo ayudar a cuidarla.

—¿Lo harías?— pude ver como sus ojos se iluminaban un poco, de verdad adora a su hermana, me da mucha ternura.

—Cuenta conmigo.— le sonreí.

—Sigues siendo pasivo, Shinomiya.— dijo Nishina en voz alta haciéndonos volver a entrar en la conversación. Al parecer no habían terminado de discutir.



Llegamos a casa de Nana y su hermanita estaba en la sala viendo un capítulo pregrabado de Puri Puri Moon.

—Onii-chan,— habló animada.— trajiste a Igarashi también.

—Si, pero ¿no deberías estar descansando en cama?— cuestionó el rubio y la pequeña río nerviosa.— Ve a tu cuarto y en un momento te llevaré una sopa, ¿está bien?

La niña asintió y se fue de la sala mientas que yo solté una risita.

—No se quién es más adorable si tú o tu hermana.— dije sin borrar mi sonrisa. Él se sonrojó un poco y rió también.

Oneshots [Igarashi x Nanashima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora