12 [spooky special atrasado]

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La sombra que se asomaba en el pasillo se hacía cada vez más grande e intimidante, aumentando aún más el ambiente de tensión en la que te envolvía la película. Llene mi mano de palomitas y empecé a comerlas sin despegar la vista de la pantalla, la música cada vez sonaba más fuerte y el susto se veía venir de lejos, el climax estaba por suceder cuando mi celular sonó, me sobresalté y dejé de prestarle atención a la película para contestar la llamada.

—¿Hola?

—Na-na-shi-ma.— escuché a Shinomiya decir mi nombre al otro lado de la linea.— en diez minutos estaremos en tu puerta y espero que nos abras vestido, vamos a la fiesta.

—¿Qué?— balbuceé confundido.

—Así como lo oyes.

—En primer lugar, ¿porque me avisan diez minutos antes?  En segundo no quiero salir hoy, no me siento muy bien.

—¡Vamos! Hemos escuchado tus quejas y llantos toda la semana, sabemos que no tienes ganas pero esto te hará bien.— se escuchaba música de auto de fondo y uno que otro "si" de Mutsumi de fondo.

—No sé si sea buena idea, además tampoco tengo disfraz.

—Llegando arreglaremos eso, no te preocupes y ughh,— se escuchó como si hubieran pasado un bache.— procura por lo menos estar duchado para cuando lleguemos.— alzó la voz y colgó.

Me quedé con el celular en la mano viendo como la pantalla se bloqueaba y sólo me mostraba la hora.

Ellos tenían razón, suponía.
Hacía una semana y unos días Igarashi había terminado conmigo, no es necesario aclarar que estaba devastado. Bueno quizás aún seguía algo devastado pero mis amigos siempre intentaban animarme y distraerme. Me sentía bastante mal, había pasado poco tiempo pero yo lo sentía como si fuera una vida.

Pero es normal, creo. Superar a tu ex no tiene por qué ser fácil.

Reí sintiéndome calmado en ese momento, era muy raro entender mis emociones últimamente. En un momento podía tomarlo muy a la ligera y sentirme normal, pero luego estaría llorando por un simple recuerdo, una foto o un mensaje. Y es que podía decir que no me importaba pero cuando lo tenía justo frente a mí, sin prestarme atención, ignorándome, tratándome como si no fuera nada y tampoco lo hubiera sido en algún momento, eso me dolía muchísimo.

La primera semana fue horrible, los primeros días aún peor, ojos hinchados y rojos, risas falsas, simular que era muy muy muy feliz. Probablemente engañé a la mayoría pero Shinomiya y Mutsumi sabían lo mal que la estaba pasando.

Pero es normal, ¿cierto? Cualquiera la pasa mal cuando termina con su pareja, o cuando se pelea con algún amigo, sólo no me tenia que dejar consumir por eso.

Vaya que Shinomiya me lo había dejado claro, él me aconsejó en todo momento y me hizo salir de mi casa. No quería salir nunca pero él me convenció y me ayudó a distraerme.

Justo como ahora.

Había una fiesta de disfraces que había organizado un chico de nuestro año, había invitado a todos y apenas a las 11 la fiesta ya parecía salida de control. Había visto estados que subieron desde hace una hora o dos y parecía que Igarashi se divertía. ¿Acaso él no está triste? ¿Él no me extraña?

Dejé mi celular y las palomitas a un lado cuando escuché el timbre de casa sonar. Habían llegado rápido.

Fui a abrirles la puerta y los hice pasar directo a la sala, donde todavía se escuchaba la película de terror que estaba viendo de fondo.

—¿No quieren quedarse a ver unas películas conmigo?— sonreí sabiendo que mi propuesta no cambiaría su opinión. Valía la pena intentar.

—No,— dijo Mutsumi, después de comer un poco de las palomitas.— todos iremos. Lo necesitas.

Oneshots [Igarashi x Nanashima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora